INTERNACIONAL

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El gobierno de Argentina expresó este viernes «profunda preocupación» ante la decisión del gobierno de Israel de legalizar nuevos asentamientos en Cisjordania, al considerarla una «violación» del derecho internacional. La protesta que incluye a Chile, México y Brasil, fue divulgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
«Los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile y México ven con profunda preocupación la decisión del gobierno de Israel de legalizar nueve puestos de avanzada y construir diez mil casas en asentamientos existentes en Cisjordania», dice el texto. «Esas medidas unilaterales constituyen graves violaciones del Derecho Internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», agrega.
«Nuestros gobiernos expresan su oposición a cualquier acción que comprometa la viabilidad de la solución de dos Estados, en la que Israel y Palestina puedan compartir fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, a la vez que se respeten las legítimas aspiraciones de ambos pueblos a vivir en paz», señala el texto.
Los gobiernos de Brasil, México, Chile y Argentina también pidieron que «israelíes y palestinos se abstengan de actos y provocaciones que puedan promover una nueva escalada de violencia» en la región y retomen «negociaciones para llegar a una solución pacífica».
El regreso del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, el 1 de enero, cortó con cuatro años de alineamiento con Israel del gobierno del exmandatario Jair Bolsonaro. El presidente de Chile, Gabriel Boric, también se ha mostrado crítico de la ocupación israelí, generándose incluso algunos choques diplomáticos.
El Gobierno de Israel del premier Benjamin Netanyahu anunció el pasado lunes la regularización de nueve asentamientos construidos en Cisjordania, ocupada sin permiso estatal, una medida presentada como la respuesta a un ataque en Jerusalén el pasado viernes en el que un palestino atropelló y mató a tres israelíes. Recordemos que, según la ley internacional, todas las colonias israelíes en Cisjordania son ilegales.
«Exhortamos a todas las partes a tomar medidas urgentes para recobrar la calma e [iniciar] una desescalada», declaró Antony Blinken en una rueda de prensa junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. «Queremos asegurarnos de que existe un entorno en el que podamos, espero que en algún momento, crear las condiciones para empezar a restablecer un sentimiento de seguridad tanto para israelíes como para palestinos», añadió.
La situación entre palestinos e israelíes se agravó abruptamente en los últimos días con atentados, tiroteos, ataques aéreos y medidas punitivas, y dejaron muertos en ambos lados. Después de reunirse con Netanyahu, Blinken tiene previsto citarse con su homólogo israelí Eli Cogen y con el presidente Isaac Herzog.
Su agenda también incluye una reunión con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, en Ramallah, en Cisjordania, un territorio en disputa que Israel ocupa desde 1967.
Antes de llegar a Jerusalén, Blinken pasó por El Cairo, la capital egipcia, donde hizo un llamado «a la calma y a apaciguar las tensiones». En una rueda de prensa conjunta, su homólogo egipcio Sameh Shukri se manifestó por una «solución justa» del conflicto israelo-palestino, más que nunca estancado.
Primer país árabe que firmó la paz con Israel en 1979, y vecino de la Franja de Gaza, bajo bloqueo israelí desde hace más de 15 años, Egipto recibe tanto a los jefes de gobierno israelíes como a los dirigentes de los distintos partidos palestinos.
Tras los recientes ataques anti-israelíes, el gobierno de Benjamin Netanyahu anunció un paquete de medidas para castigar a los familiares de los autores de esos hechos. Las fuerzas israelíes clausuraron el domicilio familiar de un palestino que mató a siete personas el viernes frente a una sinagoga en Jerusalén Este, la parte palestina de la Ciudad Santa ocupada por Israel, y planean destruir la vivienda.
Este ataque se produjo al día siguiente de una incursión israelí en el campamento de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada, en la cual murieron diez palestinos. En respuesta, hubo lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza hacia el territorio israelí. Acto seguido, el ejército del Estado hebreo procedió a un bombardeo contra el enclave palestino.
El sábado, un palestino hirió a dos israelíes en Jerusalén-Este, y el domingo guardias de seguridad israelíes mataron a un palestino en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. Y el lunes fuerzas israelíes mataron a un palestino en Hebrón, en el sur de Cisjordania.
Blinken dijo al canal saudita Al Arabiya que quiere «hablar con el gobierno israelí y con los dirigentes de la Autoridad Palestina». «Quiero escuchar lo que tienen que decir las personas que se ven afectadas a diario (por el conflicto)», afirmó. Si bien Estados Unidos y Egipto son actores diplomáticos importantes, para los expertos el margen de maniobra del Secretario de Estado es limitado.
Washington condenó el «atroz» atentado de Jerusalén Este e instó a Netanyahu y Abas a «tomar medidas urgentes para rebajar la tensión», según el Departamento de Estado. Pero, en privado, los funcionarios estadounidenses no ocultan su frustración por la escalada y el estancamiento del conflicto palestino-israelí. Aunque se esperan pocos avances en el frente de la desescalada, los analistas afirman que Washington está tratando de volver a entablar contactos con Netanyahu.
Varios funcionarios han estado recientemente en Jerusalén y algunos expertos hablan de la visita inminente de Netanyahu a la Casa Blanca.
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