Australia acusa a Moscú por derribo del vuelo MH17

INTERNACIONAL

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Conmemoración a las víctimas del avión MH17 / Foto: RB Photo

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El Gobierno de Australia pidió este jueves (10.07.2025) a Rusia que «asuma su responsabilidad» por el derribo del vuelo MH17 en el este de Ucrania en 2014, en el que murieron los 298 ocupantes, entre ellos 27 australianos, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) responsabilizara a Moscú de la tragedia.

«Instamos una vez más a Rusia a que asuma su responsabilidad y repare este acto horrendo», urgió la ministra australiana de Exterior, Penny Wong, en un comunicado.

La jefa de la diplomacia de Camberra «celebró» la decisión del TEDH, al calificarla de «momento histórico» para las víctimas, que incluyen a 27 australianos y 11 residentes en el país austral, y reclamó una «compensación» de Moscú a sus familiares.

El 17 de julio de 2014, un grupo de separatistas prorrusos de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) derribó el vuelo comercial de Malaysia Airlines MH17, que sobrevolaba Ucrania, con un sistema Buk antiaéreo proporcionado por Rusia que acabó con la vida de 298 civiles, entre ellos, 196 neerlandeses, según la Justicia de Holanda.

En una decisión unánime, la sala del TECH concluyó el miércoles que «Rusia había ejercido autoridad y control sobre las personas afectadas por sus ataques militares en Ucrania y que, por lo tanto, estas personas se encontraban bajo su jurisdicción».

Distintas organizaciones responsabilizan a Rusia

A pesar de que Rusia abandonó el Consejo de Europa en septiembre de 2022, la corte considera que este abandono no le exime de sus responsabilidades previas y le acusa de violaciones de la Convención desde el 11 de mayo de 2014, cuando comenzaron las hostilidades en el este de Ucrania.

En mayo, el consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional, en calidad de organismo de la ONU, ya responsabilizó a Rusia del derribo del MH17, que volaba de Kuala Lumpur a Ámsterdam.

En noviembre de 2022, un tribunal de Países Bajos condenó en rebeldía a los rusos Igor Girkin y Sergey Dubinskiy y al separatista ucraniano Leonid Kharchenko a «cadena perpetua» por su implicación en el derribo.

En 2023, un equipo conjunto de investigadores de Países Bajos, Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania concluyó que el presidente ruso, Vladímir Putin, autorizó personalmente la entrega de sistemas de defensa aérea a los separatistas ucranianos, incluido el sistema de misiles Buk que derribó el avión.

Rusia ha negado toda responsabilidad y ha acusado a Occidente de llevar a cabo una campaña de desinformación.

No puede ser más simbólico: el día en que se dio a conocer el veredicto por el caso del avión de pasajeros de Malaysia Airlines derribado sobre el este de Ucrania, llovieron misiles rusos sobre territorio ucraniano. Otra vez. El 17 de julio de 2014, cuando un misil antiaéreo puso fin al vuelo MH17 que cubría la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur, dando muerte a 298 personas, el mundo sufrió un shock. Hasta ese momento, muchos no había tomado muy en cuenta la guerra que libraba Rusia contra Ucrania, que se inició con la anexión de Crimea. Se habló de separatistas prorrusos. Moscú negó su implicación.

Un error que no es un atenuante

Ocho años y cuatro meses después, eso ha terminado. Los jueces del tribunal regional de La Haya determinaron que Rusia tenía entonces «pleno control» de la así llamada «República Popular de Donetsk», también a través de ciudadanos rusos con conexión con el Kremlin que formaban parte de su Gobierno. Dos de ellos fueron declarados culpables en ausencia y condenados a cadena perpetua.

Uno es Igor Guirkin, un exoficial de servicio secreto ruso que se hacía llamar «ministro de Defensa» en la región de Donetsk. El otro, Serguéi Dubinskyj, era su subrogante y había sido oficial del Ejército ruso. También fue encontrado culpable, como ayudante, el ucraniano Leonid Kharchenko.

Según el tribunal, los tres tienen responsabilidad sustancial en que un sistema de defensa antiaérea del tipo Buk haya sido llevado de Rusia a Ucrania y utilizado contra un avión de pasajeros, que fue confundido con un avión ucraniano. Un error que no atenúa la culpa. El cuarto acusado, el ruso Oleg Pulatov, fue absuelto. Según los jueces, no hay pruebas suficientes de su participación.

¿Qué nos deja este gigantesco proceso, iniciado en marzo de 2020? ¿Acaso no ha opacado la brutal invasión rusa de Ucrania el caso del vuelo MH17? A primera vista, podría parecer así.

Experiencia para un futuro tribunal

En realidad, el proceso no ha terminado al dictarse el veredicto. Todavía puede haber otros procesos, porque no se pudo determinar «quién dictó la orden ni por qué», como dijo el juez que presidió la sala. La cúpula política y militar rusa, a todas luces corresponsable del derribo, no fue acusada en este caso.

Eso cambiará, a más tardar cuando se establezca un futuro tribunal internacional para juzgar los crímenes de guerra cometidos en Ucrania. El Parlamento de los Países Bajos votó en octubre a favor de crear dicho tribunal, que podría ocuparse de lo ocurrido desde la anexión de Crimea en 2014, y podría recurrir a la valiosa experiencia recabada con el caso del vuelo MH17.

Porque, durante años, se desarrollaron arduas investigaciones. Un equipo internacional analizó horas de conversaciones telefónicas, comunicaciones radiales y datos meteorológicos, interrogó a testigos y llevó a cabo complejos experimentos. Nunca había habido un proceso así en la historia de la aviación civil. La Justicia de los Países Bajos merece grandes loas.

El balance principal: las mentiras salen a la luz y hay justicia, aunque haya que aguardar años por ella. El veredicto es un ejemplo y un anticipo de lo que podría esperarle al presidente ruso, Vladímir Putin, y a su cúpula militar, en un tribunal sobre Ucrania: cadena perpetua. Quizás hasta entonces también los ahora condenados sean apresados y puestos tras las rejas.

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