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«Se están llevando a cabo investigaciones sobre los dos sospechosos, detenidos el 5 de diciembre», declaró a AFP la fiscal Katarina Bergant, que no quiso dar más detalles.
Según el diario local Delo, que reveló el caso, se trataría de dos miembros del servicio secreto ruso.
A modo de tapadera, los agentes abrieron una galería de arte y crearon una sociedad informática, en unos locales modestos del centro de la capital Lubliana, de acuerdo con el diario. Los dos se valían de identidades falsas y tenían en su posesión pasaportes argentinos.
Otros medios locales señalan que los sospechosos tenían 38 años y dos hijos. «Es un asunto muy grave, que estamos siguiendo con gran atención», dijo a la prensa la ministra eslovena de Asuntos Exteriores, Tanja Fajon. Al igual que muchos vecinos europeos, Eslovenia, un pequeño país miembro de la OTAN, expulsó en abril a 33 diplomáticos rusos tras unas masacres imputadas a las fuerzas rusas en Ucrania.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia(FSB, antiguo KGB) detuvo este jueves a dos residentes de la ciudad portuaria de Sebastopol, anexionada por Rusia en 2014, por haber espiado presuntamente para la inteligencia ucraniana.
«El FSB detuvo actividades ilegales de dos ciudadanos rusos sospechosos de haber cometido alta traición en la forma de espionaje a favor del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU)», señaló en un comunicado recogido por la agencia oficial TASS.
Según Rusia, un residente de Sebastopol, que apoya la «ideología ucraniana», fue reclutado por el SBU en 2016 y tras el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania, transfirió a cambio de dinero «información sobre la ubicación de objetos del Ministerio de Defensa de Rusia que podía ser utilizada contra la seguridad del país y perjudicar las capacidades de defensa del Estado».
Además, sostiene el FSB, por orden de sus contactos en el SBU, en verano pasado el hombre implicó en sus actividades ilegales a un cómplice, un residente también de Sebastopol, que reunió y transmitió información sobre objetos del FSB a través de la aplicación de mensajería por internet WhatsAPP a «un servicio especial extranjero».
Rusia abrió un caso penal contra los dos hombres bajo el artículo 275 del Código Penal (traición) y el tribunal del distrito de Leninski de Sebastopol dictaminó prisión preventiva para los acusados, inicialmente para dos meses.
La traición es castigada en Rusia con hasta 20 años de prisión.
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