Nobel de Física 2025, por Mariana Gonzalez

OPINIÓN

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Demostraron efectos cuánticos macroscópicos (el túnel cuántico y la cuantización de niveles de energía) / Foto: stockcake.com

*Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.

Lectura: 3 minutos

El Premio Nobel de Física 2025 fue otorgado a John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis por sus experimentos pioneros que demostraron efectos cuánticos macroscópicos (el túnel cuántico y la cuantización de niveles de energía) en circuitos eléctricos superconductores.  

El túnel cuántico macroscópico es un fenómeno en el que un sistema grande y visible (macroscópico), como una corriente eléctrica que circula en un circuito superconductor, se comporta como si fuera una partícula cuántica, puede «atravesar» una barrera que, según las leyes clásicas, no debería poder cruzar. En el mundo cuántico, las partículas no son solo puntos, sino también ondas, y existe una probabilidad de que «aparezcan» del otro lado de la barrera, sin subir ni saltar. Eso se llama «efecto túnel cuántico».

Se dio el Nobel de Física 2025 por que demostraron que no solo partículas diminutas (como electrones o átomos) pueden hacerlo, sino sistemas enteros hechos de millones de átomos.

Esa demostración cambió nuestra visión del límite entre lo cuántico y lo clásico, y abrió el camino a tecnologías como los qubits (bits cuánticos) superconductores de las computadoras cuánticas, los sensores ultrasensibles y la posibilidad de diseñar circuitos eléctricos que se comporten como átomos artificiales.

Los trabajos fundamentales por los cuales se otorgó el Nobel se realizaron entre 1981 y 1985, aunque las investigaciones continuaron y se expandieron en las décadas siguientes. El Comité Nobel suele premiar descubrimientos una vez que su impacto a largo plazo se vuelve incuestionable. Estos resultados establecieron una conexión directa entre la física cuántica fundamental y la ingeniería de circuitos eléctricos, dando origen a la electrónica cuántica moderna.

En otras palabras, lo cuántico dejó de ser algo solo infinitamente pequeño para convertirse en algo visible y medible con aparatos reales.

Las observaciones de los años 80 se transformaron, con el tiempo, en la base de la computación cuántica superconductora, que hoy lideran empresas como Google Quantum AI, IBM Quantum, Rigetti Computing, IonQ, D‑Wave Quantum Inc, y las chinas Origin Quantum Computing Technology y SpinQ Technology.

El Nobel de Física 2025 marca un hito en la física experimental: la comprobación de que la mecánica cuántica puede manifestarse en sistemas macroscópicos diseñados por el ser humano. La posibilidad de controlar estados cuánticos en circuitos eléctricos abre un horizonte de aplicaciones tecnológicas y conceptuales, desde la metrología cuántica (ciencia de las mediciones) hasta la computación cuántica de gran escala.

*Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.

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