Fin de izquierda en Bolivia

INTERNACIONAL

50375802637_b4cf4e7eac_c
Rodrigo Paz fue elegido presidente de Bolivia / Foto: Tasnim News Agency

Lectura: 9 minutos

El centroderechista Rodrigo Paz fue elegido presidente de Bolivia al vencer este domingo (19.10.2025) en el balotaje al exmandatario de derecha Jorge Quiroga, según el recuento oficial del Tribunal Supremo Electoral con más del 97% de las actas computadas.

Paz obtuvo 54,5% de los votos escrutados, frente al 45,4% de su rival. El economista de 58 años, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), pone fin a 20 años de gobiernos socialistas y deberá sacar a Bolivia de su peor crisis económica en cuatro décadas.

El senador opositor centrista Rodrigo Paz Pereira, heredero político del expresidente de Bolivia Jaime Paz Zamora, se impuso al exmandatario conservador Jorge Tuto Quiroga en la histórica segunda vuelta en el país con el impulso del voto popular y con la promesa de impulsar un «capitalismo para todos».

Exdiputado, exalcalde, economista de profesión y nacido en España por el exilio de sus padres, fue la principal revelación en la primera vuelta realizada el pasado 17 de agosto, en la que quedó primero, pese a que las encuestas preelectorales lo situaron inicialmente con escaso apoyo.

Esto se repitió en la segunda vuelta, pues las encuestas auguraban el triunfo de Quiroga.

Promete «abrir Bolivia al mundo» y trabajar con «todos»

El senador centrista agradeció este domingo el apoyo recibido para ganar el balotaje y prometió volver a «abrir» el país al mundo y trabajar con todos los sectores que quieran sumarse para «salir adelante» de la crisis en que se encuentra su nación.

Luego de conocer los resultados preliminares que le dieron el triunfo, Paz agradeció a los presidentes que le felicitaron hasta el momento y sostuvo que «Bolivia vuelve a recuperar paso a paso su escenario internacional», tras haber perdido «geopolíticamente y geoeconómicamente» ese espacio en las dos últimas décadas.

El político sostuvo que «la nueva dimensión» que busca construir «será con las manos extendidas al interior de la patria para trabajar con todos, hombres y mujeres desde el Parlamento, desde las organizaciones sociales» y otros sectores con el objetivo de «salir adelante».

Hijo de la española Carmen Pereira y del expresidente Paz Zamora, el político nació en Santiago de Compostela en 1967 y vivió su niñez en varios países debido a que sus padres fueron perseguidos durante los gobiernos militares.

Paz es economista y tiene estudios en relaciones internacionales, además de una amplia experiencia en el sector público al haber sido diputado, concejal, alcalde de la ciudad sureña de Tarija entre 2015 y 2020 y aún es senador por la fuerza opositora Comunidad Ciudadana (CC), del expresidente Carlos Mesa (2003-2005).

Para llegar a la Alcaldía de Tarija, Paz derrotó en las elecciones municipales de 2015 al gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por el entonces presidente Evo Morales (2006-2019).

El éxito de Paz en la primera vuelta fue atribuido por expertos a la conexión que logró con las clases populares en las áreas rurales y zonas periurbanas, espacios donde en las elecciones pasadas triunfó el MAS, que en los comicios generales del 17 de agosto apenas logró el 3 % requerido para no perder la sigla.

Ese respaldo fue trabajado por el opositor desde su llegada al Senado, pues en sus redes sociales se puede constatar que desde 2021 recorrió numerosos municipios bolivianos, llegando incluso a participar activamente en fiestas patronales populares y desfiles folclóricos junto a distintos sindicatos.
Un polémico compañero de fórmula

Otros atribuyen ese apoyo a su compañero de fórmula en el Partido Demócrata Cristiano (PDC), el expolicía Edman Lara, quien se hizo popular en las redes sociales por sus revelaciones de supuestos casos de corrupción en la institución policial, hasta que en 2024 fue dado de baja.

Aunque Lara también ha sido muy criticado por algunas polémicas declaraciones como una advertencia a su candidato presidencial, comparar a Bolivia y la corrupción con enfermos con cáncer, o llamar «cobarde y maricón» (sic) a Quiroga.

Los seguidores de Quiroga han señalado con insistencia que el senador y el PDC son una especie de «caballo de Troya» del MAS y Evo Morales, luego de que distintos sectores sociales que eran afines al partido gubernamental le expresaron su respaldo, lo que negó Paz.

El lema de su campaña ha sido el «Capitalismo para todos», con créditos «baratos» para los emprendedores, una rebaja de impuestos y de aranceles para la importación de tecnología y vehículos, además de acabar con el «Estado tranca» y otorgar el 50 % del presupuesto general directamente a las nueve regiones bolivianas.

Otra de sus ofertas electorales es la legalización de vehículos «chutos» o sin papeles, criticada sobre todo en Chile, donde se denuncia que muchos de esos automóviles fueron robados en esa nación y vendidos en el país andino, aunque Paz asegura que los carros con denuncia de hurto serán devueltos a su lugar de origen.

También descartó «ir al exterior a pedir plata» porque no quiere «que Bolivia sea esclava de ningún banco internacional» y prometió que el país tendrá el combustible que actualmente le falta, el próximo 8 de noviembre, el día de la investidura presidencial.

Bolivia elige este domingo (19.10.2025) a su próximo presidente en un inédito balotaje que, además, es entre dos candidatos de derecha tras veinte años de gobiernos socialistas, en medio de una aguda crisis económica. El senador centrista Rodrigo Paz y el exmandatario conservador Jorge Quiroga fueron los dos candidatos más votados en las elecciones generales realizadas el pasado 17 de agosto, aunque ninguno obtuvo entonces la mayoría suficiente para proclamarse vencedor en la primera vuelta.

En la votación de agosto, el senador centrista, que se postula por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), obtuvo el 32,06 % y el presidente conservador entre 2001 y 2002, que representa a la alianza Libre, logró el 26,70 %. La segunda vuelta se introdujo en la normativa boliviana a través de la Constitución que rige desde 2009 en el país y que indica que «será proclamada a la presidencia y a la vicepresidencia la candidatura» que obtenga más del 50 % de los votos válidos o un mínimo del 40 % con al menos diez puntos de ventaja sobre el siguiente.

Los tres meses de campaña transcurrieron en medio de acusaciones mutuas de «guerra sucia» y polémicas que tuvieron como protagonistas en redes sociales a los candidatos a la vicepresidencia, el expolicía Edman Lara, acompañante de Paz que llamó «cobarde y maricón [sic.]» a Quiroga, y el emprendedor tecnológico Juan Pablo Velasco, acusado de racismo por unos polémicos tuits, que se postula junto al expresidente.

Pero la mayor preocupación de los electores actualmente es la situación económica. El exmandatario Quiroga, ingeniero de 65 años, y el senador Paz, economista de 58, compiten por la presidencia con promesas distintas para revertir el peor trance de su economía en cuatro décadas. La producción boliviana se contrajo 2,4 % en el primer semestre de 2025, según datos oficiales. El Banco Mundial proyecta una recesión que durará al menos hasta 2027.

Las largas filas para abastecerse de combustibles se han convertido en parte del paisaje del país de 11,3 millones de habitantes. La inflación alcanzó un 23 % interanual en septiembre. El gobierno de Luis Arce, que deberá dejar el poder el 8 de noviembre, agotó además casi todos los dólares de sus reservas para sostener una política de importación de combustibles que se venden a pérdidas en el mercado interno.

Paz tendrá la bancada más poderosa del Parlamento, luego de conseguir sorpresivamente la votación más alta en la primera vuelta. La segunda bancada más numerosa será la de Quiroga. Sin embargo, «ninguno de los dos tendrá mayoría (…), va a ser necesario generar acuerdos» para aplicar sus medidas, dice a la AFP la socióloga María Teresa Zegada.

Quiroga, conocido como «Tuto», promete un «plan de salvataje» para inyectar 12.000 millones de dólares a la economía con préstamos internacionales. Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), plantea una fuerte descentralización y liberalización, lo que llama un «capitalismo para todos»: un programa de formalización laboral, con reducción de impuestos y eliminación de trabas burocráticas. No solicitará créditos hasta reestructurar las finanzas internas, dice.

Los dos coinciden en aplicar fuertes recortes al gasto público, sobre todo a la subvención de carburantes, algo que los especialistas aseguran que profundizará la crisis antes de salir a flote de nuevo.

A una semana de la elección, Quiroga concentraba un 44,9% de la intención de voto, frente a Paz, con 36,5%, según una reciente encuesta de Ipsos-Ciesmori. Aunque las encuestas muestran como favorito a Quiroga, Paz ha demostrado que estos estudios pueden equivocarse, porque en la primera vuelta lo mostraron inicialmente en los últimos lugares, pero terminó siendo la revelación de esa votación.

Otro artículo de interés: Catástrofe socialista en Bolivia

Deja un comentario