Estonia teme invasión rusa

INTERNACIONAL

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Ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna / Foto: NATO North Atlantic Treaty Organization

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió este domingo (21.09.2025) defender a Polonia y a los países bálticos en caso de una escalada por parte de Rusia, tras la reciente violación de cazas rusos del espacio aéreo de Estonia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia anunció por su parte que el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará el lunes una reunión sobre este percance. No es la primera incursión de aparatos rusos en territorio de países de la UE. En la noche del 9 al 10 de septiembre, aviones de la OTAN derribaron drones rusos sobre Polonia. Trump aseguró entonces que «pudo haber sido un error».

El ministro de Asuntos Exteriores estonio, Margus Tsahkna, dijo 19 de septiembre, durante una reunión en Estocolmo con su homóloga sueca, Maria Malmer Stenergard, que la descarada violación del espacio aéreo de Estonia por parte de Rusia demuestra cómo Moscú está poniendo cada vez más a prueba los límites y subraya la necesidad de intensificar colectivamente la presión sobre Rusia.

Si bien Estonia es un país pequeño, es importante «que invirtamos mucho en seguridad», dice Kohv a DW. Ya actualmente, Estonia, Estado miembro de la Unión Europea, invierte un 3,4 por ciento de su producto interno bruto en defensa. Hasta 2029 será el 5,4 por ciento, un récord en la OTAN. «Tenemos aliados regionales, como Finlandia, nuevo miembro de la OTAN, y también otros de los países bálticos, como Lituania y Letonia, así como Polonia, la superpotencia militar en Europa», afirma.

Clave es la membresía de Estonia en la OTAN, subraya el experto. Gracias al Artículo 5 de la OTAN y su principio de seguridad colectiva, cualquier ataque a su país sería considerado un ataque contra toda la alianza. La tecnología armamentística de Estonia también es muy superior a la rusa, explica. Las amenazas de Rusia de atacar a Estonia con armas nucleares son vacías, señala, debido a la cercanía de Estonia a San Petersburgo, que también sufriría las consecuencias de un ataque así.

Más significativos que un hipotético ataque ruso a los países bálticos son los actuales actos de sabotaje contra varios Estados del mar Báltico: según expertos, repetidos daños a los cables de comunicaciones submarinos y la interferencia de las señales de navegación GPS, que provoca la desaparición de aeronaves de los radares. Como en abril de 2024, cuando dos vuelos desde Finlandia a Estonia tuvieron que regresar a Helsinki porque no pudieron aterrizar en Tallin. Al parecer, su señal GPS fue bloqueada por dispositivos de interferencia. Los barcos en el mar Báltico también se ven cada vez más afectados. Las agencias de inteligencia occidentales sospechan que las operaciones de interferencia se controlan desde el exclave ruso de Kaliningrado.

Kaliningrado, ¿una «daga dirigida contra Europa»?

En el exclave ruso de Kaliningrado, Rusia almacena gran cantidad de armamento militar, incluidos los misiles Iskander con capacidad nuclear, afirma el politólogo Sergei Suchankin, de la Fundación Saratoga, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos. En entrevista con DW, el experto, nacido en Kaliningrado, lo describe como una «daga dirigida contra Europa».

Suchankin advierte que Kaliningrado no solo está ubicado entre los países miembros de la UE Lituania y Polonia, sino que «era un bastión del Ejército soviético, uno de los lugares más fuertemente militarizados del mundo. Y hoy está en camino de volver a serlo».

A la logopeda Ave Ungro no le agrada la vecindad de su isla Hiiumaa con el exclave ruso en el mar Báltico, pero no piensa «ni en sueños» abandonar su isla «mágica».

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