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Trinidad y Tobago anunció este viernes (14.11.2025) que realizará maniobras militares con Estados Unidos, que encabeza operaciones en el Caribe contra el narcotráfico, tachadas por Nicolás Maduro como un intento de derrocarlo.
Este es el segundo entrenamiento conjunto que realizan ambos países en menos de un mes. Un buque destructor estadounidense atracó a finales de octubre en costas trinitenses, a unos 10 kilómetros de Venezuela.
El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que los ejercicios se llevaran a cabo entre el 16 y 21 de noviembre. «Esta próxima actividad forma parte de nuestra larga historia de colaboración» y «demuestra la sólida relación entre Trinidad y Tobago y Estados Unidos», señaló.
El régimen de Venezuela denuncia que las operaciones de Washington contra el narcotráfico son una excusa para sacar del poder a Maduro, a quien la Casa Blanca considera ilegítimo y señala de encabezar un cartel de tráfico de drogas.
Desde septiembre, la administración del presidente Donald Trump ha estado desplegando buques de guerra, aviones de combate y miles de soldados en el Caribe. Ha bombardeado 21 narcolanchas, con un saldo de al menos 80 muertos.
Además, la llegada del USS Gravely a Trinidad y Tobago el 26 de octubre impactó en las relaciones con Venezuela, que suspendió un acuerdo gasífero conjunto y declaró persona non grata a la primera ministra Kamla Persad-Bissessar.
Cuando uno tiene un martillo, ve clavos por todas partes. El presidente estadounidense Harry Truman reformuló este dicho refiriéndose a la bomba atómica como un «gran martillo». Pero eso fue hace ochenta años, tras la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, Estados Unidos solo ha blandido este gran martillo como arma disuasoria. Y el armamento estadounidense ha evolucionado mucho.
Una de sus más sofisticadas expresiones actuales es el portaaviones nuclear de última generación USS Gerald R. Ford, que acaba de llegar al Caribe, frente a las costas de Venezuela. «No llega solamente el Gerard Ford, llega todo su grupo de batalla, que incluye más de 70 aviones de combate y, al menos, 3 destructores», recalca Víctor M. Mijares, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Los Andes. Y se une, recuerda, a las fuerzas estadounidenses ya desplegadas en la zona.
«Estamos hablando de una concentración de fuerza aeronaval que es inusual en la mayor parte de los mares del mundo, y mucho más en el Caribe», afirma Mijares. «Solamente el Gerard Ford tiene una capacidad aérea superior a la de cualquier país latinoamericano, incluido Brasil», afirma el investigador venezolano. Sin duda, es uno de los grandes martillos con los que cuenta el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su guerra declarada contra el narcotráfico en Venezuela y en su pugna contra el mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
¿Ganar una batalla sin tener que librarla?
«La mayor habilidad es vencer al enemigo sin tener que luchar», decía Sun Tzu en su ancestral «El arte de la guerra», un libro muy citado últimamente en las escuelas de negocio de todo el mundo. Y quizás es lo que esté intentando Trump. Los analistas no descartan la posibilidad de que se fuerce un golpe de Estado militar en Venezuela contra Maduro.
Mijares cree, no obstante, que «incluso de darse una situación en donde haya un hartazgo y un temor de entrar en una confrontación con los Estados Unidos ─porque es absolutamente aterrador para unas Fuerzas Armadas tan mal preparadas─ estas no tengan la capacidad de, efectivamente, levantarse». Aunque no descarta una «cadena de desobediencia y deserciones» que dejen a Maduro en una situación todavía peor.
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