ARGENTINA

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El mercado financiero argentino está atravesando unas jornadas de fuerte inestabilidad y se agravó tras la decisión de la Cámara de Diputados de rechazar los vetos presidenciales a las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia Pediátrica.
Ambas iniciativas, aprobadas en el Congreso, implican un aumento del gasto público sin previsión de recursos, lo que generó un inmediato impacto en las cotizaciones de bonos, acciones y en la demanda de dólares.
Al mediodía, los títulos Globales en dólares con ley extranjera registraban una caída promedio del 4%, con un riesgo país que trepó 162 puntos (+14%) hasta ubicarse en 1.408 unidades, después de marcar un máximo intradiario de 1.433. Se trata del nivel más alto desde septiembre del año pasado, lo que limita la posibilidad de acceder a financiamiento en los mercados internacionales y plantea interrogantes sobre la capacidad de repago de la deuda.
Según la consultora 1816, «los compromisos de deuda externa ascienden a 34.000 millones de dólares hasta 2027, y se necesitarían US$ 27.000 millones adicionales a los actuales para su cumplimiento sin incurrir en reservas netas negativas». La advertencia refleja la presión que enfrentará la administración de Javier Milei para sostener el programa económico en un escenario de creciente desconfianza.
El detalle por activo mostró pérdidas significativas: el Global 29 cayó 3%, a 68,32 dólares; el Global 30 retrocedió 3,1%, a 64,49; el Global 41 se hundió 4,4%, a 47,60; y el Global 38 perdió 3,3%, a 53,34 dólares.
La Bolsa porteña acompañó la tendencia. El índice S&P Merval descendió 5,6% en pesos hasta los 1.680.000 puntos, mientras que medido en dólares acumula desde enero una baja de 53,6%, con 1.106 puntos actuales frente al máximo alcanzado a comienzos de año. Entre las acciones más castigadas en Wall Street, se destacaron Edenor (-8,9%) y Banco Supervielle (-8,6%).
El contraste con los mercados internacionales es notorio: mientras Wall Street alcanza niveles récord, la plaza local se posiciona como la de peor desempeño en 2025 en el ámbito global. La combinación de factores políticos y económicos configura un cuadro de debilidad estructural que condiciona la continuidad de las reformas.
En el frente cambiario, la presión sobre el dólar se intensificó. El mayorista se sostuvo en $1.474,50 gracias a una intervención del Banco Central por US$ 53 millones, la primera desde abril. Sin embargo, las cotizaciones paralelas superaron los $1.500 y alcanzaron precios récord.
El dólar blue se ubicó en $1.515 para la venta, por encima del máximo previo de $1.500 del 12 de julio de 2024. El minorista avanzó a $1.496,85 en promedio entre bancos, mientras que en el Banco Nación cerró en $1.490.
La dinámica responde a un contexto político desfavorable para el oficialismo, que sufrió un traspié electoral en la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre y enfrenta una perspectiva complicada para las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre. El rechazo a los vetos en Diputados expone una correlación de fuerzas adversa y limita la capacidad del Gobierno para sostener el rumbo económico propuesto, a falta de más de dos años de mandato por delante.
En ese marco, la señal que envió el Congreso con la aprobación de mayores erogaciones sin financiamiento presiona sobre la estabilidad financiera reforzando la percepción de riesgo en los mercados internacionales.
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