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El proyecto de ley se titula «Aplicación de la soberanía israelí en Judea y Samaria, 2025» y fue aprobado en lectura preliminar por una mayoría de 25 votos a favor y 24 en contra, detalla el Jerusalem Post.
Este primer paso precede a otras tres votaciones que serán necesarias en la Knéset para convertir este proyecto en ley, que reza: «el Estado de Israel aplicará sus leyes y soberanía a las zonas de asentamiento en Judea y Samaria, para establecer el estatus de estas áreas como parte inseparable del Estado soberano de Israel».
El parlamentario Avio Maoz, líder del partido Noam, es el impulsor de esta ley. Durante la sesión parlamentaria, declaró que «el Señor, bendito sea, dio al pueblo de Israel la Tierra de Israel»; en alusión al «Gran Israel» que borra del mapa los territorios palestinos.
Esta votación preliminar coincide con la visita en Israel del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien ha supervisado el plan del alto al fuego en Gaza junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y altos cargos militares.
Los ministros ultraderechistas y colonos Smotrich y Ben Gvir celebran
«Ha llegado el momento de aplicar la soberanía plena sobre todos los territorios de Judea y Samaria (Cisjordania) la herencia de nuestros antepasados, y de promover acuerdos de paz a cambio de paz con nuestros vecinos desde una posición de fortaleza», celebró en X el ministro de Finanzas, el ultraderechista y colono, Bezalel Smotrich.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, también de extrema derecha y colono, se apresuró a mostrar su entusiasmo por esta propuesta y escribió en su cuenta de X: «¡Ha llegado el momento de la soberanía ahora!».
Ambos ministros ya exigieron a mediados de septiembre al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la anexión de la Cisjordania en respuesta al reconocimiento del Estado palestino por parte de más de una decena de países, entre ellos Reino Unido, Canadá y Australia.
Palestina no cuenta con continuidad territorial. Y mientras en Gaza gobernaba la rama política de Hamás, una organización considerada terrorista por Israel, Estados Unidos, la UE y otros países, en Cisjordania permanece la Autoridad Nacional Palestina (ANP), encabezada por Mahmud Abás.
Si bien en la mayor parte de esta zona (la denominada Área C que equivale al 60 % del territorio) Israel posee tanto control militar como civil desde los Acuerdos de Oslo.
Además, existen cientos de puestos de control militares israelíes a lo largo de toda Cisjordania, y un sistema de permisos que no permite el libre movimiento de los palestinos entre ciudades, prohibiendo a muchos la entrada a Jerusalén (entre otras urbes).
Cisjordania se sitúa entre Israel y Jordania, en la orilla occidental del río Jordán. Se considera fundamental para una solución de dos Estados al conflicto israelí-palestino, que prevé una Palestina independiente, que abarque Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén Este como capital. Sin embargo, la creciente expansión de los asentamientos israelíes ha sembrado dudas sobre la viabilidad del plan.
Los asentamientos son considerados ilegales por la Corte Internacional de Justicia, los Convenios de Ginebra y la abrumadora mayoría de los Estados miembros de la ONU. Además, el aumento de la violencia ha dejado alrededor de 1.000 palestinos muertos a manos de las fuerzas israelíes y los colonos en poco menos de dos años.
El Plan de las Naciones Unidas para la Partición de Palestina, de 1947, recomendaba la creación de dos Estados, uno judío y uno árabe, lo que fue rechazado por la Liga Árabe. Pero después de que Israel declarara su independencia en mayo de 1948, los Estados árabes invadieron este país, desencadenando la primera guerra árabe-israelí. Al final del conflicto bélico, en 1949, Israel controlaba gran parte del territorio originalmente asignado al Estado palestino.
Muchos de los más de 750.000 palestinos que huyeron o fueron expulsados de sus hogares durante el periodo en torno a la creación del Estado de Israel fueron desplazados a Cisjordania. Los palestinos se refieren a este periodo como Nakba, que significa «catástrofe» en árabe.
Cisjordania es un territorio de 5.655 kilómetros cuadrados. Hasta el día de hoy, los campos de refugiados palestinos siguen siendo administrados por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés).
Israel conquistó Cisjordania en la Guerra de los Seis Días de 1967, y la ha ocupado desde entonces. La mayor parte de la comunidad internacional no reconoce la ocupación israelí de este territorio.
El primer asentamiento israelí se construyó en Cisjordania a finales de la década de 1960. Los asentamientos comenzaron a proliferar en la década de 1980 y su crecimiento se ha acelerado en los últimos años.
Según un informe de la ONU publicado en marzo, que citaba cifras de Peace Now, más de 700.000 colonos viven en Cisjordania, incluida Jerusalén oriental, muchos de ellos en urbanizaciones subvencionadas por el Estado.
Aunque la mayoría de los colonos no son militantes, algunos participan en actos violentos contra los palestinos. Los sucesivos gobiernos israelíes han legalizado los asentamientos anteriormente no autorizados y han ampliado los asentamientos, lo que, según los críticos, hace casi imposible la creación de un Estado palestino contiguo.
Tras el ataque contra Israel liderado por Hamás desde Gaza, el 7 de octubre de 2023, las fuerzas israelíes han intensificado las redadas en los campos de refugiados de Cisjordania, como Yenín, Tulkarem y Nur Shams. Estas operaciones tienen como objetivo a los militantes, pero también desplazan a la población civil. Mientras tanto, crece el descontento con la Autoridad Palestina (AP) y su envejecido líder, el presidente Mahmud Abás.
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