Fin del dinero barato en Estados Unidos, expectativas del mercado

INTERNACIONAL

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Presidente de Reserva Federal, Jerome Powell / Foto: Federalreserve

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Alarmas por la inflación en Alemania, Turquía, los países europeos sin distinción de la zona euro y el resto. Arriba de cinco puntos de inflación anual prende luces amarillas en los bancos emisores más allá de la explicación vinculada con la política expansiva necesaria para enfrentar la calamidad del virus covid.

Los ojos del mundo están puesto sobre Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Hacia donde se incline la Fed, seguirá la línea el resto de los bancos centrales. ¿Habrá un endurecimiento de los tipos para enfrentar el problema? ¿Se terminó la época del dinero barato?

El analista de Reuters Howard Scheneider estima que la Reserva Federal anunciara el miércoles el fin de las compras de bonos, un empujón utilizado en su momento para enfrentar la pandemia que trajo beneficios, al tiempo que generó situaciones no previstas como la disparada inflacionaria. No previstas en la magnitud que se visualiza ahora.

Subir los tipos de interés el año próximo como medida de protección contra el aumento de la inflación es un anuncio que el mercado va a recibir como la medicina que está esperando.

Los analistas privados encuestados por Reuters siguen esperando un crecimiento de Estados Unidos de casi el 4% el año que viene, muy por encima de la tendencia.

La mayor preocupación de la Reserva Federal por la inflación llevará al retiro de la compra de bonos ─fijado originalmente en 120.000 millones de dólares al mes─ en marzo, y que se produzcan múltiples subidas de tipos en 2022, estima Schneider.

Las tasa de desempleo e inflación de Estados Unidos han superado las proyecciones de la Fed, publicadas en septiembre, con los dirigentes del banco central bajo presión para ponerse al día despejando la incógnita del momento. ¿Hacia dónde miran la economía y los mercados?

Michael Feroli del JP Morgan estima que las nuevas previsiones de los responsables de la política monetaria «mostrarán en general proyecciones más bajas para la tasa de desempleo y más altas para la inflación».

De resultar certera la afirmación, provocará aumentos de un cuarto de punto en la tasa de política monetaria a corto plazo de la Fed a partir de junio.

«Creemos que es una decisión cerrada entre buscar dos o tres aumentos en el 22, pero creemos que tres es un poco más probable», escribió Feroli.

Powell dijo en su reciente testimonio en el Congreso que había llegado la «hora de abandonar» la referencia de la Fed a la inflación como «transitoria».

El ritmo de los aumentos de precios se ha mantenido cerca de niveles no vistos desde los sustos de la inflación de finales de la década de 1970 y principios de la década de 1980.

Las críticas no se hicieron esperar. Desde la caída de la confianza de los consumidores, deteriorar los aumentos salariales y concentrar las críticas de los políticos de los dos principales partidos.

La Fed estableció en septiembre de 2020 no subir los tipos de interés hasta que la inflación superara el 2% y estuviera en vías de mantenerse por encima del 2% «durante algún tiempo». Ahora llegó ese tiempo.

El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), un indicador clave de la inflación para la Fed, subió más del 2% sobre una base interanual en marzo y alcanzó el 5% en octubre.

Los inversores llevan meses esperando que la Fed tenga que reaccionar con tipos de interés más altos para mantener los precios estables, uno de sus dos principales objetivos encomendados por el Congreso.

Los inversores esperan que la Reserva Federal aumente el tipo de interés de referencia a un día, actualmente en un nivel cercano a cero, hasta llegar a 0,75 puntos porcentuales el próximo año.

Otro objetivo de la Reserva Federal es mantener el empleo, «hasta que las condiciones del mercado laboral alcancen niveles coherentes» con ello.

Con una tasa de desempleo del 4,2%, la economía estadounidense puede estar cerca de ese punto.

«La Fed está claramente bajo presión para responder» al aumento de la inflación, escribió la economista de Jefferies Aneta Markowska a finales de la semana pasada. Sin embargo, es probable que rechace «suavemente» las expectativas de subida de tipos más agresivas y que vincule su aumento inicial de los costes de los préstamos a un mayor progreso en el empleo.

Otro artículo de interés: Poderoso G7 bajo presión por inflación mundial

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