BRASIL

Este 1 de enero de 2019 el líder de la derecha Jair Bolsonaro asume la presidencia de Brasil.
Las elecciones que ganó fueron un desastre para el partido de izquierda que llevó las riendas de la nación entre 2003 y 2016. Aunque el caos en que está sumido el país suele ser atribuido a la corrupción de cuello blanco que prosperó a su alrededor, muchos creen que la situación va a cambiar radicalmente con Bolsonaro al timón.
Pese a su discurso excluyente, plagado de expresiones clasistas y racistas, no falta quien lo aplauda hasta en los barrios más pobres de Río de Janeiro. En la favela de Borel, por ejemplo, muchos lo apoyan, celebrando que «por fin” haya llegado al poder alguien dispuesto a garantizar el orden con «mano dura”, en la administración pública y en las calles. A sus ojos, el fin justifica los medios que Bolsonaro ha amenazado con emplear.
Pese a su discurso que la prensa califica de «clasista y racista», el presidente electo de Brasil tiene quien lo aplauda en los barrios; la violencia que los azota hace que muchos de sus habitantes celebren la “mano dura” con que amenaza Bolsonaro.