OPINIÓN

*_{Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.}

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El 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar confirmado que ha pasado por el sistema solar, los dos anteriores fueron 1I/‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Fue detectado por el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) el 1 de julio de 2025, con imágenes precovery que retrotraen observaciones a mayo de 2025.

En astronomía, precovery, del inglés prediscovery recovery, recuperación predescubrimiento es un término que describe el proceso por el cual se identifica un objeto conocido en imágenes de archivo para precisar su órbita.

Su órbita es hiperbólica, consistente con un origen fuera del sistema solar; llegó al perihelio (punto más cercano al Sol) a fines de octubre de 2025 y se desplaza a velocidades muy altas típicas de objetos interestelares.

Los objetos del sistema solar (planetas, asteroides, cometas «normales») suelen tener órbitas circulares o elípticas, estas órbitas lo mantienen «atado» gravitacionalmente al Sol, se acercan, se alejan, pero vuelven. En cambio, una órbita hiperbólica es abierta, el objeto entra al sistema solar, pasa una vez cerca del Sol, y luego se va para siempre, para no regresar. Significa que no se formó en nuestro sistema solar, viene de otra estrella o del espacio interestelar, viene de miles de millones de años viajando. Cuando pasó cerca del Sol modificó su trayectoria ligeramente, pero la fuerza gravitacional del Sol no lo atrapó, por que su velocidad es mayor que la velocidad de escape del Sol y siguió su camino hacia el espacio profundo.

Observaciones espectrales y de radio, además de imágenes, han confirmado que es un cometa (es decir, un cuerpo que está liberando gas y polvo al calentarse). Agencias como NASA y ESA lo describen como «inequívocamente un cometa» y descartaron riesgo de impacto con la Tierra.

Desde un principio provocó controversia pública, por qué hubo una combinación de anomalías, es sólo el tercer visitante interestelar confirmado, muestra comportamiento inusual (colas y cambios de color/activación), por que lo comparamos con lo que conocemos, los cometas del sistema solar.

Los astrónomos han estimado un rango de edad basado en su cinemática (cómo se mueve) y su origen galáctico, llegando a una aproximación de 7 a 11 mil millones de años, más viejo que el sistema solar, por lo que están muy entusiasmados por que 3I/ATLAS puede dar información acerca del inicio del universo.

Figuras públicas como el físico y divulgador Avi Loeb han planteado hipótesis alternativas o preguntas abiertas sobre si algunos rasgos podrían requerir explicaciones extraordinarias (fragmentación, procesos de activación «umbral», o en un extremo, hipótesis tecnológicas, naves alienígenas de fuera del sistema solar). La mayoría de la comunidad científica, en cambio, interpreta los datos con modelos físicos de cometas naturales (fragmentación, outgassing, interacción con viento solar) y las agencias repiten que no hay evidencia de origen artificial.

Proceso de activación umbral es un fenómeno que solo ocurre cuando una variable supera un valor mínimo, llamado umbral.

Outgassing (en español: «desgasificación» o «emisión de gases») es un término muy usado en cometas, asteroides y cuerpos helados del espacio, cuando un objeto como un cometa se acerca al Sol, el calor hace que el hielo de su superficie (o bajo ella) se sublime, es decir, pase directamente de sólido a gas sin volverse líquido. Ese gas atrapado en el interior del objeto sale expulsado al espacio, a veces arrastrando polvo. Es importante porque eso explica muchas cosas sobre un cometa, que la cola del cometa aparece porque el outgassing expulsa polvo que queda iluminado por el Sol, al expulsar material, el objeto puede recibir un «pequeño empujón», como un cohete natural, los gases que emite son pistas sobre su química y su origen.

Ha habido algunas figuras conocidas (celebridades) que se han metido en la conversación sobre el cometa 3I/ATLAS, y su participación ha ayudado a que el tema esté muy presente en medios populares, por ejemplo Kim Kardashian, que publicó en X (antes Twitter) «Wait… what is the truth about 3I/Atlas?!?!?!??» para pedir más información. Tras su pregunta, el administrador interino de la NASA, Sean Duffy, respondió asegurando que no hay evidencia de vida alienígena ni amenaza para la Tierra.

Según algunos medios, Elon Musk ha especulado sobre un posible origen alienígena del cometa.

Brian Cox, físico y divulgador británico, ha criticado duramente la desinformación y las teorías conspirativas sobre que 3I/ATLAS sea una nave. Cox ha advertido sobre «deepfakes» (videos generados por IA) que muestran a gente diciendo que el cometa es una nave alienígena, y ha dejado claro que, según los datos, es un cometa natural.

Pero, es importante que temas como 3I/ATLAS lleguen al gran público, la mayoría de las personas no llega a la ciencia leyendo papers ni viendo conferencias técnicas, llega a través de estímulos que le despiertan curiosidad. Un objeto misterioso que viene de fuera del Sistema Solar, como el 3I/ATLAS, es perfecto para eso, tiene narrativa, tiene misterio, se conecta con preguntas humanas profundas, ¿estamos solos?, ¿cómo se formó el universo?, ¿de dónde vienen estos objetos? Esa puerta emocional es la que abre el camino para que, después, la persona se interese en astronomía, cosmología, astrofísica. Es decir, la curiosidad lleva a la ciencia, no al revés.

No importa si la pregunta es básica o imperfecta; importa que activa la rueda del interés público. De hecho, históricamente ha sido así, Neil Armstrong despertó vocaciones científicas en millones de niños, Carl Sagan introdujo el cosmos en los hogares a través de la TV, Stephen Hawking logró que millones se plantearan cuestiones de física teórica. Hoy la puerta de entrada puede ser una celebridad preguntando algo científico en redes. Eso no es superficial: es culturalmente potente. Un cometa interestelar con cobertura mediática es una oportunidad para motivar vocaciones en jóvenes.

La curiosidad es el motor de la ciencia

Y, como dijo Carl Sagan, «We are made of starstuff. We are a way for the cosmos to know itself», que se traduce como «Estamos hechos de polvo de estrellas. Somos una forma en que el cosmos se conoce a sí mismo».

*_{Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.}

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