Aumenta represión a mujeres en Irán

INTERNACIONAL

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Foto: M. Hossein Movahedinejad

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Las autoridades iraníes detuvieron este sábado (06.12.2025) a «los dos principales organizadores» de un maratón celebrado el viernes en Kish, en el que participaron mujeres sin velo, incumpliendo las normas impuestas tras la Revolución Islámica de 1979. «Una de las personas detenidas es un funcionario de la zona franca de Kish y el otro trabaja en la empresa privada que organizó la competencia», anunció el Poder Judicial.

Según medios locales, más de 5.000 personas participaron el viernes por la mañana en el maratón de Kish, una isla turística en el sur de Irán, a orillas del Golfo Pérsico. En varias de las carreras reservadas a las mujeres, algunas de ellas corrieron sin cubrirse la cabeza, incumpliendo la obligación vigente en Irán desde hace cuatro décadas, según imágenes difundidas en las redes sociales.

El fiscal de Kish, Ali Salemizadeh, afirmó el viernes por la noche que pese a las advertencias previas, los organizadores de la carrera «no respetaron las leyes y principios religiosos, sociales y profesionales» en la celebración de la carrera, en referencia a la participación de mujeres sin hiyab. Esto, indicó el fiscal, «dañó la moral pública», por lo que anunció una respuesta «firme, disuasoria y sin indulgencia».

Se respeta cada vez menos

La agencia de noticias Tasnim criticó una «total ausencia de supervisión y el incumplimiento de las normas de vestimenta por una parte importante de las participantes». Según las normas impuestas tras la Revolución Islámica de 1979, todas las mujeres en Irán deben cubrirse el cabello con un hiyab en público y llevar ropa sobria y holgada.

No obstante, esta obligación se respeta cada vez menos. En las calles del país se vive una clara relajación de las estrictas normas de vestimenta femenina, con melenas al aire sin velo, faldas y camisetas de tirantes, después de que el Gobierno del presidente reformista Masud Pezeshkian haya dejado de aplicar la mano dura contra las mujeres que no usan el velo.

Personalidades del clero y conservadores están en pie de guerra contra esta tendencia, que consideran una generalización de la «desnudez» y un avance de la influencia occidental, percibida como una amenaza.

Las autoridades iraníes están intensificando las patrullas callejeras en un nuevo intento de reprimir a las mujeres que se niegan a seguir los estrictos códigos de vestimenta islámicos. En el marco de esta nueva campaña denominada «nour» o «luz», respaldada por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, la «policía de la moralidad» sale a buscar mujeres que se nieguen a llevar el hiyab, o pañuelo en la cabeza.

Una mujer de 25 años, que habló anónimamente con DW, contó que fue abordada en las calles de Teherán cuando se dirigía a la universidad el 20 de abril. Según su relato, la rodearon decenas de policías que le exigieron que se cubriera el pelo y, cuando se resistió, recurrieron rápidamente a la violencia, arrancándole parte del cabello y acosándola verbalmente mientras la arrastraban hasta la furgoneta.

Mientras era golpeada por la policía, la mujer dijo que pensaba en el movimiento «Mujer, Vida, Libertad», que comenzó en septiembre de 2022, cuando Jina Mahsa Amini, de 22 años, murió tras ser detenida en Teherán por llevar supuestamente un hiyab incorrecto.

Tras la muerte de Amini se produjo el mayor nivel de agitación ciudadana registrado en Irán en décadas, con miles de personas tomando las calles en apoyo de los derechos de la mujer. Una misión de investigación de la ONU calcula que murieron 551 manifestantes.

La estudiante también contó que la llevaron bajo custodia policial. En el lugar, había al menos otras cinco mujeres por no llevar hiyab. Fue puesta en libertad al cabo de varias horas, pero la obligaron a firmar una carta en la que se comprometía a respetar los códigos islámicos de vestimenta, o podría enfrentarse a otras acciones legales.

Nueva represión contra las mujeres en Irán

En las últimas semanas, han circulado por las redes sociales iraníes numerosos informes similares sobre violencia excesiva contra las mujeres. Muchas han compartido sus experiencias de violencia policial, detenciones y multas.

Los órganos legislativos de Irán, la Asamblea Consultiva Islámica y el Consejo de Guardianes, han estado negociando recientemente proyectos de ley destinados a legalizar la represión de las mujeres que se oponen al «hiyab obligatorio».

El recrudecimiento de la violencia contra las mujeres comenzó tras el discurso de Jamenei con motivo del Eid al-Fitr, el 10 de abril, festividad que pone fin al mes de Ramadán. Enfatizando la necesidad del hiyab obligatorio, ordenó acciones contra las «transgresoras de las normas religiosas».

Mahtab Mahboub, activista iraní por los derechos de las mujeres residente en Alemania, declaró a DW que el momento en que se ha intensificado la represión de los derechos de las mujeres, junto con el aumento de las tensiones con Israel, no es una coincidencia.

«La cuestión de la seguridad está en el centro de la política de la República Islámica: la seguridad exterior, atacando al «enemigo», y la seguridad interior, controlando el cuerpo de las mujeres y de todas las minorías sexuales y de género», afirmó. Y añade que las mujeres «son vistas como potenciales agentes de rebelión, que pueden desafiar el sistema de valores obligatorio» de la República Islámica.

Osman Mozayan, abogado de Teherán, señaló a DW que en los últimos días se han producido muchas detenciones ilegales: «En algunos casos, se bloquearon las cuentas bancarias de mujeres o se le confiscaron los coches. A algunas estudiantes se les ha impedido entrar en las universidades. A otras se les prohibió ir a trabajar. Su vida civil y cívica está perturbada».

Los iraníes exigen un cambio

Muchos creen que las protestas a escala nacional de «Mujer, Vida, Libertad» representan el desafío interno más grave desde que se formó la República Islámica en 1979. Sin embargo, el régimen nunca ha estado dispuesto a ceder ante las demandas de las manifestantes, especialmente a la eliminación de la obligación de llevar hiyab.

Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz y actualmente en la prisión de Evin, en Teherán, describió el reciente aumento de la violencia contra las mujeres y los jóvenes como un signo de «desesperación» de la República Islámica.

Un grupo de madres que perdieron a sus hijos durante las protestas de Mujer, Vida, Libertad emitió recientemente una declaración en la que condenaba la «brutal y continua represión de este régimen misógino» y que ellas no permitirán que se les «considere ciudadanas de segunda clase, sobre las que el gobierno y la sociedad patriarcales quieren tomar decisiones».

Rojina, una periodista de Teherán que habló con DW utilizando un seudónimo, dijo que a pesar del reciente repunte de la violencia, no ha visto ningún cambio en las calles: «Todos los días se puede ver a muchas mujeres en público con ropa opcional. Han aceptado que la libertad exige un coste, y están decididas a no volver a la vida anterior al movimiento Mujer, Vida, Libertad».

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