INTERNACIONAL

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El Comité Olímpico Internacional (COI) retiró las acreditaciones de dos entrenadores bielorrusos y les pidió abandonar la Villa Olímpica por el intento de obligar a la atleta Krystsina Tsimanouskaya a volver a su país, informó la entidad deportiva este viernes.
El COI sancionó así a los técnicos Artur Shimak y Yury Maisevich, tras crear una comisión disciplinaria para «clarificar las circunstancias en torno al incidente», señala un comunicado.
Tsimanouskaya aterrizó este miércoles en Varsovia, luego que el gobierno de Polonia le otorgara asilo humanitario. La velocista había pedido ayuda a la policía japonesa mientras los miembros de su comité nacional trataban de forzarla a regresar a su país, lo que la atleta calificó como un intento de «secuestro».
Conocida por haber expresado su apoyo al movimiento popular contra el régimen de Alexandr Lukashenko, la atleta de 24 años también temía sufrir represalias al regresar a Bielorrusia, explicó en videos y mensajes difundidos en redes sociales.
En declaraciones el jueves en Varsovia, dijo sentirse «sorprendida de que la situación se haya vuelto un escándalo político, porque comenzó como un tema deportivo».
«Solo quiero continuar mi carrera deportiva», declaró.
Tsimanouskaya es una de las tantas bielorrusas que desde agosto de 2020 ha denunciado de manera pública la violenta represión de las protestas tras la reelección de Lukashenko, un presidente títere de Moscú que lleva más de veinte años en el poder.
Miles de disidentes han sido encarcelados o se han exiliado desde entonces.
«A la agresión de las fuerzas de seguridad bielorrusas producida en territorio japonés» debe seguir «una respuesta decidida de la comunidad internacional», afirma el jefe del Gobierno, en un comentario difundido a través de facebook.
La velocista bielorrusa ingresó primero en la embajada polaca de Tokio, donde se la ha protegido con un visado humanitario, para aguardar el traslado a Varsovia.
Tsimanouskaya, quien desde Tokio expresó su apoyo a las protestas contra el régimen de Aleksandr Lukashenko, pidió la protección de las autoridades japonesas en el aeropuerto de la ciudad japonesa cuando estaba a punto de regresar a Bielorrusia por exigencias de su gobierno.
La atleta de 24 años tenía previsto participar en la carrera de 200 metros planos este lunes, pero tras quejarse de haber sido obligada por Minsk a competir en otra carrera el pasado jueves, fue acusada de carecer de «espíritu de equipo» y de haber perdido el «equilibrio psicológico y emocional» en la televisión pública de su país.
La orden de regresar a Bielorrusia, según declaró la deportista, le hizo temer represalias y se negó a embarcar en el vuelo que le iba a llevar de vuelta a Minsk. Tras quedar bajo la custodia de la policía japonesa, acudió a la embajada polaca en Tokio donde obtuvo el visado y la asistencia legal de la diplomacia polaca.
El gobierno polaco mantiene un programa de protección legal y ayuda económica a refugiados políticos bielorrusos y presta apoyo político a la oposición democrática de aquel país.
Otro gravísimo incidente se conoció casi al mismo tiempo del exilio forzoso de la atleta, en este caso el asesinato de un opositor bielorruso disfrazado de suicidio ocurrido en Ucrania.
Vitaly Shishov, de 26 años y al frente de la organización «Casa Bielorrusa» en Ucrania, una ONG de ayuda a los bielorrusos que huyen de la persecución política en su país, había sido denunciado como desaparecido por su socio después de no regresar a casa de una salida a correr el lunes último.
La policía inició un caso penal por presunto asesinato, pero dijo que investigaría todas las posibilidades, incluido el asesinato disfrazado de suicidio
«El ciudadano bielorruso Vitaly Shishov, que desapareció ayer en Kiev, fue encontrado ahorcado hoy en uno de los parques de Kiev, no lejos de su lugar de residencia», dice el comunicado.
Su ONG denunció este martes una «operación planificada» por el régimen del presidente Alexandr Lukashenko. «No hay ninguna duda de que se trata de una operación planificada por los chekistas (término para designar a las fuerzas de seguridad bielorrusas ) para liquidar a un bielorruso que representaba un verdadero peligro para el régimen», indicó la organización en su cuenta Telegram.
«Vitaly era vigilado y la policía (ucraniana) había sido informada de ello. Habíamos sido advertidos en varias oportunidades tanto por fuentes locales como por personas en Bielorrusia de (la posibilidad de) todo tipo de provocaciones que podían ir hasta el secuestro y la liquidación», continuó la ONG.
La organización bielorrusa de defensa de los derechos humanos Viasna señaló por Telegram que, según los amigos de Shishov, este ya había sido seguido por «desconocidos» durante sus salidas a correr.
Según «Casa Bielorrusa», Shishov fue obligado a partir a Ucrania en el otoño boreal de 2020 tras haber participado en agosto en manifestaciones antigubernamentales en Gomel, en el sur de Bielorrusia, y de haberse «opuesto de manera activa» a las autoridades.
Numerosos bielorrusos huyeron del país, sobre todo en dirección de Ucrania, Polonia y Lituania, en el marco de la feroz represión contra la oposición al régimen de Lukashenko, que dirige desde 1994 esta exrepública bajo la protección total de Vladímir Putin.
El caso de Shishov llega un día después del incidente en los Juegos Olímpicos de Tokio con la atleta bielorrusa Krystina Tsimanouskaya, que afirmó haber sido obligada a retirarse de la competición y fue amenazada con ser devuelta a su país tras haber criticado a su federación en las redes sociales. La velocista de 24 años se refugió en la embajada de Polonia, país que le otorgó el lunes un visado humanitario.
El histórico movimiento de protesta tras las elecciones bielorrusas en 2020 fue reprimido mediante masivas detenciones, exilios forzados de los opositores y el desmantelamiento de numerosas oenegés y medios independientes.
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