INTERNACIONAL

Lectura: 2 minutos

El partido Conservador que lidera el Primer Ministro Boris Johnson consiguió 364 diputados de un total de 650, que le permitirá dominar la Cámara Baja con total facilidad, desatando una tormenta en el partido socialista de Jeremy Corbyn que fue castigado con el peor porcentaje de la historia moderna del Laborista, apenas 203 bancas.

El triunfo de los conservadores abre sin embargo otras tormentas que pueden amenazar la unión del Reino, por ejemplo el caso de Escocia donde la Jefa de Gobierno Nicola Sturgeon amenazó en estos términos al gobierno de Londres, «No queremos un Gobierno conservador de Boris Johnson, no queremos el Brexit, y aspiramos a que Escocia tenga en sus manos su propio futuro».

Sturgeon como líder indiscutida del partido Nacional Escocés dijo después de conocer los resultados que los votos recibidos son un claro mandato y respaldo a su propósito de volver a realizar elecciones generales en el territorio para una consulta sobre la independencia del Reino Unido.

Tampoco son buenas las noticias que llegan desde Irlanda del Norte, una región altamente conflictiva para el Reino, donde los unionistas ─aliados tradicionales de los conservadores─ perdieron las elecciones frente al rebelde Sinn Fein (47,1% ) y el partido habitualmente aliado de los republicanos, el Alliance Party que obtuvo algo menos del diez por viento de los votos.

La coalición de ambos tiene asegurado el control de la legislatura local en una zona de la frontera con Irlanda que ha sido, y sigue siendo, la mayor dificultad para el acuerdo de Gran Bretaña con la Unión Europea.

Artículo relacionado: Reino Unido: aplastante victoria de Boris Johnson
Artículo relacionado: Oposición británica dispuestos a promover moción de censura contra Johnson para evitar Brexit duro