Lula enfrenta aranceles de Trump

INTERNACIONAL

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Presidente brasileño, Lula da Silva / Foto: Palácio do Planalto

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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó este lunes (14.07.2025) el decreto que reglamenta la Ley de la Reciprocidad, la herramienta aprobada por el Congreso en mayo y que le permite a Brasil adoptar contramedidas para responder al aumento del 50 % a los aranceles anunciado por Donald Trump.

El decreto detalla los procedimientos de protección económica que el Gobierno tiene que adoptar, en reciprocidad, para responder a medidas o barreras unilaterales impuestas por socios comerciales que restrinjan las exportaciones brasileñas.

La medida prevé la «reciprocidad» con que el presidente de Brasil prometió responder en caso de que las negociaciones no impidan al Gobierno de Estados Unidos, como lo anunció Trump la semana pasada, imponer un arancel del 50 % a las importaciones de productos brasileños a partir del 1 de agosto.

El presidente estadounidense justificó la medida unilateral como una respuesta al supuesto elevado superávit de Brasil en el comercio bilateral, lo que desmienten las propias estadísticas estadounidenses, y al proceso por golpismo que la Justicia adelanta contra el expresidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña y su antiguo aliado.

El ministro de la Presidencia brasileña, Rui Costa, anunció que el decreto tuvo que ser firmado este lunes para que alcance a ser publicado el martes en el Diario Oficial, cuando el Gobierno tendrá las primeras reuniones con exportadores para estudiar una respuesta a las amenazas de Trump.

El ministro afirmó que la ley aprobada por el Congreso autoriza al Ejecutivo a adoptar medidas para «proteger al país cuando otros países impongan medidas unilaterales extemporáneas y extraordinarias» que afecten las exportaciones.

Consultas diplomáticas previas

La Ley de la Reciprocidad permite a Brasil adoptar contramedidas comerciales y diplomáticas proporcionales a las barreras injustificadas impuestas por países o bloques económicos a los productos brasileños.

El decreto que reglamenta la ley prevé consultas diplomáticas previas coordinadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores para intentar la solución negociada de los conflictos antes de la adopción de las contramedidas.

El Gobierno anunció igualmente este lunes que comenzará a discutir con los empresarios que exportan a Estados Unidos tanto el alcance del arancel impuesto por Trump como formas de superar las restricciones.

Los contactos con los empresarios comenzarán este martes, cuando autoridades del Ejecutivo, encabezadas por el vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria y Comercio, Geraldo Alckmin, se reunirán con representantes de aquellos sectores que tienen una relación más intensa con Estados Unidos.

Brasil asegura que Estados Unidos mantiene saldos favorables en la relación bilateral desde hace unos quince años, por lo que considera la sanción de un claro tenor político, por la situación jurídica de Bolsonaro.

Estados Unidos es el destino del 12 % de las exportaciones de Brasil, que el año pasado sumaron 40.300 millones de dólares, en tanto que las importaciones desde la mayor economía mundial sumaron 40.500 millones de dólares.

Para Brasil, Estados Unidos es el segundo mayor socio comercial, según el ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC). Para Estados Unidos, en cambio, Brasil ocupa apenas el puesto 15° en la lista de socios comerciales, según la oficina de estadísticas estadounidense, el US Census Bureau.

Estados Unidos es tanto el segundo país del que Brasil más importa como el segundo al que más exporta. Solo China es un socio comercial más importante.

La importancia de Brasil para EE. UU. es asimétrica: Brasil es mucho más relevante como mercado para vender productos (noveno mayor comprador de bienes estadounidenses) que como proveedor de bienes (puesto 18 entre los países que venden a EE. U.U.), de acuerdo con los datos de 2024 del US Census Bureau.

Así, Estados Unidos suele tener superávit en su relación comercial con Brasil, y esto ocurre desde hace varios años. La información disponible en el sitio web del MDIC muestra que, entre 1997 y 2025 (período para el cual hay datos disponibles), Estados Unidos vendió más de lo que compró, con un saldo acumulado de casi 50.000 millones de dólares.

Desde 2009, la balanza comercial ha sido favorable a Estados Unidos. Desde entonces, el superávit estadounidense asciende a 90.300 millones de dólares.

Según el ministerio de Desarrollo, en 2024 Brasil vendió a Estados Unidos principalmente petróleo crudo, hierro o acero semimanufacturado, café en grano, pastas químicas de madera (utilizadas en la industria, por ejemplo, para fabricar papel), así como aviones y otros vehículos aéreos. También se destacan la carne bovina y el jugo de naranja. Brasil es el mayor exportador mundial de jugo de naranja.

Por su parte, los principales productos que Estados Unidos vendió a Brasil, según la lista del MDIC de 2024, fueron componentes para la fabricación de aviones (partes de turborreactores o de turbohélices, así como turborreactores con un empuje superior a 25 kN), gas natural licuado y petróleo crudo. El gasóleo (diésel), las naftas para petroquímica (líquido derivado del petróleo utilizado en esta industria) y el carbón bituminoso también figuran entre los principales productos.

Productos de alta concentración

En mayo de 2025, un análisis de la consultora Nexus Pesquisa e Inteligência de Dados mostró que, de los diez productos más importados por Brasil, cinco proceden de Estados Unidos, destacando especialmente los turborreactores utilizados en aeronaves.

Desde Estados Unidos provinieron el 85 por ciento de los turborreactores con empuje superior a 25 kN y el 66 por ciento de las partes de turborreactores o turbohélices utilizados en la fabricación de aviones. Estados Unidos también fue la fuente del 54,5 por ciento de las naftas para petroquímica, según el informe.

Esta situación de alta concentración en pocos proveedores sugiere que la imposición de aranceles por parte de Brasil —como amenazó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en respuesta a un nuevo aumento arancelario anunciado por el presidente Donald Trump— tendría un impacto significativo en la balanza comercial entre ambos países, según concluye el informe de la consultora Nexus.

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