Severo plan de ajuste fiscal en Francia

INTERNACIONAL

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Primer ministro de Francia, François Bayrou / Foto: Ugo Bronszewski

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El primer ministro de Francia, François Bayrou, propuso este martes (15.07.2026) un plan de ajuste fiscal de 43.800 millones de euros en 2026 para reducir el déficit público y financiar el alza del gasto militar. «Esta es nuestra hora de la verdad», aseguró Bayrou, en referencia a las arcas públicas, que registraron un déficit público del 5,8 por ciento del PIB en 2024 y una deuda pública de casi el 114 por ciento en marzo.

La congelación de las pensiones, la reducción del empleo público o el recorte del gasto social y sanitario para frenar lo que desembolsa el Estado, son algunas de las medidas esbozadas por Bayrou en una intervención especial ante el Gobierno y la cúpula parlamentaria. «Cada segundo, la deuda de Francia aumenta en 5.000 euros», señaló Bayrou, lamentando que el país se haya «vuelto adicta al gasto público».

A eso se suman potenciales nuevas fuentes de ingresos, como una «contribución de solidaridad» para las personas con mayores ingresos, así como un nuevo impulso a la lucha contra el fraude fiscal y a la recuperación de las cantidades defraudadas. Además, Bayrou puso sobre la mesa la posibilidad de suprimir dos festivos, porque «tenemos que aumentar nuestra producción, no producimos lo suficiente».

Esfuerzo mancomunado

«Todo el mundo deberá participar en el esfuerzo frente a la magnitud del desafío. Es ilusorio pensar que una categoría u otra pueda cargar sola con el peso», subrayó el jefe de gobierno, de 74 años. Su objetivo es llegar a 2029 con cifras por debajo del límite europeo del 3 por ciento de déficit. La hoja de ruta marcada por el Gobierno parte de un objetivo de déficit del 5,4 por ciento en 2025 y de 4,6 por ciento en 2026.

Pero la tarea se anuncia difícil. El gobierno carece de mayoría parlamentaria y la oposición ya amenazó con dejar caer a Bayrou durante el trámite de los presupuestos de 2026, como le ocurrió a su predecesor Michel Barnier en diciembre. Para convencer a los reticentes, el primer ministro presentó un panorama sombrío para Francia con el aumento de la «violencia» en el mundo con las guerras y las tensiones comerciales. En este contexto, la deuda «es un peligro mortal para un país», opinó.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, informó este domingo (13.07.2025) de un significativo aumento del presupuesto de Defensa, que en 2027 duplicará a las cifras que tenía el país europeo 10 años antes. El mandatario aseguró que la libertad nunca estuvo «tan amenazada» desde 1945, lo que exige un esfuerzo adicional, porque «para ser libres, nos deben temer».

En un discurso ante las Fuerzas Armadas en París la víspera de la fiesta nacional del 14 de julio, Macron esbozó un panorama sombrío en el mundo, donde «la ley del más fuerte es la que prevalece». Desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, «nunca la paz en nuestro continente había estado tan amenazada y había dependido tanto de nuestras decisiones actuales», agregó el jefe de Estado.

El mandatario puso como ejemplo «los imperialismos y las potencias de anexión» como Rusia, que desató una guerra en febrero de 2022 con la agresión a gran escala contra su vecina Ucrania. «Seamos claros, para ser libres en este momento nos tienen que temer y para que nos teman tenemos que ser fuertes», señaló el mandatario, para luego lamentar que Estados Unidos haya «añadido una especie de incertidumbre» al contexto internacional.

Aumento en tiempos de recortes

En Francia, su Ley de Programación Militar prevé 413.000 millones de euros para las Fuerzas Armadas entre 2024 y 2030, hasta alcanzar los 67.400 millones de euros en 2030. Sin embargo, Macron anunció que revisará esta ley para lograr ya en 2027 un gasto militar de 64.000 millones de euros, es decir el doble que cuando llegó al poder en 2017. Eso implicaría un aumento presupuestario de más de 6.000 millones de euros entre 2026 y 2027, en un contexto de déficit público y deuda pública elevados.

Parte de ese dinero financiará un aumento en los salarios de los miembros de las Fuerzas Armadas, apuntó Macron, que tildó el esfuerzo presupuestario de «histórico y proporcional». En un contexto de ahorro del gasto público, con la misión de recortar 40.000 millones de euros de cara al presupuesto de 2026, el presidente aseguró que ese desembolso extraordinario no se financiará con la emisión de deuda.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometió ya en 2017 con el concepto de autonomía estratégica. «En materia de defensa, debemos dar a Europa la capacidad de actuar de forma autónoma, complementando a la OTAN», dijo entonces en un discurso en la Universidad de la Soborna, en París.

Su llamado cayó en oídos sordos. Pero eso ha cambiado por la invasión rusa de Ucrania y, sobre todo, por la reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien ha dicho que no quiere garantizar incondicionalmente la seguridad europea.

La Unión Europea (UE) adoptó recientemente el paquete «ReArme Europa». El objetivo es invertir alrededor de 800.000 millones de euros en el sector de defensa hasta 2030. Francia podría jugar ahí un papel central, pero no está sola en esto, dicen expertos.

La experiencia operativa francesa

Se espera que el presupuesto militar anual de Francia se duplique para 2030. Analistas sostienen que un aumento del gasto militar podría generar crecimiento económico adicional de cerca del 1,5 por ciento.

Con cerca de 20.000 empresas que dan empleo a unas 200.000 personas, el sector de defensa francés es la columna vertebral de la UE en materia de defensa, dice Fanny Coulomb, economista de defensa de la Universidad de Ciencias Políticas de Grenoble.

«Francia está presente en prácticamente todos los segmentos de producción», explica. «Tras el fin de la Guerra Fría, en la década de 1990, el gasto se redujo. Pero, después de los atentados en Nueva York del 11 de septiembre de 2001 y la posterior guerra contra el terrorismo, esta tendencia se revirtió. Francia también ha llevado a cabo misiones en el extranjero, como en Libia o en la región del Sahel», explica.

Como resultado de ello, el país ha mantenido una auténtica cultura de guerra, añade Sylvie Matelly. La economista, también especializada en el sector de defensa, es directora del think tank Instituto Jacques Delors. «Es necesario comprender con precisión la amenaza para saber qué armas son necesarias. Francia ha conservado esta capacidad analítica, a diferencia de Alemania», explica la experta.

Francia es pionera en los llamados «sistemas de sistemas», es decir, productos de alta tecnología. «Hemos reducido drásticamente la producción de armas ligeras y municiones. Pensamos que sería más fácil aumentar la producción de estos elementos menos complejos», señala Matelly.

Pero, ahora, la reanudación de la producción de armas ligeras y municiones puede no estar libre de problemas, estima Coulomb. «Se necesitarán grandes cantidades de materias primas, que se han vuelto difíciles de obtener desde que entraron en vigor las sanciones contra Rusia, proveedor de materias primas», dice la economista. «Además, necesitamos formar más ingenieros y especialistas. Y está el problema del dinero. El país tiene una alta deuda y debe realizar ahorros drásticos para reducir el déficit presupuestario».

«La disputa en la Casa Blanca entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a fines de febrero, fue un punto de inflexión», dice a DW François Mattens, vicepresidente de Defense Angels. «Desde entonces me llaman muchos inversores que antes se mostraban indecisos», explica Mattens. Para él, las startups juegan un papel central en el desarrollo de la industria de defensa.

Cailabs también ha visto más interés después de lo ocurrido en la Casa Blanca. La startup, fundada en 2013, produce estaciones de óptica solar, que se comunican con los satélites a través de láseres. Las estaciones pueden establecer conexiones a internet, así como líneas de comunicación seguras, y son competidoras directas de la red satelital Starlink, del multimillonario estadounidense Elon Musk.

«Nuestras estaciones son considerablemente más difíciles de localizar porque no se basan en señales de radio y, además, son demasiado grandes para ser utilizadas en primera línea», explica a DW el director general de la firma, Jean-François Morizur. «Hasta ahora exportamos la mayor parte de nuestros productos a Estados Unidos, pero eso podría cambiar pronto, también gracias a la financiación aprobada por la UE».

Francia y Europa se necesitan

La startup parisina Kayrros firmó hace poco sus primeros contratos con empresas de defensa. La firma analiza los cambios en las imágenes satelitales a través de la inteligencia artificial. Esto pronto podría incluir movimientos de soldados.

«Francia desempeñará un papel importante con su experiencia en materia espacial en el desarrollo armamentístico, porque acá hay una especie de pequeño Silicon Valley», sostiene Antoine Halff, cofundador de Kayrros.

«Francia no puede sustituir a Estados Unidos como nuevo líder en materia de seguridad. Acá se trata de cooperar con países como Alemania o Italia», dice a DW, por su parte, la politóloga Delphine Deschaux-Dutard.

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