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El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó a la OTAN de estar llevando adelante una guerra de proximidad contra Moscú.
Lavrov advirtió que las armas que Occidente está enviando al gobierno de Ucrania serán un objetivo legítimo para las fuerzas rusas que llevan adelante la «operación militar especial», término que usa Moscú para hablar del segundo asalto a Ucrania.
«Almacenes en Ucrania occidental han sido atacados más de una vez [por las fuerzas rusas]. ¿Cómo podría ser de otra manera? La OTAN, en esencia, está implicada en una guerra con Rusia a través de un proxy (tercero) y está armando a ese proxy. Guerra es guerra», señaló Lavrov en una entrevista televisada.
Pero ¿qué dice exactamente Lavrov cuando habla de una «guerra proxy» y qué significa que Rusia acuse a la OTAN de llevarla adelante?
«Una guerra proxy ocurre cuando un estado combate a otro estado, pero en lugar de usar sus propias fuerzas militares emplea las fuerzas de otro, que puede ser otro estado, una milicia o señores de la guerra», dice a BBC Mundo Daniel Byman, profesor de Política Exterior de la Universidad Georgetown (EE. UU.) y analista senior sobre Medio Oriente del Brookings Institute.
Recuerda que este tipo de conflictos fueron muy frecuentes entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el marco de la Guerra Fría cuando, por ejemplo, había fuerzas enfrentadas en una guerra civil en lugares como Somalia o Etiopía y cada superpotencia apoyaba a alguna de las partes, de forma que competían por influencia a través de estos terceros.
Guerras de este tipo también se libraron en Asia, Medio Oriente y América Latina, como ocurrió en Nicaragua en la década de 1980.
Vladímir Rauta, docente de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Reading (Reino Unido), señala que estas intervenciones pueden realizarse de distintas maneras.
«Ese apoyo puede materializarse a través de transferencias de armamento, información de inteligencia o financiamiento. La forma más común de apoyo es proporcionar santuario, refugios territoriales seguros», comenta a BBC Mundo.
«Una guerra proxy implica algunas o todas estas formas de apoyo, pero nunca el envío de tropas, porque cuando un estado aporta tropas ya se convierte en una intervención militar directa», destaca Rauta.
El señalamiento de Lavrov de que la OTAN está implicada en Ucrania en un conflicto de este tipo contra Rusia ya lo hizo previamente Leon Panetta, quien fue secretario de Defensa de EE. UU. y jefe de la CIA durante el gobierno de Barack Obama.
«Esto es una guerra proxy con Rusia, lo digamos o no», señaló a mediados de marzo a la agencia Bloomberg.
En una entrevista con BBC Mundo la semana pasada, Panetta argumentó su posición destacando la unidad de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en su oposición a la invasión de Rusia a Ucrania.
«Ellos están trabajando para asegurarse de que Rusia pague un precio por esta invasión. Han implementado severas sanciones económicas contra Rusia. Están proveyendo armas a los ucranianos para ayudarles a combatir la invasión rusa y están reforzando a los países de la OTAN para dejar claro que resistirán cualquier invasión adicional de Rusia», dijo.
«En la medida en la que Estados Unidos y nuestros aliados están haciendo todo lo que pueden para respaldar a Ucrania en su guerra contra Rusia, puedes decir que esto es el equivalente a una guerra proxy», agregó.
Panetta destacó además las declaraciones recientes del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, quien la semana pasada dijo que uno de los objetivos de esta guerra es ver a Rusia debilitada.
Esas declaraciones se produjeron en una rueda de prensa en Polonia durante la cual le preguntaron al funcionario estadounidense si él definiría ahora los objetivos de Washington de forma distinta a como fueron fijados al inicio de la invasión.
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