ARGENTINA

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En una contudente decisión, Argentina, Estados Unidos e Israel conformaron un firme «eje antiwoke» en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al votar en contra de la resolución A/C.3/80/L.19, presentada bajo el título de «mejora de la situación de mujeres y niñas en áreas rurales».

Aunque el nombre parecía ser alineado con objetivos humanitarios, la letra chica de la iniciativa generó fuertes cuestionamientos por parte de los tres países, que denunciaron que el texto escondía un paquete de medidas de carácter ultraprogresista, con privilegios unilaterales y sin un enfoque equilibrado hacia la verdadera igualdad.

La resolución proponía impulsar el acceso digital, educativo y social para mujeres y niñas en zonas rurales, reconociendo supuestas barreras estructurales de género. Sin embargo, no incluía ninguna referencia comparable a hombres o niños en las mismas situaciones de vulnerabilidad, lo que constituía un sesgo ideológico evidente.

Este tipo de iniciativas, al igual que muchas otras, aunque se presenten con un discurso inclusivo, terminan convirtiéndose en herramientas para imponer agendas políticas de corte feminista radical, que lejos de fomentar la igualdad, crean nuevos desequilibrios legales y sociales.

El voto negativo de Argentina resultó especialmente relevante, dado el giro que representa en comparación con la postura que históricamente sostuvo en este tipo de votaciones.

Bajo la administración de Javier Milei, el país reafirmó en el plano internacional su intención de abandonar la narrativa woke que predominó en gobiernos anteriores, y apostó por una defensa estricta del principio de igualdad ante la ley.

Al mismo tiempo, Israel y Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, vienen alertando sobre el avance de resoluciones progresistas en organismos como la ONU, los cuales están capturados por la izquierda mundial.

El rechazo conjunto de los tres países, que ahora constituyen un eje anti-woke, envió un mensaje político claro, de resistencia a las imposiciones ideológicas que atentan contra la soberanía de las naciones.

La consultora Opinaia difundió este jueves una nueva encuesta nacional que no solo registra un fuerte repunte en la aprobación de la gestión del presidente Javier Milei, sino que revela que una mayoría clara de los argentinos considera que el esfuerzo económico actual «vale la pena» y que traerá mejoras en el futuro.

Esta percepción, que se intensifica entre los jóvenes, se convierte en el eje central del nuevo estudio y en una señal alentadora para la administración libertaria en medio de su programa de reformas.

El relevamiento, realizado entre el 3 y el 7 de noviembre sobre 1.000 casos en todo el país y primero tras las elecciones legislativas del 26 de octubre, muestra que la imagen del oficialismo alcanzó su mejor nivel desde julio. La aprobación de la gestión llegó al 48%, mientras que la negativa quedó en el 50%, un equilibrio que no se registraba desde hace meses y que coincide con un cambio en las expectativas económicas.

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