INTERNACIONAL

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Las discusiones sobre el carácter autocrático del presidente de Serbia están a la orden del día. Para superarlas, mejor mirar los alrededores. Vucic es más que un aliado de Rusia, es un peón de China en los Balcanes, una zona de permanente riesgo para la paz. Solamente recordar la guerra con Bosnia acredita la afirmación. China es, después de Alemania, el principal socio comercial de Serbia con un desequilibrio que crece año tras año. A favor de China por supuesto. La maniobra típica de Pekín para «ocupar» territorio sin la violenta manifestación de Putin. Xi visitó Serbia y sostuvo la inquebrantable relación de ambos países generando otro foco de tensión con el bloque occidental.
La Policía de Serbia ha detenido a 42 personas en las manifestaciones antigubernamentales que tuvieron lugar la pasada noche en la ciudad de Novi Sad, en el norte del país, con violentos enfrentamientos que dejaron decenas de heridos. La operación policial para dispersar a la multitud, llevada a cabo por cientos de agentes, concluyó bien entrada la madrugada. «En total, durante las protestas de anoche fueron detenidas o llevadas 42 personas. Se dañaron 18 vehículos policiales y se incautó una pistola de servicio de un policía», dijo este sábado (06.09.2025) el ministro del Interior, Ivica Dacic, en declaraciones a la emisora pública RTS.
El ministro añadió que 14 policías resultaron heridos y acusó a los manifestantes de haber iniciado los enfrentamientos tirando piedras y palos contra los agentes que acordonaban la protesta, afirmando que se trató de un «ataque masivo y brutal». Por el contrario, según la televisión N1, la manifestación, que congregó a varios miles de personas (entre 7.000, según el Gobierno, y 20.000, según la ONG serbia «Archivo de reuniones públicas») transcurrió pacíficamente hasta que la Policía intervino lanzando gas lacrimógeno contra los ciudadanos, que fueron golpeados con porras.
Acusaciones cruzadas responsabilizando de la violencia
El gas fue luego arrojado deliberadamente dentro de dos facultades donde los manifestantes se habían refugiado de la brutalidad policial. Las imágenes transmitidas en vivo por N1 mostraron cómo algunos ciudadanos se habían refugiado en automóviles, llorando y declarando que no habían presenciado un tipo de violencia semejante desde la época del régimen autoritario del fallecido Slobodan Milosevic, que fue presidente de la antigua Yugoslavia entre 1997 y 2000. Decenas de personas resultaron heridas, según indicaron a N1 fuentes de la Facultad de Medicina sin especificar la cifra exacta de lesionados.
La manifestación, convocada bajo el lema «Serbia, ¿nos escuchas?» por grupos de estudiantes para denunciar que el Ejecutivo vulneró la autonomía de la Universidad al acabar por la fuerza los encierros iniciados hace meses en las Facultades de Filosofía y de Deportes en Novi Sad, es parte de una masiva oleada de protestas ciudadanas que sacude al país desde noviembre pasado. El detonante fue el derrumbe de una marquesina en la estación de trenes de Novi Sad, que causó la muerte de 16 personas.
Las manifestaciones, casi diarias, contra el presidente Aleksandar Vucic, han transcurrido mayoritariamente de forma pacífica. Sin embargo, a mediados de agosto degeneraron en violencia, que los manifestantes atribuyeron a la mano dura de la Policía. Vucic acusó a última hora del viernes a los manifestantes de intentar «amenazar la estabilidad y la seguridad de Serbia» y «ocupar las instalaciones universitarias de Novi Sad». «Los serbios deben saber que el Estado es más fuerte que nadie… eso siempre será así», afirmó. El domingo se celebrarán manifestaciones a favor del gobierno en toda Serbia, añadió el presidente.
Quizás sea coincidencia que la visita a Belgrado del jefe de Estado chino, Xi Jinping, haya comenzado el 7 de mayo. O quizás no. Ese día, en 1999, fue cuando bombas de la OTAN alcanzaron la embajada china en la ciudad, matando a tres periodistas chinos y dejando una veintena de heridos. El ataque tuvo lugar durante la guerra en Kosovo, después de que la alianza militar occidental interviniera ─sin mandato de la ONU─ para detener los crímenes contra los albaneses étnicos.
En ese momento, la OTAN aseguró que la embajada había sido atacada por error, pero China siempre ha dudado de la explicación. En un artículo de opinión publicado este martes 7 de mayo en un periódico serbio, Xi escribió: «No debemos olvidar que hoy hace 25 años, la OTAN bombardeó descaradamente la embajada china en Yugoslavia».
Con este hecho como telón de fondo, China ─y sus más de 1.400 millones de habitantes─ y Serbia ─con 6,6 millones─ se han convertido en aliados en la lucha contra el orden mundial liderado por Estados Unidos.
Se trata de economía
El principal interés de ambos países con las relaciones económicas. Gracias a un enorme préstamo chino equivalente a 3.200 millones de euros, Serbia está construyendo actualmente 5 mil kilómetros de alcantarillas y 159 plantas de tratamiento de aguas residuales. Empresas chinas también operan una enorme acería en el centro de Serbia, una fundición y una mina de cobre en el este del país, además de una planta de neumáticos en el norte.
El gigante asiático está involucrado asimismo en la construcción de un nuevo distrito en la capital serbia, incluido un estadio de última generación, mientras Belgrado se prepara para la Expo 2027.
Serbia da acceso a la UE
Las empresas chinas llevan muchos años utilizando a Serbia como puerta de entrada al mercado de la Unión Europea (UE). Aunque el país balcánico tiene acuerdos comerciales con Bruselas, no es miembro del bloque y, por ende, no debe atenerse a las estrictas normas del grupo.
El presidente Aleksandar Vucic, a quien sus críticos describen como un autócrata, mantiene a la prensa bajo control, y suele estar presente en la inauguración de proyectos construidos por China, como un puente en la capital, un nuevo tramo de autopista o incluso una línea ferroviaria entre Budapest (Hungría) y Belgrado.
Para Stefan Vladisavljev, del Fondo de Belgrado para la Excelencia Política, China se ha convertido en uno de los «pilares» del desarrollo económico y de infraestructura de Serbia en los últimos 15 años, lo que va de la mano con el discurso del Gobierno, que promete progreso, empleos y mejores salarios.
El segundo socio comercial de Serbia
Tras Alemania, China es el segundo mayor socio comercial de Serbia. Mientras el déficit comercial con Alemania ascendió a 500 millones de euros en 2023, con China llegó a 3.400 millones de euros. Un acuerdo de libre comercio que entrará en vigor en julio pretende cambiar este desbalance. Vucic ha dicho que el objetivo principal es vender más verduras, frutas, licores y vinos a los chinos.
La «amistad de acero», como Pekín y Belgrado describen la relación, se vio reforzada a comienzos de la pandemia del coronavirus, cuando China envió grandes cantidades de mascarillas y vacunas, un obsequio que quedó en la memoria de la ciudadanía. En cambio, la ayuda entregada por la Unión Europea, que superó los 100 millones de euros, apenas fue mencionada en la prensa.
Estos vínculos con China se suman a las fuertes relaciones de Serbia con Rusia, que Vucic mantiene pese a que oficialmente desea que su país ingrese a la UE. Serbia, que se ha negado a reconocer la independencia de su vecino Kosovo, recibe el apoyo de China y Rusia en esta postura, y ambas potencias tienen poder de veto en la ONU.
«Amigo ideal»
Mientras el apoyo ruso parece tener un costo político, especialmente desde que el Kremlin lanzó su ofensiva contra Ucrania, el respaldo chino aparentemente carece de condiciones. Vladisavljev dice al respecto que China tiene la «imagen fantasmal de un amigo ideal» para Serbia, lo que ha despertado sospechas tanto en la UE como en Estados Unidos, que ven a los Balcanes como zona de influencia occidental.
Todo indica que la mayor parte de la población serbia apoya las estrechas relaciones con China. Según sondeos recientes, la ciudadanía considera a Rusia y China como sus principales aliados, muy por delante de la Unión Europea y Estados Unidos.
*Imagen ilustrativa.
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