Paguen para entrar

INTERNACIONAL

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Foto: rawpixel.com

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Los países que solicitan visas de turismo o de negocios tendrán que pagar una fianza de hasta 15.000 dólares para entrar en Estados Unidos, según un proyecto piloto revelado este lunes (04.08.2025) por el Departamento de Estado.

Con el objetivo declarado de frenar la inmigración ilegal, el presidente estadounidense Donald Trump tomó una serie de medidas drásticas desde que regresó al poder en enero.

El republicano, de 79 años, decidió vetar o restringir la entrada a ciudadanos de 19 países que se encuentran en África, tienen población de mayoría musulmana o son gobernados por la izquierda como Cuba y Venezuela.

Además ha bloqueado la solicitud de visas a algunos estudiantes.

La iniciativa piloto de solicitar entre 5.000 y 15.000 dólares en depósito se publicará el martes en el registro federal y entrará en vigor 15 días después.

Se trata de garantizar que los solicitantes de visa no excedan la estadía autorizada en Estados Unidos.
Evitar que excedan estadía

El proyecto piloto tiene una duración de 12 meses y se aplica tanto a visas de negocios como de turismo, según el aviso del Departamento de Estado.

El viajero recuperará el dinero si cumple las normas y lo perderá si se queda en el país más tiempo del permitido.

El programa se aplica a ciudadanos de países identificados por el Departamento de Estado con altas tasas de permanencia más allá de la fecha permitida o en los que el control y verificación de la información «son considerados insuficientes», se lee en el aviso.

Preguntado por la AFP, el Departamento de Estado no ha ofrecido detalles.

En un informe sobre el año fiscal de 2023, que comienza el 1 de octubre del año anterior y termina el 30 de septiembre, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) estadounidense dio cuenta de unos 565.000 casos de estancias prolongadas, es decir 1,45% del total.

En otras palabras, el 98,55% de los visitantes no inmigrantes «salieron de Estados Unidos a tiempo y de acuerdo con los términos de su admisión», se lee en el informe.

Miles de simpatizantes de Jair Bolsonaro salieron a las calles este domingo (03.04.202t) en varias ciudades de Brasil tras el anuncio de Estados Unidos de imponer aranceles al país y sanciones contra el juez a cargo del juicio al expresidente.

Las movilizaciones tuvieron lugar en Sao Paulo, Brasilia o Río de Janeiro, donde los manifestantes desfilaron bajo los colores verde y amarillo de la bandera nacional y exhibiendo carteles dando las gracias al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El gran ausente de estas manifestaciones fue el propio Bolsonaro. El exmandatario de 70 años, investigado por presunta obstrucción a su juicio por intento de golpe de Estado, debe usar un brazalete electrónico, quedarse en casa las noches y los fines de semana, y tiene prohibido utilizar redes sociales.

«Él no puede hablar, pero nosotros podemos hablar por él», dijo el congresista Marco Feliciano, arengando a los manifestantes reunidos en la Avenida Paulista, la emblemática arteria de São Paulo donde tuvo lugar la principal manifestación el domingo.

Un miembro del entorno de Jair Bolsonaro envió a la AFP un video del expresidente (2019-2022), en bermudas y con la camiseta de la selección brasileña de fútbol, viendo imágenes de las protestas en su teléfono.

Acusado de conspirar para mantener su poder a pesar de su derrota electoral de 2022 ante el actual presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, se expone a ser condenado a una larga pena de prisión en un proceso que se prevé que concluya en las próximas semanas.

El miércoles, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones financieras al juez de la corte suprema de Brasil Alexandre de Moraes, quien está a cargo del juicio y también es criticado por los bolsonaristas por su lucha contra la desinformación, que equiparan con «censura».

El mismo día, Trump invocó una «caza de brujas» contra su aliado sudamericano de extrema derecha para imponer un recargo arancelario del 50% a productos brasileños importados por su país, una medida que entrará en vigor el 6 de agosto.

En la playa de Copacabana, donde tuvo lugar la manifestación en Río de Janeiro, Flavio Bolsonaro, hijo mayor del expresidente, celebró las sanciones impuestas al juez Moraes: «La mayor democracia del mundo lo ha designado como un violador de derechos humanos».

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