INTERNACIONAL

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El cerco de los escándalos sigue estrechándose sobre el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy, que será finalmente juzgado por presuntos delitos de intento de corrupción de uno o varios magistrados que instruían uno de los casos en los que está envuelto.
Sobre Sarkozy existen sospechas de corrupción en varios casos paralelos: financiación ilegal de su campaña presidencial, victoriosa, el 2012; haberse beneficiado de donaciones crapulosas de Muamar el Gadafi; participación directa o indirecta en las comisiones percibidas por uno de sus consejeros políticos, beneficiándose a un trato empresarial de favor; oscura financiación de su divorcio con su segunda esposa, Cecilia Ciganer…
Todos esos escándalos tienen costados muy diversos, que siguen un complicado curso judicial.
A la espera de la evolución del resto de los escándalos, la justicia ha decidido juzgar a Sarkozy por el intento de soborno de uno o varios jueces que instruían el escándalo de la financiación ilegal de su campaña presidencial del 2012.
Varios jueces sospechan que Sarkozy y sus abogados intentaron conseguir ilegalmente las informaciones privilegiadas que otros jueces podrían facilitarles, para conocer, en detalle, las informaciones que estaban o no estaban en poder de la justicia.
Jacques Chirac fue el primer presidente de la V República que fue juzgado y condenado por delitos cometidos antes de su elección como jefe del Estado.
Sarkozy puede ser el primer presidente de la V República juzgado por presuntos delitos cometidos siendo jefe del Estado, ligados a su elección.
El anuncio del próximo proceso de Sarkozy, en una fecha todavía desconocida, no prejuzga en absoluto, la sentencia final. El expresidente, alejado de la política, es presumido inocente, según la Ley. Pero la nube tóxica de los escándalos en curso de instrucción parece sugerir un purgatorio judicial largo, duro y muy amargo.
