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Masiva concentración de policías de Nueva York acompañados por colegas de otras ciudades y distintas instituciones de seguridad marcharon acompañando el funeral de Jason Rivera, muerto en un enfrentamiento, a la Catedral de San Patricio ubicada en la Quinta Avenida, para participar en las exequias.
Rivera, de 22 años, fue asesinado a tiros la semana pasada mientras respondía a una llamada de violencia doméstica junto a su compañero, el oficial Wilbert Mora, quien resultó gravemente herido en el mismo incidente, días después murió también.
El funeral del oficial de la Ciudad de Nueva York asesinado, de origen dominicano, Jason Rivera, se llevó a cabo el viernes en la Catedral de St. Patrick, mientras su compañero Wilbert Mora agonizaba después de recibir un disparo en Harlem el viernes por la noche mientras respondía a una llamada de violencia doméstica.
Lashawn McNeil, el sospechoso de enfrentar a los agentes, murió a causa de sus heridas el lunes, informó la policía en Nueva York.
Rivera, Mora y otro oficial uniformado respondieron a una llamada de disturbios domésticos a media tarde en la calle West 135 por una madre que dijo que estaba peleando con su hijo, según la policía.
Los oficiales ingresaron a la vivienda donde el sospechoso, Lashawn McNeil, disparó varias veces, luego trató de huir del apartamento pero un tercer oficial, disparó dos veces para abatirlo.
Además de la pistola que utilizó para disparar, las fuentes policiales dijeron que se encontró otra arma debajo de su cama, ensamblada de forma artesanal con piezas compradas y registradas en Michigan.
El tiroteo dejó como saldo la muerte del oficial Rivera, de 22 años. Según varios altos funcionarios con conocimiento directo de la investigación, el tirador acusado, McNeil, carga un historial delictivo asociado al rechazo a todo tipo de autoridad.
La policía inicialmente dijo que el sospechoso recibió un disparo y fue declarado muerto en la escena. Sin embargo, luego hicieron una corrección y dijeron que McNeil no murió en el lugar, sino que fue llevado al hospital y se encontraba en estado crítico hasta su fallecimiento.
El presunto atacante tenía un arresto previo en Nueva York por un delito grave y cuatro arrestos más fuera del estado.
McNeil, de Allentown, Pensilvania, fue arrestado por narcóticos en la ciudad de Nueva York en 2003, por lo que aún estaba en libertad condicional.
También tiene cuatro arrestos fuera de la ciudad de Nueva York. McNeil fue arrestado en Carolina del Sur por posesión ilegal de un arma en 1998.
Fue arrestado por agredir a un oficial de policía allí en 2002, y en 2003 fue arrestado por un delito grave de drogas y un delito menor de narcóticos.
Los policías que marcharon eran mayoritariamente del cuerpo del departamento de Nueva York, pero a ellos se les unieron colegas de ciudades vecinas, del departamento antidrogas (DEA), de la Academia de Policía y hasta de los Rangers, según pudo comprobar un cronista de la agencia EFE.
Quienes pudieron, entraron en la Catedral de Saint Patrick al funeral de cuerpo presente por el alma de Jason Rivera ─que más tarde será incinerado─, una ceremonia presidida por el Arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan.
Pero fueron miles los que durante más de dos horas se quedaron fuera, en la Quinta Avenida, bajo una fina nieve que durante toda la mañana cayó sobre Nueva York.
Las autoridades habían cortado el tráfico en la Quinta Avenida a lo largo de diez calles, donde podían escucharse los rezos de la catedral por parlantes distribuidos a lo largo de varias cuadras.
El alcalde Eric Adams, exoficial de la policía neoyorquina, presidió el funeral de despedida de Rivera, quien como su compañero también muerto Wilbert Mora era de origen dominicano.
Adams asumió el 1 de enero la alcaldía tras una campaña en la que el refuerzo de la seguridad fue uno de sus pilares Debido a la muerte de los dos agentes, pidió ayuda al gobierno federal en Washington para frenar el tráfico de armas en Nueva York.
El presidente Joe Biden ha anunciado un viaje la próxima semana a Nueva York para coordinar medidas que frenen la violencia armada en la ciudad.