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El presidente ruso, Vladimir Putin, estimó que, de fracasar las negociaciones para la firma de un nuevo contrato de tránsito de gas, Ucrania podría quedar sin suministros de ese combustible, informó hoy la televisión capitalina.
Kiev hace más de un año afirma que dejó de comprar gas ruso, pues adquiere el llamado gas de reverso, es decir, el que se supone compra a los países europeos. Pero el mandatario ruso consideró tal esquema como un embuste, un engaño y una barbaridad.
En verdad, el llamado reverso no existe para nada. El gasoducto Druzhba, desde su funcionamiento en la época soviética, siempre contó con ramificaciones que se extienden por toda Ucrania y resulta físicamente imposible cambiar su flujo, explicó.
Ahí está el secreto de la «independencia energética» de Kiev que en realidad solo aumenta los precios del citado combustible, comentó el jefe de Estado. Por eso, si no existe tránsito de gas ruso a Europa, Ucrania puede quedar sin ese combustible, apuntó.
Realmente, es un asunto serio, pero ellos continúan con los inventos y las manipulaciones políticas, en lugar de ocuparse de las necesidades de los ciudadanos ucranianos que deben pagar tarifas exorbitantes, señaló el jefe de Estado.
Medios de prensa recuerdan que poco antes de la primera ronda de las elecciones presidenciales ucranianas del 31 de marzo pasado, explotó un escándalo por la venta de gas a sobreprecio a la población por parte de la empresa Naftogaz.
En lugar de adquirir el gas en naciones europeas, como afirmaban los políticos del vecino país, en realidad solo se empleaba el combustible ruso, al cual se agregaba un precio por encima para justificar la presunta adquisición en el exterior.
Los detalles del referido escándalo parecen estar en sintonía con la denuncia hecha por Putin desde Beijing, a donde asistió al foro internacional Una faja, una ruta, en un complejo de conferencias en las afueras de la capital china.
