Agreden al ministro de seguridad de Buenos Aires

ARGENTINA

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Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni / Foto: Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires

Lectura: 6 minutos

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, fue agredido a golpes, patadas y pedradas por un grupo de conductores de omnibus enfurecidos por la muerte de uno de sus compañeros en un asalto durante la madrugada del lunes.

El ataque contra Berni ─quien estaba acompañado por custodia mínima─ ocurrió cuando el secretario se presentó en el lugar en el cual los choferes protestaban por la inseguridad en la zona de La Matanza, periferia oeste de Buenos Aires.

Apenas llegó, le gritaron insultos y le lanzaron piedras. En un momento, se cayó y entonces también le dieron patadas sin que sus acompañantes consiguieran detener la agresión. El incidente fue transmitido en directo durante casi media hora por canales de la televisión local.

Con el rostro ensangrentado y protegido apenas con un casco de ciclista, el ministro fue sacado de lugar por la Policía que lo trasladó a un centro hospitalario.

Los manifestantes reclamaban por la muerte de Daniel Barrientos, de 65 años, quien falleció de un disparo luego de que dos asaltantes subieron al autobús que conducía y en el cual también viajaba un agente de Policía con el que se enfrentaron.

«Ya detuvimos al autor (del crimen). Estamos trabajando en eso. Hay dos detenidos, están haciendo el dermotest. Trabajando es la única manera de garantizar la seguridad de los choferes», les había dicho Berni cuando comenzaron a insultarlo.

Los choferes cumplen este lunes un paro de protesta en las principales líneas de autobús que viajan entre el populoso distrito La Matanza y la capital argentina.

Miles de personas se manifiestan a diario contra la inseguridad ciudadana en Buenos Aires bajo el lema «Porque a nosotros ya nos pasó, para que no te pase», en un reclamo encabezado por víctimas y familiares.

Es habitual la concentración en la Plaza de los Dos Congresos, frente al Congreso Nacional, con pedidos de «más seguridad y menos impunidad» donde se organizan las víctimas de la inseguridad ciudadana. La cita cuenta además con réplicas en otras ciudades argentinas como Rosario, Mar del Plata y Córdoba.

«El objetivo fue decir «basta» a una forma de vivir que habíamos naturalizado, merecemos vivir mejor y eso es lo que estamos buscando», dijo Carolina Piparo, una de las organizadoras de una marcha. Piparo, víctima de un asalto en la puerta de un banco en 2010 que ocasionó la muerte de su hijo en gestación, dijo al canal de cable Todo Noticias que «nadie» desde el Poder Judicial contactó con los organizadores de esta iniciativa, por lo que esperan ser «convocados a partir de mañana».

La muerte de un niño de 11 años, Máximo Jerez, volvió a conmocionar a Argentina y a atraer la atención sobre los sucesos en la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, tras la escalada de violencia de los últimos días.

El menor murió el 5 de marzo, cuando jugaba en la calle. Fue la víctima inocente del ataque armado de una banda de narcomenudeo, dirigido a la familia del líder de una banda rival, en la misma cuadra, un presunto jefe del microtráfico de cocaína ligado a Cristian Carlos Villazón, «El Salteño», que está preso por triple homicidio. Esto sucedió en el barrio humilde de Los Pumitas, en Empalme Graneros. Otros tres niños fueron heridos y siguen con pronóstico reservado.

El asesinato del niño fue la gota que rebasó el vaso. Familiares y vecinos indignados atacaron y saquearon la vivienda del Salteño, y destruyeron varios búnkeres y kioscos de venta de droga. La Policía parecía sobrepasada, pero, finalmente, el sospechoso fue detenido y protegido de un posible linchamiento.

Seguir el rastro de la criminalidad de bandas en Rosario en los últimos meses produce cierto vértigo. El 2 de marzo hubo un ataque al negocio de los padres de la esposa de la estrella de fútbol Lionel Messi, Antonela Rocuzzo. Y el 6 de marzo fue tiroteada una escuela, para dejar un mensaje a la conocida banda «Los Monos». En lo que va de este año 2023, se cuentan ya 64 muertes violentas en Rosario, a razón de una por día. Ante el recrudecimiento de la violencia, el presidente argentino, Alberto Fernández, decidió enviar a la Gendarmería Nacional.

A orillas del río Paraná, Rosario es la tercera mayor urbe del país, y su puerto sale al Atlántico por la hidrovía Paraná-Paraguay, que conecta a Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el océano Atlántico. Tiene cerca de un millón trescientos mil habitantes y es uno de los mayores centros de exportación de granos de Argentina, y cuna de figuras conocidas internacionalmente, como Messi. Pero, desde hace dos décadas, se relaciona a Rosario, sobre todo, con la criminalidad de bandas violentas que venden cocaína.

¿Son los hechos en Rosario comparables a los crímenes del narcotráfico en México, o Colombia? «Describir lo que está sucediendo en Rosario como narcotráfico, en el sentido de crimen transnacional organizado, es un grave error», dice a DW Enrique Andrés Font, profesor titular de la cátedra de Criminalidad de la Universidad Nacional de Rosario. Y explica que la ciudad tiene un mercado local de menudeo de cocaína, pero, entre el tráfico transnacional de esa droga por la hidrovía, en el río Paraná, hacia el Atlántico, y la economía local de droga de Rosario «no hay puntos de contacto, al menos hasta ahora».

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