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Tailandia lanzó este jueves (24.07.2025) ataques aéreos contra dos objetivos militares en Camboya, según informó el Ejército tailandés, después de que estallara un enfrentamiento entre las fuerzas armadas de ambos países del que las partes se acusan mutuamente.
«¡Los F-16 han lanzado ataques! Los puestos militares camboyanos de las Divisiones 8 y 9 (Comandos de Fuerzas Especiales) han sido destruidos», dijo en una publicación de Facebook la división Segunda Región del Ejército tailandés, desplegada en el noreste.
El Ministerio de Defensa de Camboya condenó la «brutal agresión militar» por parte de Tailandia y añadió que Nom Pen no tiene «más remedio que utilizar su derecho soberano y territorial para defenderse contra la invasión del Ejército tailandés».
Mientras, la Embajada de Tailandia en Camboya pidió a sus nacionales que abandonen el país, tras el enfrentamiento entre los Ejércitos de ambas naciones iniciado hoy y ante la posibilidad de que los ataques «se prolonguen y se expandan».
El Ejército tailandés dijo que las fuerzas de Nom Pen abrieron fuego en un área fronteriza de la provincia de Surin y que seis soldados camboyanos se encontraban frente a una base de operaciones tailandesa «completamente armados, incluyendo lanzacohetes».
En pleno reavivamiento de la histórica disputa territorial que mantienen Bangkok y Nom Pen, el primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, confirmó ante los medios que se habían producido disparos en una zona reclamada por ambas partes y que los detalles alrededor de lo ocurrido están siendo investigados.
La primera ministra de Tailandia, Paethongtarn Shinawatra, dijo este viernes (28.02.2025) que la deportación la víspera de 40 uigures, minoría musulmana china perseguida por Pekín, cumple con la normativa internacional, después de que la decisión fuera criticada por la ONU.
La dirigente dijo que el procedimiento se llevó a cabo «respetando principios internacionales» y con la confirmación por parte de Pekín de que no se emprenderán acciones legales contra los uigures, en declaraciones recogidas por el portal oficial del Gobierno tailandés.
«Repatriar uigures a China es definitivamente una cuestión de derechos humanos, no un acuerdo comercial», defendió la primera ministra, y dijo que Pekín garantizó que estas personas, que llevaban más de diez años en un centro de detención tailandés, estarán en libertad y se reencontrarán con sus familias.
Shinawatra agregó que el Gobierno chino permitirá que las autoridades tailandesas puedan viajar (a China) para «supervisar el bienestar de los uigures que han sido devueltos».
En otro comunicado divulgado también por el portal oficial, el Ejecutivo tailandés explicó que China presentó una solicitud para extraditar a 45 uigures, sin explicar qué ha pasado con los otros cinco.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) denunció la deportación y afirmó que viola el derecho internacional.
La ONU había advertido a finales de enero a Tailandia que parara «de inmediato» cualquier plan de deportar a China a 48 uigures por el riesgo a represalias contra los miembros de esta minoría. Se desconoce cuál es la situación de los ocho no deportados.
Los 48 uigures forman parte de un grupo de unas 350 personas de esta minoría emparentada con pueblos de Asia central que fueron arrestados en 2014 al entrar de manera irregular en Tailandia.
En 2015, Bangkok deportó a más de 100 hombres uigures a China, lo que desató una ola de indignación internacional, y en paralelo envió a 170 mujeres y niños uigures a Turquía.
El resto del grupo que no fue deportado permaneció desde entonces en régimen de incomunicación, sin acceso a abogados, familiares ni representantes de organismos de la ONU.
En los últimos años, varias oenegés han acusado a Pekín de reprimir a esta minoría procedente de Xinjiang (oeste del país) y detener a miles de uigures en centros de reeducación.
*Imagen ilustrativa.
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