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En la mañana del martes se ha producido una explosión en un depósito provisional de municiones del Ejército ruso en la localidad de Maiske, en la península de Crimea, asaltada por tropas rusas en febrero de 2014.
El jefe de la autoproclamada República de Crimea, Serguéi Aksiónov dijo sobre el ataque ucraniano, «Hasta ahora tenemos datos de dos víctimas: un hombre tiene una herida de metralla y otro fue aplastado por un muro. Sus vidas no corren peligro, afortunadamente. Proporcionaremos datos sobre las víctimas y les informaremos regularmente sobre lo que está pasando. Han sido desalojados todos los vecinos de la zona en un radio de cinco kilómetros. Se proporcionará información más precisa tras el comentario del Ministerio de Defensa».
También en Crimea una unidad militar rusa en el distrito de Dzhanskoy estaba en llamas en la mañana de este martes.
Esta detonación se produce una semana después de otras explosiones en un aeródromo militar en Crimea, que según Moscú se debieron a un incendio fortuito y que destruyeron una decena de aviones de combate de Rusia.
El incendio se produce después de una serie de explosiones en una base aérea rusa cercana a las explosiones previas.
En la mañana del 16 de agosto a consecuencia de un sabotaje fue destruido un depósito militar en la localidad de Dzhankoe, la capital del distrito homónimo, informó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
El ataque se produjo una semana después de las sospechosas explosiones ocurridas en un aeródromo ruso en el oeste de Crimea y que las autoridades locales atribuyeron a un accidente, pero que la prensa occidental describió como un exitosa operación ucraniana, que destruyó nueve aviones, según las imágenes de satélite.
Se trata de la primera vez que el mando ruso admite un operativo de sabotaje en la península anexionada por la fuerza en 2014, aunque en ningún momento llegó a acusar directamente a Kiev.
Las explosiones en el arsenal destruyeron infraestructura civil como una línea de alto voltaje, subestaciones eléctricas, un tramo de línea férrea y varias viviendas, según el mando ruso.
«No hay heridos graves. Se toman las medidas necesarias para subsanar las consecuencias del sabotaje», añadió Defensa.
Las autoridades no informaron de víctimas en el siniestro, que según la administración local obligó a evacuar a cerca a más de 3.000 personas de Maiskoe, localidad aledaña al arsenal.
«Estamos en estado de emergencia», declaró a la prensa el gobernador crimeo, Serguéi Axiónov.
Aunque Ucrania no reivindicó el ataque, dio a entender que no será el último.
«Recordaré otra vez que, en un país normal, Crimea se resume en mar Negro, montañas, descanso y turismo. Pero en la Crimea ocupada por los militares rusos, la cosa va de explosiones de arsenales y un aumento del peligro mortal para los ocupantes y los ladrones. La desmilitarización en acción», afirmó en Twitter Mykhailo Podoliak, asesor presidencial ucraniano.
Agregó que «el número de esos excesos va a aumentar. Y, particularmente, en Crimea también aumentarán».
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) informó de otros tres actos de sabotaje contra líneas eléctricas de la central nuclear de la región rusa de Kursk, en la frontera con Ucrania, que atribuyó a grupos ucranianos.
«El 4, 9 y 12 de agosto en el distrito Kurchátov de la región de Kursk grupos de saboteadores ucranianos atentaron contra seis torres de alto voltaje, que suministraban energía a la central nuclear de Kursk», señaló.
El ataque afectó al normal funcionamiento de la central atómica, lo que puede ser interpretado como una represalia por los últimos incidentes en la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, bajo control ruso.
*Imagen ilustrativa.
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