Gobierno de Cuba empuja al exterior a ciudadanos disidentes anticomunistas

INTERNACIONAL

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El 21 de febrero de 2019, Eliécer Góngora Izaguirre, un activista de la ONG Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), fue puesto sin su consentimiento ni conocimiento, y sin que mediara ninguna orden judicial, en un avión de Aruba Airlines con rumbo a Guyana. Le dieron 200 dólares y le dijeron que era «para que se buscase la vida y no regresase más a Cuba». Esta declaración forma parte del dictamen sobre expatriaciones forzosas y coercitivas realizadas por el régimen cubano, así como las violaciones de DD. HH.

Realizado por la abogada María Herrera, que trabaja en el distrito de Columbia y en Nuevo México, está incluido en una denuncia presentada por dos ONG ─Cuban Prisioners Defenders y Unpacu─ ante la ONU contra el Gobierno de la isla sobre prácticas poco conocidas que se han intensificado en los últimos meses.

«Al menos en los últimos 6 meses, pero incluso antes, se ha detectado de forma generalizada y masiva que la policía política y la Seguridad del Estado, así como los Comités de Defensa de la Revolución y otros organismos afines al proceder del Ministerio del Interior han puesto en marcha una metódica para instigar, mediante amenazas, coacción, golpizas y detenciones arbitrarias, a los activistas para que, explícitamente, dejen el país de forma definitiva, hecho que les comunican como única solución a la represión y amenazas de muerte y cárcel», indica la denuncia. La expatriación forzosa es otra forma de acallar cualquier voz disidente en la isla. A los que el régimen cubano no puede silenciar con la cárcel ─actualmente hay 134 presos políticos en Cuba─ los destierra, así lo refrenda esta denuncia que fue remitida ayer a la ONU.

El informe incluye más de una treintena de casos, y 26 testimonios directos como el de Eliécer. Todos ellos son cubanos que se han visto obligados a abandonar la isla con la prohibición de volver a ella. A estos se suman otros 42 casos de activistas y disidentes cubanos que han sido y son «víctimas de gravísimas amenazas» por parte de «los aparatos del Estado» cubano instigándolos a la expatriación forzosa, pero que, a pesar de la gran represión, han optado por quedarse en Cuba. Entre estos últimos activistas, hay nombres tan conocidos como los de la líder de las Dama de Blanco, Berta Soler, que ha sufrido innumerables detenciones y a la que el régimen no deja salir del país desde hace más de dos años (otra medida de represión).

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