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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su colega presidente de Colombia, Iván Duque, acordaron el martes en Brasilia que ambos países llegarán a la próxima cumbre de la ONU sobre el cambio climático (COP26) «unidos» en defensa de la Amazonia.
«Llegaremos a Glasgow unidos para abordar un asunto muy importante y querido para todos nosotros: nuestra querida, rica y deseada Amazonia», dijo Bolsonaro tras reunirse con Duque en el palacio presidencial de Planalto, en la capital brasileña.
Los países de la región amazónica «compartimos la idea de llegar a Glasgow con un mensaje inequívoco de proteger este territorio», añadió Duque por su parte.
«Nuestra voz en Glasgow será la de no solamente trabajar por la transición energética, por la reducción de emisiones, sino también alcanzar la neutralidad de carbono y hacerlo con una gran protección de nuestros bosques tropicales y nuestra Amazonia», afirmó también el mandatario colombiano en el segundo día de su visita oficial a Brasil.
Los líderes mundiales se reunirán en la ciudad escocesa de Glasgow entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre para debatir la reducción de las emisiones de CO², clave para combatir el cambio climático.
El gobierno de Bolsonaro es muy criticado por su política medioambiental, principalmente debido al aumento de la deforestación desde que asumió el poder en 2019. En un cambio de discurso en abril, Bolsonaro se comprometió en alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 y prometió que Brasil eliminará la deforestación ilegal para 2030.
El 70% de la deforestación en Colombia ocurre en la Amazonia. En 2020 se deforestaron 109.302 hectáreas en suelo amazónico colombiano, según cifras oficiales.
El presidente Duque, declaró en una entrevista publicada por el diario O Globo que su país trabaja «unido» con Brasil por la libertad y el progreso de América Latina y, en especial, por la «vuelta de la democracia» a Venezuela.
«Somos países defensores de la democracia, de la economía de mercado con sentido social, de las libertades de los ciudadanos», dijo en la entrevista Duque, recibido en Brasilia por su homólogo, Jair Bolsonaro.
Duque subrayó que Brasil y Colombia contribuyeron a la fundación del Foro para el Progreso y el Desarrollo de Suramérica (PROSUR) y otros organismos interamericanos, y que además están «unidos en la defensa de la vuelta de la democracia a Venezuela».
Según el presidente colombiano, el «cerco diplomático que fue construido (frente al Gobierno que preside Nicolás Maduro) no tiene precedentes en América Latina» y sostuvo que «la presión diplomática de quienes no reconocen al dictador lo obligó a sentarse en una mesa para negociar con la resistencia democrática».
Aludió así al proceso de negociaciones que se lleva a cabo en México ─que consideró un «espacio válido»─ pese a confesar que es «escéptico en relación a la verdadera voluntad de la dictadura», que en su opinión intentará «enrollar» el diálogo «como ya hizo otras veces».
Sobre su próximo encuentro con Bolsonaro, destacó las relaciones comerciales, económicas y políticas bilaterales, que deben ser aún más estrechas también en los ámbitos de la salud y la protección del medioambiente, dada la condición amazónica de ambos países, expreso el mandatario.
Duque, sin embargo, evitó profundizar en las críticas que han recibido en la comunidad internacional las agresivas políticas de Bolsonaro para el desarrollo de la Amazonía. «No me detengo en términos de percepción. Brasil es un actor de protagonismo en la agenda ambiental global», es «la mayor economía de América Latina y el Caribe» y «nadie puede ni debe aislar a Brasil», enfatizó. También afirmó que «no se puede politizar la agenda ambiental» y agregó que «todos los días tenemos que invitar a Brasil a ejercer el papel que le corresponde en esta discusión, y para el cual tiene su voluntad».
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