INTERNACIONAL

Lectura: 6 minutos
La Reserva Federal (Fed) ha concluido que la dirección del banco Silicon Valley «falló al gestionar los riesgos» que corría la entidad, aunque también reconoció haber fallado como supervisor, por no apreciar la amplitud de las vulnerabilidades del banco.
Son dos de las conclusiones del informe sobre la caída de Silicon Valley Bank (SVB) que la Fed ha hecho público este viernes, en el que reconoce que los supervisores no dieron «los pasos suficientes» para asegurarse de que ese banco solucionara rápidamente sus problemas cuando los detectó.
«Tras la quiebra de Silicon Valley Bank, debemos fortalecer la supervisión y la regulación de la Reserva Federal en función de lo que hemos aprendido», dijo el vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, Michael Barr, en un comunicado que acompaña al informe.
Barr estima que la dirección de SVB no supo gestionar el riesgo antes del colapso del banco y que supervisores de la Fed no tomaron medidas fuertes, pese a haber identificado problemas en este prestamista centrado en el sector tecnológico de California.
SVB quebró el 10 de marzo, en buena medida por su alta exposición a una subida de los tipos de interés. Su colapso conmocionó a todo el sector bancario y provocó la quiebra de otro banco regional estadounidense y la compra precipitada de la banca de inversión Credit Suisse por UBS.
El informe concluye que la Fed «no apreció la gravedad de las deficiencias críticas en la gestión, la liquidez y el manejo del riesgo de tasas de interés de la empresa», porque los activos de SVB se duplicaron entre 2019 y 2021 en medio de un boom de la industria tecnológica.
Tras horas frenéticas tratando de encontrar un comprador para el desaparecido Silicon Valley Bank, el Gobierno estadounidense presentó un plan para respaldar al sector bancario.
Durante el fin de semana del 11 y 12 de marzo de 2023, los reguladores estadounidenses pusieron en marcha un plan de financiación de emergencia para garantizar suficiente liquidez en el sistema bancario, cerraron otra entidad prestamista, Signature Bank, y garantizaron a los clientes de los bancos el acceso a sus depósitos, en un intento de limitar las consecuencias de la implosión de SVB.
La quiebra de Silicon Valley Bank es la mayor quiebra bancaria desde la crisis financiera mundial de 2008. Pero es poco probable que la caída del banco desemboque en una crisis financiera tan profunda y dolorosa como la que siguió entonces a la quiebra de Lehman Brothers.
En primer lugar, las autoridades bancarias estadounidenses han intervenido pronto. La «actuación decisiva» de los reguladores redujo el riesgo de nuevas quiebras bancarias, declara a DW Moritz Schularick, profesor de Economía de la Universidad de Bonn.
En segundo lugar, Estados Unidos tiene hoy una normativa mucho más estricta para los bancos, especialmente para los más grandes, como JP Morgan, Bank of America y Goldman Sachs. Como resultado, los bancos estadounidenses gozan de una salud financiera mucho mejor, en contraste con sus balances excesivamente endeudados en 2008.
«Existe la posibilidad de un contagio indirecto, pero, por el momento, no lo vemos como un riesgo específico», dijo el lunes el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, al hablar de los riesgos que plantea la actual crisis para la Unión Europea.
El regulador alemán de servicios financieros Bafin impuso una moratoria a la sucursal alemana de Silicon Valley Bank, paralizando las ventas y los pagos. En un comunicado, el regulador subrayó que la entidad no tiene «relevancia sistémica» y, por tanto, «no supone una amenaza para la estabilidad financiera».
La rápida actuación del Gobierno británico, que facilitó la venta de la sucursal londinense del SVB al peso pesado financiero mundial HSBC, aseguró también allí los depósitos.
El índice bancario europeo que sigue las acciones de los principales bancos europeos cayó inicialmente el martes, pero se recuperó para subir un 2,7 por ciento. El índice registró el lunes su mayor pérdida porcentual en más de un año, en medio de temores de contagio.
Por otro lado, las acciones de Credit Suisse cayeron el miércoles (15.3.2023) un 24 por ciento en la Bolsa de Zúrich, un desplome que arrastró a la baja a otros valores de la banca europea. El desplome se produjo tras varias jornadas muy negativas para el banco, perjudicado por la crisis bursátil causada por el colapso de SVB. Este hecho coincidió con declaraciones del presidente del banco estatal saudí, Ammar al Khudairy, anunciando que no habrá mayores inyecciones de capital por parte de su entidad.
«Una diferencia crítica entre los sistemas europeo y estadounidense, que limitará el impacto al otro lado del Atlántico, es que las tenencias de bonos de los bancos europeos son menores y sus depósitos más estables», dijo Moody’s.
La crisis actual se ha producido como consecuencia de la subida mundial de los tipos de interés. Los bancos centrales utilizan la palanca de los tipos de interés para enfriar la actividad empresarial y, a su vez, la inflación. Este endurecimiento de la política monetaria causa quebraderos de cabeza a las empresas emergentes, ya que seca la financiación y restringe el gasto de los consumidores.
Las quiebras de SVB y Signature Bank han «puesto de manifiesto la insuficiencia de las reformas reguladoras que se han hecho desde la crisis financiera mundial», dijo Arthur Wilmarth, profesor de Derecho de la Universidad George Washington.
La normativa bancaria que habría sometido al banco a una supervisión más estricta se diluyó en 2018, bajo la presidencia de Trump. «Voy a pedir al Congreso y a los reguladores bancarios que refuercen las normas de los bancos para que sea menos probable que este tipo de quiebra bancaria se repita, y para proteger los puestos de trabajo de las pequeñas empresas estadounidenses», declaró el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, poco después del anuncio de quiebra del SVB.
Otro artículo de interés: Comenzaron demandas contra Silicon Valley Bank