Expectativa en Europa por reunión Trump-Putin

INTERNACIONAL

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Canciller alemán, Friedrich Merz / Foto: Prachatai

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Convidado de piedra. Así lo sienten los líderes europeos en los momentos previos a la reunión entre el presidente de Estados Unidos y el autoritario invasor ruso.

Los gobiernos europeos, socialdemócratas en su mayoría aunque sin el radicalismo del socialista español Pedro Sánchez, están aguardando los resultados de la reunión de Alaska con una mezcla de preocupación con incertidumbre. Se sienten jugadores en el banco de espera.

Los esfuerzos europeos por sostener al ejército ucraniano aportaron poco, pero apreciable para el gobierno de Zelenski. No alcanzaron para contener la ofensiva rusa. Ahora se sienten desplazados para apuntar a una solución al conflicto por la intervención ─tipo tormenta tropical─ de Donald Trump.

Europa perdió el rumbo, también en este caso. Aún así insisten en mantenerse al margen de la política exterior de Washington.

El canciller alemán, Friedrich Merz, dijo este viernes (15.08.2025) antes de la reunión en Alaska entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladímir Putin respectivamente, que la cita entre esos dos mandatarios debe tener como resultado un alto el fuego en el conflicto ruso-ucraniano.

«En la cumbre se debe acordar un alto el fuego. Ucrania necesita garantías de seguridad sólidas», señaló Merz en hilo de seis mensajes publicados en su cuenta de X.

«Esperamos que el presidente Putin se tome en serio la oferta de diálogo del presidente Trump y, tras la reunión en Alaska, inicie negociaciones incondicionales con Ucrania», abundó Merz, para el que la reunión entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia es una «oportunidad para acordar un alto el fuego y el fin de las hostilidades».

El canciller alemán también recordó, en vista de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no estará presente en Alaska, que «las cuestiones territoriales sólo pueden decidirse con el acuerdo de los ucranianos».

Además, Merz apuntó que Trump «puede lograr un paso importante hacia la paz» en la guerra que comenzó en febrero de 2022 con la invasión rusa de Ucrania.

Según Merz, Trump «merece nuestro agradecimiento por esta iniciativa y por la estrecha coordinación de los últimos días».

«En nuestras últimas conversaciones, los socios europeos le aseguramos nuestro apoyo continuo a Ucrania. El presidente Trump puede contar con ello», concluyó el jefe del Gobierno alemán.

Varios centenares de manifestantes en la ciudad de Anchorage (Alaska) se concentraron para rechazar la llegada este viernes de Vladímir Putin, el primer presidente ruso que visita la antigua colonia y que se verá con su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien busca regresar de este histórico cara a cara con un compromiso de paz para Ucrania.

«Putin es un criminal de guerra y no le deberíamos estar dando bienvenida a nuestro país y mucho menos a Alaska», señaló a EFE, Rachel Coney, unos de los alrededor de 500 manifestantes que se concentraron en Anchorage, la ciudad más grande del estado de Alaska, donde este viernes se verán en una cumbre inédita Trump y Putin.

Con un mar de banderas de Ucrania, girasoles y carteles con lemas como «no queremos criminales de guerra en Alaska, ni felones en la Casa Blanca», vecinos de Anchorage mostraron su rechazo a la visita del mandatario ruso en un ambiente festivo.

«Llevamos protestando desde que Trump comenzó a comportarse como un monarca, pero esta es la concentración más grande que hemos visto hasta ahora», señala Marie Allen Lambert, que coincide con otros que los habitantes de Alaska son muy orgullosos de su tierra y no celebrarán la llegada del presidente ruso, que tiene un orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.

«Alaska está con Ucrania» rezan algunos carteles en una comunidad que habla de el Estados Unidos continental como «los de más abajo del 48», el paralelo que los divide del resto del país, que los aceptó como estado solo en 1959, en plena Guerra Fría.

«Trump no se merece ningún premio Nobel de la Paz. No tiene el interés de los ucranianos en mente y, de hecho, es responsable de muchas muertes de niños, empezando por las muertes de muchos estadounidenses durante la pandemia del COVID-19», señala Coney.

Esta ciudad de 300.000 habitantes, que vive ahora sus meses de verano más turísticos bajo el largo sol del invierno ártico, recibe esta cumbre ruso-estadounidense con curiosidad, pero en general ajena al devenir de periodistas y aviones oficiales rusos que anteceden a la cumbre.

Por primera vez, un presidente ruso pondrá el pie en la que fuera colonia de la Rusia imperial hasta 1867, cuando fue vendida por 7,2 millones de dólares (unos 100 millones de dólares en la actualidad) a Estados Unidos.

En un intento por influir en el resultado de la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en Alaska el viernes 15 de agosto, destacados líderes europeos mantuvieron una videollamada con el mandatario estadounidense, mientras Alemania recibía en Berlín al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, publicó en X que Europa, Estados Unidos y la OTAN «reforzaron el terreno común para Ucrania» y que mantendrán una estrecha coordinación.

La intervención diplomática de la UE buscaba transmitir a Trump el deseo colectivo del bloque por la paz, pero también informarle de los presuntos objetivos de su homólogo ruso y advertirle contra la posibilidad de ceder territorio ucraniano en las conversaciones.

Había cierta esperanza de que los aliados europeos hubieran logrado convencer a Trump de no vender los intereses ucranianos y europeos. Sin embargo, como permanecerán lejos mientras Trump y Putin mantengan conversaciones a puerta cerrada en Alaska, persisten las tensiones sobre lo que pueda suceder.

¿Qué espera Europa de las conversaciones Trump-Putin?

Durante la llamada a Trump, Ucrania y sus aliados europeos señalaron que querían un alto el fuego antes de iniciar cualquier negociación con Rusia. El presidente estadounidense parece haber tomado nota, aunque no lo considera una condición previa: cree que un alto el fuego «sería un gesto de buena voluntad por parte de Rusia», informó CNN.

Aunque Trump se reúne con Putin sin Zelenski en Alaska, insinuó que podría celebrarse pronto una reunión trilateral que incluya al presidente ucraniano. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que esa reunión a tres podría realizarse en un país neutral en Europa después del cara a cara en Alaska.

Trump había dicho antes que podría ser necesario intercambiar algo de territorio para acabar con la guerra. Pero, tras hablar con los europeos, afirmó que no se harían concesiones de ese tipo sin que Zelenski estuviera presente.

Y, aunque Trump sigue oponiéndose a que Ucrania se una a la OTAN ─algo que Kiev ha considerado durante mucho tiempo esencial como garantía de seguridad─, expertos sugieren que Estados Unidos podría estar más abierto a ofrecer otro tipo de garantía para disuadir futuras agresiones rusas. «La naturaleza de las garantías de seguridad de Estados Unidos y sus contribuciones prácticas estaría sujeta a futuras negociaciones», comenta a DW Kristine Berzina, investigadora sénior en Washington D. C. del German Marshall Fund (GMF).

Ucrania y la UE también esperan que Estados Unidos pida a Rusia que pague parte de la enorme factura de reconstrucción como parte de futuras negociaciones. Se estima que reparar los daños causados por los bombardeos rusos en Ucrania costará entre 500 000 millones y un billón de dólares.

Kiev y sus aliados sostienen que parte de esa suma debería salir de los activos rusos congelados, unos 200 000 millones de euros localizados principalmente en Bélgica, sobre todo en un banco llamado Euroclear. También se busca que el presidente Trump exija la devolución de miles de niños ucranianos secuestrados por Rusia, así como de prisioneros de guerra ucranianos. El bloque confía además en que Estados Unidos endurezca su postura e imponga sanciones secundarias a Rusia si el presidente ruso se niega a cesar el fuego.

¿Y qué teme Europa?

Pese a cierto alivio tras la llamada, todavía hay temores de que Putin pueda superar a Trump en astucia.
Europa enfrenta un escenario complicado si Putin convence a Trump de cortar el suministro de armas a Ucrania ─incluso a través de socios europeos─ y de suspender el intercambio de inteligencia, ya que Ucrania necesita tanto la información de reconocimiento como el equipamiento militar estadounidense.

Otro temor europeo es que Estados Unidos retire sus activos del continente y debilite la alianza. «Rusia quiere expulsar a Estados Unidos de Europa del Este y afirmar su dominio militar. Putin podría usar esta reunión para alentar a Estados Unidos a retirar tropas de Europa», dice Rafael Loss, investigador del European Council on Foreign Relations (ECFR). Una posibilidad preocupante, ya que «Estados Unidos ya está revisando su despliegue global de fuerzas». «En ese caso, ante todo, los europeos tendrían que reforzar sus propias defensas» en los países de Europa del Este, añade Loss.

«Se prevén reducciones de tropas estadounidenses, aunque el alcance de la retirada aún no está claro», dice, por su parte, Kristine Berzina, del GMF. «Pero, por supuesto, este proceso ocurre al mismo tiempo que toman forma las negociaciones entre Ucrania y Rusia. Será complicado para Estados Unidos retirar tropas de Europa si quiere enviar a Rusia la señal de que está profundamente comprometido con la seguridad europea».

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