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Las manifestaciones en varias ciudades de Nepal, un pequeño país de treinta millones de habitantes, terminaron con el gobierno de Sharma Oli, jefe del gobierno en su cuarto mandato y además titular del partido comunista nepalí.
La corrupción generalizada, el enriquecimiento ilícito de la familia gubernamental y sus principales socios políticos, resultó intolerable para la población nepalí especialmente el sector juvenil. Se suma además el nepotismo abierto y sin tapujos, que había hecho de la función pública un sistema hereditario. También resultaban intolerables las fastuosas vidas de los hijos de los gobernantes, que conviven con la población que reclama mejoras urgentes.
La gota que rebalsó el vaso fue la decisión del gobierno de prohibir el funcionamiento de las redes sociales, para evitar el vínculo de la población con otras ciudades del pequeño país. Muertos, heridos, incendio en el Parlamento. El comunista Oli renunció y escapó en un helicóptero. Todavía no se sabe donde.
El Ejército de Nepal, que asumió el control de la seguridad del país, anunció este miércoles (10.09.2025) la extensión del toque de queda a nivel nacional hasta el jueves, tras una violenta oleada de protestas que ya deja 25 muertos y forzó la dimisión del Gobierno.
En un comunicado, las fuerzas armadas calificaron la medida de «necesaria para salvaguardar la paz y la seguridad», informó el diario nepalí The Kathmandu Post. El Ejército también se mostró dispuesto a facilitar conversaciones entre las partes para buscar una salida política a la crisis, pero «advirtió que cualquier protesta que involucre vandalismo, saqueos, incendios o ataques será tratada como un acto criminal».
Corrupción y nepotismo
Nepal continúa en un escenario de máxima tensión tras los disturbios violentos, liderados inicialmente por la denominada «Generación Z» que, ayer, forzó la dimisión del primer ministro nepalí K.P. Sharma Oli. La chispa fue una impopular prohibición gubernamental de 26 plataformas de redes sociales, pero la razón de fondo de la revuelta está enraizada con una profunda frustración acumulada contra la corrupción sistémica, el nepotismo, simbolizado en campañas virales contra los «Nepo Kids» (hijos de la élite) y una clase política que se ha turnado en el poder durante décadas.
La crisis escaló dramáticamente el martes con el asalto e incendio del Parlamento y ataques coordinados a las residencias de múltiples líderes políticos. Por el momento, las autoridades han reportado la muerte de 25 personas en las protestas, entre ellas la de Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del ex primer ministro Jhalanath Khanal. Chitrakar falleció ayer martes por las graves quemaduras sufridas después de que manifestantes incendiaran su residencia con ella dentro, un acto que ha conmocionado a la nación.
Dos manifestantes fallecieron en el Hospital Civil de Baneshwar, según informó Mohan Chandra Regmi, director ejecutivo del centro. El resto de fallecidos se registraron en diversos centros hospitalarios de la capital, donde eran atendidos por heridas de bala en la cabeza y el pecho.
Fuentes hospitalarias advirtieron que el número de víctimas podría aumentar aún más, con casi cuatro docenas de manifestantes ingresados en varios hospitales.
Enfrentamientos ante el Parlamento
Los enfrentamientos estallaron en la zona de New Baneshwar cuando los manifestantes derribaron las barricadas policiales que les impedían marchar hacia el edificio del Parlamento.
Algunos de ellos lograron incluso acceder a las instalaciones parlamentarias, lo que desencadenó la respuesta de la policía, que recurrió a cañones de agua, gases lacrimógenos e incluso fuego real para dispersar a la multitud.
La Oficina de Administración del Distrito de Katmandú anunció un toque de queda en varias zonas de la capital desde las 12:30 hasta las 22:00 hora local (06:45-16:15 GMT), después de que las protestas se intensificaran.
Miles de activistas salieron a la calle para protestar por la prohibición gubernamental de 26 plataformas de redes sociales no registradas, entre ellas Facebook, Instagramy X. Los manifestantes, que portaban pancartas condenando la corrupción, consideran el bloqueo «un ataque directo a la libertad de expresión».
Las protestas han sido bautizadas como protestas de la «Generación Z» porque están protagonizadas por miles de jóvenes nepalíes de entre 15 y 28 años, que han utilizado las redes sociales como principal canal de organización y crítica al Gobierno.
Protestas de la «Generación Z»
El detonante de las movilizaciones fue la decisión del Gobierno de ordenar a la Autoridad de Telecomunicaciones impedir el acceso a todas las plataformas que no se registraran ante las autoridades locales, como exige una nueva directiva.
Durante días, los jóvenes habían protestado en línea bajo las etiquetas «#NepoKid» y «#NepoBabies» para denunciar una cultura de nepotismo y amiguismo en la que, según ellos, las oportunidades laborales y políticas se heredan en lugar de ganarse por mérito.
No es la primera vez que Nepal choca con las grandes tecnológicas. En noviembre de 2023, el país prohibió TikTok por su «impacto negativo en la sociedad», aunque levantó el veto nueve meses después, una vez que la compañía china completó su registro oficial, sentando un precedente para la regulación actual.
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