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La Comisión Europea analiza modificar el rígido sistema de financiamiento de las empresas, en estos momentos críticos que exponen el carácter estratégico del proteccionismo europeo en la vida económica de los 27 países del grupo.
Más de dos tercios del financiamiento bancario en las empresas europeas proviene de los bancos, con mucha asistencia de la banca asociada a los Estados, el resto surge de la tradicional cantera de títulos y acciones bursátiles.
El sistema es exactamente al revés en Estados Unidos donde las empresas acuden para el financiamiento a la bolsa para tomar deuda, y una pequeña porción acude a los bancos, donde el sistemas es más lento y plagado de normas burocráticas.
El resultado explica la vitalidad y fortaleza de la economía de EE. UU. que sigue siendo la primera del planeta y nada parece indicar que podría alterar la ecuación, más allá de los propósitos permanentes de los gobiernos que pertenecen al partido Demócrata, con excepción del expresidente Clinton.
La Comisión Europea propuso el miércoles que las empresas obtengan «incentivos fiscales» por la captación de dinero a través de la emisión de acciones, de la misma manera que lo hacen cuando toman dinero prestado. Se trata de agilizar el sistema sin duda.
Las empresas europeas obtienen entre el 70 y el 80% de su financiación de los préstamos bancarios y el resto proviene de títulos emitidos, lo que las hace vulnerables cuando los bancos se muestran menos dispuestos a prestar o durante una crisis bancaria.
«Al hacer que las nuevas acciones sean deducibles de impuestos, al igual que la deuda, esta propuesta reduce el incentivo para aumentar el endeudamiento de las empresas y les permite tomar decisiones de financiación basadas únicamente en consideraciones comerciales», dijo el vicepresidente de la Comisión Valdis Dombrovskis.
La deuda total de las empresas de la Unión Europea era de 14,9 billones de euros en 2020, es decir, el 111% del producto interior bruto de la UE.
En Estados Unidos, las proporciones de financiación de las empresas se invierten y la UE se esfuerza por conseguir algo similar con su proyecto de unión de mercados de capitales para aumentar la financiación no bancaria de las empresas.
«Nuestra propuesta ayudará a las empresas a acumular un capital más sólido, haciéndolas menos vulnerables y más propensas a invertir y asumir riesgos», dijo el Comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni.
La Comisión espera que el planteamiento combinado de desgravación sobre los fondos propios (obtenidos de la emisión de acciones) y la deducción limitada de los intereses de la deuda impulse las inversiones en un 0,26% del PIB y el propio PIB en un 0,018%.
Según la propuesta de la Comisión, la deducción fiscal se haría sobre la diferencia entre el patrimonio neto al final del ejercicio fiscal y el patrimonio neto al final del ejercicio fiscal anterior, multiplicado por un tipo de interés teórico.
La deducción sobre los fondos propios sería aplicable durante 10 ejercicios fiscales consecutivos, siempre que no superara el 30% de la renta imponible de la empresa.
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