INTERNACIONAL

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Las fronteras europeas clausuradas como consecuencia de la pandemia y reabiertas, parcialmente, es tema de controversia ente los líderes de la región al menos por el momento, cuando aparecen nuevas amenazas colaterales del virus.

En el debate intervino la canciller alemana, Angela Merkel, con un sólido rechazo a nuevos controles fronterizos en caso de un empeoramiento de la situación en torno a la pandemia del coronavirus.

Merkel fue directamente al tema en una reunión con sus pares europeos, reclamando una «estrecha coordinación» para superar el problema.

La canciller alemana habló en la Asamblea Parlamentaria Germano-Francesa, frente al primer ministro francés, Jean Castex, para recordar que los controles fronterizos introducidos el año pasado por la pandemia «fueron algo muy duro».

«Pero coincido en que algo así no se debería repetir», afirmó, dejando en claro que Alemania se opondrá a toda vuelta a la fase previa donde los ciudadanos europeos se vieron imposibilitados de trasladarse.

Merkel había expresado el año anterior que estaba frente a una «prueba para la Europa sin fronteras» pero informó que ha recibido peticiones de los ciudadanos donde se desprende que «sin pandemia, las fronteras entre países pasan desapercibidas».

Entiende que mantener las fronteras abiertas requiere de una «estrecha coordinación» en determinados ámbitos. «Creo que hemos aprendido la lección en cuanto a cómo cooperar y coordinarnos mejor a nivel regional», dijo.

Tanto el gobierno federal como los estados federados pretenden analizar de urgencia las normas previstas para viajeros que regresen del extranjero ante el avance de la variante Delta en toda Europa y el reclamo de algunos «Länder» (estados) de controles más estrictos para evitar un empeoramiento de la situación.

El ministro Helge Braun, a cargo del tema en la cancilleria alemana, tiene pevisto celebrear una reunión virtual con sus pares regionales, aunque fuentes de prensa señalan que no se espera ningúna decisión significativa por el momento.

La incidencia acumulada en siete días en Alemania sigue bajando y se sitúa en 5,6 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes, con 4.667 nuevos positivos en una semana. Las autoridades sanitarias notificaron 219 nuevas infecciones y ocho muertos en las últimas 24 horas, según datos del Instituto Roberto Koch (RKI) actualizados el lunes.

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