INTERNACIONAL

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Representantes civiles de Israel y Líbano mantuvieron este miércoles (03.12.2025) sus primeros contactos directos en más de 40 años, en virtud del acuerdo de alto al fuego entre el Estado hebreo y el movimiento libanés Hezbolá.

A pesar de este nuevo contacto diplomático, el primer ministro libanés Nawaf Salam advirtió que la reunión no equivalía a unas conversaciones de paz más amplias entre ambos países, que oficialmente siguen en estado de guerra.

El encuentro tuvo lugar en la sede de la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en la localidad libanesa de Naqura, cerca de la frontera con Israel, como parte del mecanismo para supervisar el cese de hostilidades que entró en vigor en noviembre de 2024.

Israel y Líbano, que no mantienen relaciones diplomáticas formales, habían enviado hasta ahora solo militares como representantes en sus reuniones con esta fuerza de la ONU.

«Ambiente positivo» en el encuentro

La delegación libanesa estuvo encabezada por el exembajador en Estados Unidos, Simon Karam, y la israelí la representó Uri Resnick, del Consejo de Seguridad Nacional de Israel.

«La reunión se desarrolló en un ambiente positivo y se acordó elaborar ideas para promover una posible cooperación económica entre Israel y Líbano», indicó la oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Por su parte, Salam indicó que el objetivo de este tipo de reuniones es lograr el alto al fuego y «la retirada total de Israel» del territorio libanés, donde el ejército israelí mantiene posiciones en el sur.

Israel anunció este domingo (23.11.2025) que abatió al principal oficial militar del grupo militante Hezbolá en un ataque aéreo contra un suburbio del sur de Beirut, en una operación que dejó cinco muertos y 28 heridos, a pesar de una tregua negociada por Estados Unidos hace un año.

El gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu ha intensificado recientemente sus ataques en los bastiones de Hezbolá en el sur y el este de Líbano, donde afirma tener como objetivo al movimiento chiita, al que acusa de violar el alto al fuego al rearmarse y reactivar sus infraestructuras.

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