Elecciones provinciales, por Antonio Calabrese

OPINIÓN

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Foto: Ministerio del Interior (Presidencia de la Nación Argentina)

Escrito por Antonio Calabrese*, abogado constitucionalista, historiador, político. Columnista de LaCity.com.ar.

Lectura: 8 minutos

Se desdoblaron y adelantaron las elecciones provinciales en 18 distritos sobre 24.

Esto puede deberse fundamentalmente a 2 razones: a) que quieren evitar el arrastre negativo que podría tener el encabezamiento de la boleta electoral con candidatos nacionales que la opinión pública rechaza; b) deslindar la responsabilidad de los oficialismos provinciales particularmente con las políticas económicas y de seguridad, de orden
nacional, que han fracasado y sumido a la población en pobrezas, carencias y peligros.

Se han realizado a la fecha 8 de esas elecciones desdobladas y se prohibieron 2 más, mediante amparos judiciales por la Corte Suprema de Justicia, al reclamarse por intentos reeleccionistas inconstitucionales de caudillejos locales.

Los resultados de las 8

Fueron al sufragio: Neuquén (que comprende el 1,53% del padrón nacional); Rio Negro (el 1,63%); La Rioja (el 0,86%); Jujuy (el 1,67%); Misiones (el 2,7%); La Pampa (el 0,86%); Salta (el 3,07); y Tierra del Fuego apenas el 0,41%. O sea que en total representan apenas el 12,72% del padrón nacional, para las elecciones presidenciales y cargos nacionales con el que se votó en las intermedias del 2021.

Ese padrón nacional es de 34.332. 992 electores es decir que quedan más de 30.000.000 de electores que aún no se han expresado, de modo que ante muestra tan pequeña no se puede hacer ninguna proyección, sobre todo teniendo en cuenta que los aproximadamente 4.500.000 , tendrán que volver a hacerlo, en donde solo Buenos Aires tiene el 37%, al que se deben sumar, CABA, Córdoba, Mendoza, Santa Fe superando más del 67% total.

Algunas cuestiones que diferencian a estas elecciones con las nacionales

1) Han ganado todos los oficialismos con excepción de Neuquén en donde ganó un desprendimiento de él, pues el ganador fue vicegobernador del partido que representa al Mov. Pop. Neuquino (oficialismo) recientemente en el período 2015/2019;

2) De los triunfadores solo 2 representan al Justicialismo (La Pampa y La Rioja); 5 a expresiones locales (Salta, Misiones, Rio Negro, Neuquén y Tierra del Fuego con mayor o menor adhesión a Balcarce 50, y 1 a la Unión Cívica Radical (o JxC, demostrando curiosamente poco optimismo en la general en la que inclusive se postula como precandidato a presidente); es decir que salvo los 2 primeros y el último, no tendrían definidos sus votos para la elección de octubre, si estos fueran trasladables, porque generalmente tienen tendencia a negociar con el poder o con quien tiene mayores posibilidades de victoria en la presidencial.

El triunfo de todos los oficialismos provinciales

Entonces, además del bajo porcentaje que engloba a todas ellas de apenas poco más del 10% del padrón general, se debe considerar que la abstención fue alta en la mayoría de los distritos como La Rioja, La Pampa, Misiones que fue de casi el 30% agregando que en Tierra del Fuego hubo apenas alrededor del 50% de participación debiendo considerar que el 22% de los votos fueron en blanco, lo que representa un gran rechazo de la población aún a los candidatos locales.

Pero el elemento más importante es el peso del llamado «aparato» que hace imperdibles a los oficialismos, de allí la calificación de «feudales» de estos estados como nosotros lo hicimos alguna vez («El Mito del Federalismo» ed. Prosa) y recientemente un expresidente.

¿En qué consiste el «feudalismo» o «clientelismo» como una de sus variantes? Muy fácil para quien vive o vivió en ellas y mucho más si alguna vez se revolcó en el fango de la política territorial.

Se trata de la compra de la comunicación desde el poder con el dinero de los contribuyentes, silenciando prácticamente a la oposición, a través de la llamada pauta publicitaria, de distribución voluntarista por no decir arbitraria, de la cual son presos en su línea editorial los medios locales (desde los diarios en papel hasta los canales abiertos o de cable local pasando por las radios en especial las FM que inundan el interior de cada una de ellas, y también a periodistas que fungen de «analistas» especializados, teniendo a este recurso como poco menos que el único. En medio de la pobreza, las comerciantes, emprendedores, pymes locales no tienen dinero para espacios publicitarios. Solo anuncian las grandes marcas nacionales y en apabullante porcentaje el poder local. Los opositores están lejísimo de este poderosísimo recurso.

En segundo lugar en las concesiones de espacios o servicios públicos, entre otros, como así también en licitaciones amañadas de compras de insumos para la administración, cuyas facturaciones son superiores a cualquiera de la actividad privada local, contribuyendo todos ellos a «la campaña».

Pero el mas importante es la tercerización del gobierno en los intermediarios, los punteros, barras o caciques locales todos con contratos del estado provincial o municipal mensuales renovables fácilmente rescindibles, que tienen a disposición, a su vez, contratos más pequeños para sus lugartenientes, todos por su puesto sin prestar otro servicio a la administración más que proveer de votos o simpatizantes a movilizaciones o actos partidarios y organización de comités o unidades básicas de gran importancia en la movilidad y fiscalización o fraude en donde pueden hacerlo por bajos controles, el día de los comicios.

Esos punteros, barras o caciques, manzaneras o dirigentes de «cooperativas», asociaciones de jubilados, o clubes de barrio son a su vez los que consiguen una silla de ruedas, un turno en el hospital, algún remedio, hasta la autorización para abrir un negocio en los municipios, ya sea verdulerías, kioscos, etc., como así también la «autorización» del organismo encargado del control bromatológico para la veintena de parrillas que venden choripanes en las canchas o festivales y tantas otras cosas que sería imposible reproducir en un artículo de esta naturaleza.

Reciben también dinero en efectivo para alquiler de micros y locales, compra de voluntades, combustible para sus vehículos que a veces cuando la impunidad es muy grande son de reparticiones oficiales.

Facilitan también los trámites ante la administración pública siempre tan engorrosos y a veces a algunas «excepciones» para quienes por si, jamás los hubieran podido hacer o conseguir.

Es decir estas y otras actividades más, teniendo en cuenta que las plantas de personal contratado temporario cuya continuidad esta siempre a merced que del funcionario de turno, en algunos casos es superior al personal de planta con estabilidad, lo que somete siempre al beneficiario a que continúe aquel que le otorga la prebenda porque sabe que quien lo reemplace si es adversario traerá a los suyos en sustitución.

Esta tercerización o transferencia del gobierno hace a una democracia devaluada y a un sufragio cautivo, que da una gran ventaja siempre decisiva a los oficialismos.

Conclusión:

Esta manera feudal de hacer política es intransferible a elecciones en las que el caudillejo local no esta en juego, por eso desdoblan, para tener menor compromiso y no sellar su suerte, además de las razones señaladas más arriba.

La cuestión no es patrimonio de un partido ni de una facción, tanto el peronismo, como los partidos provinciales y el radicalismo (Morales, Zamora, Valdés, etc.) y también del Pro en Capital y conurbano, basta observar a Rodríguez Larreta en las elecciones 2021 y la actual, demuestran que es un sistema.

*Autor de «José de San Martín ¿Un agente inglés?».

Otro artículo escrito por Antonio Calabrese: El patoterismo institucional

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