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La Guardia Revolucionaria iraní confirmó este sábado (15.11.2025) la incautación de un petrolero con bandera de las Islas Marshall en el estrecho de Ormuz y su trasladado al puerto de Makrán, en el Golfo Pérsico, por transportar «carga no autorizada», un día después de que se perdiera contacto con el barco.
«Este petrolero transportaba 30.000 toneladas de productos petroquímicos con destino a Singapur y fue conducido esta mañana al anclaje correspondiente para la investigación de sus infracciones», anunció la Marina del cuerpo militar de élite iraní, según informó la agencia Tasnim.
La Guardia Revolucionaria indicó que el petrolero «Talara» fue capturado por orden de las autoridades judiciales iraníes y que, tras la inspección del petrolero y la documentación correspondiente, se confirmó que transportaba «carga no autorizada». Se darán a conocer más detalles tras el examen de la carga y la inspección del petrolero, según el comunicado publicado en el sitio web de noticias Sepah de la Guardia Revolucionaria.
Travesía de Dubái a Singapur
El buque con bandera de Islas Marshall salió el viernes del puerto de Al Hamriyah, cerca de Dubái, y tenía como destino Singapur, donde debía arribar el 24 de noviembre, según la página de rastreo del tráfico marítimo Vessel Finder.
La compañía de transporte marítimo Columbia Shipmanagement informó horas más tarde que perdió el contacto con el petrolero de forma repentina a las 04:44 GMT, cuando el navío atravesaba el estrecho de Ormuz, un punto de importancia estratégica que separa las costas de Irán y Omán, y por el que cruza buena parte del transporte mundial de crudo y gas.
Las fuerzas iraníes anuncian regularmente la captura de barcos extranjeros en el golfo Pérsico o en el golfo de Omán por transportar combustible de contrabando, que se ha convertido en una lacra en Irán. El año pasado, por ejemplo, secuestraron el St Nikolas, también bajo bandera de las Islas Marshall. Desde los ataques israelíes de junio, Irán también ha amenazado repetidamente con cerrar el estrecho de Ormuz, una medida que perturbaría gravemente el comercio internacional de petróleo.
«Parece que los medios de comunicación estadounidenses han estado soñando con un ataque israelí contra Irán», escribió Hossein Dalirian, portavoz de la Agencia Espacial Iraní, en su cuenta de Twitter, este 19 de abril. Los sistemas de defensa antiaérea iraníes habían derribado «unos cuantos cuadricópteros» a primera hora de la mañana, aseguró.
Poco antes, las cadenas estadounidenses CNN y CBS News habían reportado, citando a un alto representante del Gobierno estadounidense, que Israel había llevado a cabo un ataque militar en Irán. El Ejército israelí llevó a cabo el ataque en represalia por los ataques con drones y misiles contra Teherán del pasado fin de semana, informó el Washington Post, citando a un funcionario del Gobierno israelí no identificado.
¿Todo bien en Ispahán?
Este viernes 19 de abril por la mañana, se oyeron tres explosiones cerca de un gran aeródromo militar próximo a la ciudad iraní de Isfahán, dijeron medios de comunicación estatales iraníes. Isfahán alberga varios objetivos militares y parte de las instalaciones nucleares iraníes.
En entrevistas televisadas, funcionarios iraníes subrayaron que su defensa antiaérea había interceptado tres drones; no se informó de ataques con misiles. Al parecer, los drones eran minicuadricópteros, similares a un ataque contra una base aérea en el oeste de Irán en febrero de 2022, en el que fueron destruidos numerosos drones de las fuerzas aéreas iraníes.
El uso de tecnologías modernas en la «guerra en la sombra» entre Irán e Israel no es nada nuevo. En noviembre de 2020, el físico nuclear iraní Mohsen Fachrisadeh fue asesinado por un dron cerca de Teherán.
En represalia por un ataque con misiles contra el edificio de la embajada iraní en Damasco, la capital siria, Irán atacó Israel con cientos de drones y misiles el 14 de abril. Según informes israelíes, casi todos los drones y misiles disparados por Irán fueron repelidos.
Aún no está claro qué ocurrió realmente en Isfahán. Según la televisión estatal, que envió equipos de cámaras y mostró escenas tranquilas desde la ciudad, todo estaba en calma. El viernes, único día libre de Irán esta semana, las calles estaban casi vacías y la gente paseaba por los parques. El tráfico se describió como normal; también se dijo que el aeropuerto había reabierto después de que los vuelos fueran brevemente cancelados o suspendidos a primera hora.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica anunció en Viena que ninguna instalación nuclear iraní había sufrido daños.
Estricto control de las redes sociales
Apenas hay fotos de periodistas habitantes de Isfahán en Internet. Desde principios de semana, el servicio secreto de los Guardianes de la Revolución actúa contra cualquiera que critique la política de la República Islámica con respecto a Israel. Muchos civiles en Irán temen una posible guerra entre Irán e Israel. En conversaciones privadas, muchos subrayan que no entienden la política hostil del Gobierno hacia Israel.
El domingo 14 de abril, inmediatamente después del ataque a Israel, el Servicio de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria publicó un anuncio en los medios de comunicación estatales, en el que pedía a todos los residentes en el país que denunciaran «cualquier solidaridad» con Israel en las redes sociales lo antes posible.
En los últimos días, numerosos activistas y periodistas han denunciado que personas anónimas les han llamado, advertido o incluso amenazado para que no hieran los «sentimientos de la nación» en Internet y no critiquen la política frente a Israel. Irán está inmerso en una guerra de información.
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