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«Tras una larga operación de búsqueda, alrededor de 520 extranjeros que se encontraban a bordo de un barco pesquero fueron rescatados a 17 millas náuticas al sur de Gavdos», indicaron los guardacostas italianos este miércoles (09.07.2025) en un comunicado. El pesquero abarrotado de inmigrantes fue localizado por los guardacostas de Grecia a unas 17 millas naúticas al sur de esa pequeña isla, situada al sur de Creta, y fueron rescatados por un buque que navegaba en la zona bajo bandera de Bahamas.
Atenas había ya expresado su preocupación por un «flujo migratorio masivo» proveniente de Libia. Más de dos mil migrantes fueron rescatados frente a las costas de Gavdos y Creta en los últimos días por Frontex y la policía portuaria griega, marcando un «pico» en el número de llegadas, según las autoridades griegas. «Estamos hablando de un flujo migratorio masivo, continuo y creciente al sur de nuestro país», subrayó el portavoz del gobierno, Pavlos Marinakis, ayer martes por la noche en televisión.
El domingo más de 600 migrantes fueron rescatados en esa zona del Mediterráneo oriental durante cuatro operaciones de salvamento distintas, según la policía portuaria. Una imagen que se repite desde hace meses. Según las autoridades griegas más de 7.300 migrantes llegaron a Creta y Gavdos, que no cuentan con campos de acogida, desde principios de año, frente a los 4.935 en 2024.
Atenas suspende asilo: «El paso a Grecia está cerrado»
Grecia suspenderá el examen de las solicitudes de asilo, anunció después el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ante el auge del flujo migratorio proveniente de Libia. «Informaremos a la Unión Europea de nuestra decisión de suspender durante tres meses las solicitudes de asilo para los migrantes que lleguen a bordo de barcos procedentes del norte de África», declaró el jefe del Gobierno conservador en el Parlamento, al precisar que «todos los migrantes que entren ilegalmente serán detenidos y encarcelados».
«El paso a Grecia está cerrado», afirmó ante los diputados. «La situación de emergencia requiere medidas de emergencia», justificó Mitsotakis, quien quiso enviar «un mensaje de determinación (…) les está transmitiendo a todos los traficantes y a sus clientes potenciales que el dinero que gastan podría ser completamente desperdiciado». «Las fuerzas armadas griegas están dispuestas a cooperar con las autoridades libias para impedir que las embarcaciones abandonen la costa libia», añadió.
La invitación a Berlín no fue para el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, solo una reunión agradable. El Consejo Económico de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU), lo condecoró con la moneda conmemorativa de oro Ludwig-Erhard. El político conservador griego tuvo la oportunidad de presentar su historia de éxito en crecimiento (2,3 por ciento en 2024) y reducción del desempleo (9,5 por ciento en 2024) al nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, el 13 de mayo. El jefe de Gobierno griego se presentó como quien «hizo sus tareas», y fue muy elogiado.
Friedrich Merz dijo estar entusiasmado con la «valentía para realizar reformas» del Gobierno de Mitsotakis, y alabó explícitamente la semana de trabajo de seis días en Grecia. «Grecia hizo mucho en cuanto a la jornada semanal de trabajo, sin duda podríamos aprender algo de Grecia», señaló el canciller alemán.
Pero el encuentro de Mitsotakis con Merz también tuvo aspectos desagradables, en especial en lo referente a la migración y al asilo. En teoría, los dos gobernantes conservadores están decididos de igual modo a frenar la inmigración irregular en Europa. Ambos nombraron a ministros de Migración de línea dura: Berlín, a Alexander Dobrindt (Unión Social Cristiana), y Atenas, a Makis Voridis, ex secretario general del partido de extrema derecha E.P.E.N.
Sin embargo, en la práctica, los intereses de ambos países son muy diferentes. Grecia está ubicada en el límite exterior de Europa, es un país de primera acogida de migrantes y refugiados que sueñan con una mejor calidad de vida en Europa occidental. Por eso, desde hace años, las personas migrantes registradas o reconocidas como refugiados en Grecia siguen viaje hacia Alemania, Francia o los países escandinavos.
Hasta el momento, muy pocos de esos migrantes han sido deportados, pero el Gobierno de Merz quiere posibilitar cada vez más devoluciones en las fronteras. Y eso ahora es jurídicamente posible debido a un fallo del Tribunal Administrativo alemán en Leipzig sobre que los migrantes no están amenazados por peligros extremos en Grecia. El parámetro es si las personas migrantes tienen a disposición en Grecia «pan, una cama y jabón», como dijo el juez que preside ese tribunal, Robert Keller.
Desde entonces, Alemania podría, teóricamente, devolver a Grecia a varios miles de inmigrantes, sobre todo hombres jóvenes, no acompañados y sanos. Pero el Gobierno griego no quiere eso. Cuando se le preguntó sobre la decisión del tribunal alemán, el ministro de Migración Voridis respondió a finales de abril que en ese momento no tenía ninguna solicitud de Alemania sobre su escritorio. «Sin embargo, no seremos muy amigables con la solicitud», advirtió.
Según el Ministerio de Inmigración y Asilo, en 2024 se registraron en Grecia 56.066 llegadas de inmigrantes irregulares, unos 155 al día. Ese mismo año regresaron de Alemania 219 personas. De este modo, el número anual de retornos desde Alemania corresponde al número de llegadas en 1,5 días. En total, en 2024 regresaron a Grecia 473 refugiados reconocidos procedentes de todos los países (incluida Alemania), mientras que, en 2025, hasta el 16 de mayo, fueron 114, de los cuales 48 eran de Alemania.
Si esto sigue así, los retornos no representarán una carga significativa para Grecia. Pero si Alemania realmente quiere devolver a Grecia entre 20 y 30 mil migrantes que se cree que han viajado más lejos, la situación para Atenas se volverá problemática.
Hasta abril de 2025 llegaron a las fronteras de Grecia 8.295 personas, lo cual indica una disminución del 30 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. A pesar de la llegada de migrantes desde Libia, dijo Voridis el 22 de mayo, la corriente migratoria disminuyó gracias a un control de frontera más efectivo y a la cooperación con Turquía. Voridis espera ahora un acuerdo con Libia similar al realizado por Italia con Trípoli en 2017, gracias al cual miles de personas pudieron ser enviadas de regreso a dicho país.
Anteriormente la ruta iba desde el oeste de Libia hasta Lampedusa; ahora la nueva ruta va desde Tobruk, en el este de Libia, hasta Creta. Pero el gobierno de Trípoli no tiene voz ni voto en el este del país. A pesar de su anuncio de que visitará próximamente Libia, Voridis no tiene actualmente ningún interlocutor en el país con el que llegar a un acuerdo, y mucho menos el dinero necesario para convencer a todas las milicias posibles de que cierren la ruta de Tobruk a Creta.
En junio de 2023, el barco pesquero «Adriana» partió de Tobruk y se hundió ante la ciudad costera griega de Pilos. Cerca de 600 migrantes murieron ahogados. Informes de sobrevivientes echaron luz sobre graves errores de la guardia costera griega.
Hay 17 empleados de alto rango acusados, entre ellos, el capitán del barco LS 920 de la guardia costera. Asimismo, toda la tripulación, el entonces jefe de la guardia costera griega y dos oficiales están acusados de haber expuesto a los migrantes a una situación que hizo peligrar su vida. Es la primera vez que la Justicia de Grecia toma medidas legales contra altos representantes de su guardia costera.
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