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Según el banco Credit Suisse, no hay evidencias de que ciudadanos nazis exiliados en Argentina tuvieran cuentas en la entidad durante los años 30 del siglo pasado, una acusación que lanzó en 2020 el Centro Simon Wiesenthal.
Las investigaciones, conducidas por la firma de investigación forense AlixPartners y en las que 50 personas han examinado 480.000 monumentos, «no encontraron pruebas que apoyen las acusaciones del centro», señaló el banco de Zúrich en un comunicado.
El Centro Simon Wiesenthal solicitó a Credit Suisse en marzo de 2020 que investigara una lista de 12.000 individuos revelada por la institución hebrea, y que según el centro incluía a nazis que llegaron a Argentina en la década de los años 30, muchos sospechosos de haber girado grandes cantidades de dinero a cuentas suizas.
La lista se basaba en miembros de la Unión Alemana de Gremios (UAG), un sindicato argentino vinculado a la ideología nazi, y según el Centro Simon Wiesenthal muchos de ellos tenían cuentas en el banco helvético Schweizerische Kreditanstalt, predecesor directo de Credit Suisse.
Según Credit Suisse, los investigadores de AlixPartners encontraron que en la lista de 12.000 personas (muchas estaban duplicadas y en realidad eran menos de 9.000) no había ningún miembro del Partido Nazi Argentino, según la lista de miembros de esta formación que el Gobierno de Estados Unidos elaboró en 1946.
Los investigadores además sólo hallaron ocho miembros de la lista facilitada por el Centro Simon Wiesenthal que tuvieran posiblemente una cuenta en el Schweizerische Kreditanstalt entre 1933 y 1945, pero «siete de ellas estaban cerradas en 1937», señaló Credit Suisse.
«Sólo una se mantuvo abierta durante la Segunda Guerra Mundial, la de un miembro de la UAG que había emigrado a Argentina en los años 20 y que no estaba en la lista del Gobierno de EE. UU. sobre miembros del Partido Nazi Argentino», añadió el banco suizo en su comunicado.
Credit Suisse señaló que los hallazgos son similares a los publicados hace dos décadas, en el contexto del Acuerdo Global de 1999 (en el que también participó el Centro Simon Wiesenthal) y en el que, recordó el banco suizo, «se puso fin a la controversia en relación con los bancos suizos durante la Segunda Guerra Mundial».
Aquel acuerdo para compensar víctimas del Holocausto y sus herederos, indicó el comunicado, «liberó de cargos definitivamente a los bancos suizos en relación con toda acusación relacionada con la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto, sus víctimas y cualquier transacción con el régimen nazi».
Credit Suisse invitó al Centro Simon Wiesenthal a reunir a sus responsables, junto a los de AlixPartners, para presentarles de forma más detallada los resultados de la investigación.
Billetes del régimen nazi, usados en campos de concentración durante la II Guerra Mundial, e incautados por la Aduana en un buque proveniente de Uruguay, fueron entregados al Museo del Holocausto de Buenos Aires.
Según indicó la Dirección General de Aduanas, en enero pasado se detuvo el «ingreso irregular» de una colección de billetes y monedas valorada en 120.000 dólares, entre ellos 17 billetes de la Alemania nazi y de la Ucrania ocupada por el nazismo.
Ese procedimiento tuvo lugar en un control a la llegada a Buenos Aires de un buque proveniente de Uruguay, tras recibir una alerta de Interpol con relación a un pasajero de la embarcación que tenía antecedentes de tráfico ilegal de piezas numismáticas.
Son billetes de diversa denominación de karbovanets ucranianos de 1942, y entre los ejemplares de moneda alemana hay cinco utilizados en los campos de prisioneros del régimen nazi.
Los billetes de 1, 10 y 50 reichspfennigs y de 2 y 5 reichsmarks llevan inscripciones que, traducidas al español, indican: «Este bono solo es válido como medio de pago para los prisioneros de guerra y solo podrá ser gastado y recibido por estos dentro del campo de prisioneros de guerra o en el caso de jornadas laborales en las oficinas de compras expresamente designadas a tal efecto. Solo podrá ser canjeado por moneda de curso legal en la oficina de gestión del almacén correspondiente. Los infractores, imitaciones y falsificaciones serán sancionados. Jefe del comando supremo de la Wehrmacht», agrega.
La Aduana también oficializó la entrega al Museo del Holocausto de billetes de la Alemania nazi de uso corriente, cuya circulación no estaba limitada a los campos de concentración.
El juez Javier López Biscayart, que tramita la causa de la incautación, decidió constituir al Museo como depositario judicial de los billetes, como solicitó el propio centro, que tiene como misión resguardar el patrimonio referido al nazismo y al Holocausto.
«En línea con lo que establecen la Unesco y la Organización Mundial de Aduanas, detuvimos una maniobra de tráfico ilícito de bienes culturales», expresó el director general de Aduanas, Guillermo Michel, que agregó que el organismo asume el compromiso de que las mercancías incautadas «sean devueltas a la sociedad en forma provechosa».
«Estos billetes de la Alemania nazi fueron producidos por un régimen de odio, responsable del exterminio de once millones de personas, entre las cuales se encuentran las seis millones de víctimas judías de la Shoá», señaló Marcelo Mindlin, presidente del Museo del Holocausto, ubicado en el barrio de Recoleta de la capital argentina.
Estos billetes se suman a otras piezas «sensibles» cedidas por la Justicia al museo como depositario judicial. «Los pondremos al servicio de la construcción de memoria, de la educación y de la lucha por los valores democráticos, para prevenir crímenes semejantes contra la humanidad», añadió Mindlin.
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