Más presión de Trump sobre Venezuela

INTERNACIONAL

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Presidentede EE. UU., Donald Trump / Foto: The White House

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Estados Unidos se alista para interceptar más buques que transportan petróleo venezolano tras la reciente incautación de un tanquero en el Caribe, según confirmaron seis fuentes conocedoras de las operaciones.

La acción, la primera de este tipo desde que Washington impuso sanciones petroleras a Venezuela en 2019, marca un paso decisivo en la estrategia de presión contra el régimen de Nicolás Maduro, cuya permanencia en el poder es absolutamente ilegítima.

El decomiso del buque, identificado como Skipper, ocurre en el marco de un amplio despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe y de un nuevo impulso del presidente Donald Trump para cortar las fuentes de financiamiento del chavismo. Tras la operación, varias navieras y operadores suspendieron o reconsideraron sus rutas desde puertos venezolanos, reflejando el efecto inmediato de la medida.

Varias fuentes afirman que Estados Unidos tiene previsto intervenir más embarcaciones en las próximas semanas, especialmente aquellas que forman parte de la llamada «flota en la sombra», utilizada para mover crudo de países sancionados como Venezuela, Irán y Rusia hacia compradores como China. Según estas fuentes, Washington cuenta ya con una lista de objetivos que incluye varios buques previamente sancionados.

La Casa Blanca evitó detallar futuras acciones, pero la portavoz Karoline Leavitt enfatizó que la administración seguirá aplicando plenamente sus políticas de sanciones. «No vamos a permitir que buques sancionados sigan navegando con petróleo del mercado negro que financia a regímenes narcoterroristas e ilegítimos», declaró, reafirmando el compromiso del gobierno con medidas más estrictas para frenar las operaciones petroleras del chavismo.

Paralelamente, el Departamento del Tesoro sancionó seis supertanqueros que recientemente cargaron crudo en Venezuela y a cuatro ciudadanos venezolanos, entre ellos familiares de la esposa de Maduro, Cilia Flores. No está claro si los buques sancionados forman parte de la lista de posibles incautaciones.

Las operaciones estadounidenses han alterado de inmediato la logística petrolera venezolana. Un operador suspendió tres embarques recién cargados, con un total de casi seis millones de barriles del crudo Merey, principal producto de exportación del país. Varias embarcaciones permanecen fondeadas frente a la costa, en espera de una evaluación más clara de los riesgos.

Fuentes de seguridad indicaron que fuerzas estadounidenses monitorean buques tanto en alta mar como dentro de puertos venezolanos, esperando el momento en que salgan a aguas internacionales para actuar. La vigilancia también se ha intensificado en aguas cercanas a Guyana, en medio del aumento de tensiones regionales.

Por su parte, el gobierno venezolano calificó la incautación como «piratería internacional». Sin embargo, expertos en derecho marítimo aseguraron que la acción no equivale a piratería al estar amparada por un Estado bajo un proceso legal formal.

Estas incautaciones representan un instrumento clave para limitar los ingresos que sostienen a la dictadura de Maduro. Al apuntar directamente al transporte del petróleo, principal fuente de divisas del país, las autoridades estadounidenses buscan aumentar la presión económica y acelerar un cambio político en Venezuela.

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