INTERNACIONAL

París es un campo de batalla. La protesta de los llamados ‘chalecos amarillos’ contra la subida del combustible ha vuelto a generar intensos disturbios.

Al menos 1.500 personas se enfrentaban este sábado a los policías antidisturbios en el centro de la capital francesa, donde los agentes están utilizando gases lacrimógenos y cañones de agua.

«200 manifestantes pacíficos en los Campos Elíseos. 1.500 alborotadores en el exterior del perímetro con la intención de deshacerlo. Nuestras fuerzas del orden responden frenando a los violentos: 39 detenciones por el momento», ha declarado en Twitter el ministro francés del Interior, Christophe Castaner.

Pero a estas horas, el número de detenidos se eleva ya a más de 80.

La revuelta de los llamados «chalecos amarillos» por la vestimenta que utilizan para manifiestarse, no esta solo vinculada al aumento del precio de los combustibles según los observadores políticos.

Las manifestaciones, que no cesan desde hace una semana larga en París, sin duda tienen la intención de erosionar al gobierno del presidente Macron debido al diseño de una economía mas austera que pretende implantar, que contempla la privatización de algunas de las enormes empresas del estado francés.