ARGENTINA

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Esta semana se anunciaron otros tres nuevos tipos de cambio de dólar en el país, sumando un total de catorce. Expertos critican que esas medidas pueden aumentar la inflación y la proliferación de mercados irregulares.
«Ya me perdí, no sé cuántos dólares hay», dijo ayer el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, aspirante a competir por la presidencia en el espacio opositor.
Y es que esta semana el ministro de Economía del gobierno del presidente Alberto Fernández, Sergio Massa, anunció tres nuevos tipos de cambio de dólar, sumando un total de catorce en el país.
Los últimos tipos diferenciales de cambio de la divisa estadounidense fueron el dólar «Qatar», el «dólar de lujo» y el dólar «Coldplay» o «dólar cultura».
El primero, que surge a causa de la participación de Argentina en el Mundial de Fútbol en Qatar, se aplica a quienes gasten más de 300 dólares mensuales con tarjetas de crédito y débito, en pasajes al exterior o paquetes turísticos.
Deberán pagar un impuesto extra, al que rige actualmente, pasando de 257 pesos argentinos (unos 1,70 euros a la fecha) a 314 (2,12 euros).
El segundo, tiene por objetivo que quienes compran bienes de «lujo» en el exterior, ya sean vehículos, jets privados, relojes, entre otros, el dólar estará fijado en 302 pesos argentinos (unos 1,98 euros).
Y, por último, y el que ha llamado más la atención por su nombre, el «dólar Coldplay», está dirigido al rubro de la cultura, y encarecerá las contrataciones de artistas en el extranjero, con una cotización de dólar a 204 pesos argentinos (1,38 euros).
La lista es larga e incluye también los siguientes tipos de dólar: blue, turista, futuro, bolsa, ahorro, cripto, Nétflix, SENEBI, y los más recientes: «dólar tecno» y «dólar soja».
Deutsche Welle habló con dos expertos en finanzas para entender por qué Argentina es uno de los pocos países que utiliza ese tipo de sistema.
«Los tipos de dólar responden a las distintas restricciones que tienen distintos participantes. Entonces, según esas restricciones, se tiene un tipo de dólar distinto», dice a DW Miguel Boggiano, economista de Carta Financiera y máster en Economía de la Universidad de Chicago.
Estas restricciones se explicarían por el actual escenario económico del país. Por ejemplo, en Argentina es casi imposible acceder al dólar oficial, determinado por el Banco Central, debido a que las reservas en esa institución se encuentran momentáneamente bajas por la falta de inversión.
Asimismo, existe un compromiso del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de aumentar sus reservas al término de este año, por lo que el gobierno ha limitado más la circulación de la divisa estadounidense.
Ante este escenario de escasez, el Poder Ejecutivo tomó la decisión de negociar sector por sector.
«Entonces lo que está ocurriendo hoy en la Argentina es que hay mucho lobby. Y el Banco Central, en vez de corregir con una cotización general, normal, que responda a la evaluación del mercado, empieza a conceder precios específicos del dólar, dependiendo del sector. Esto genera mucha distorsión, mucha inestabilidad y poca predictibilidad, porque nadie sabe cuánto va a valer su tipo de cambio a futuro», dice Marcelo Elizondo, presidente de International Chamber of Commerce (ICC) en Argentina y director ejecutivo de la consultora DNI, en entrevista con DW.
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