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La receta clásica para combatir la inflación, subir la tasa de interés de referencia, es la política monetaria que también aplica el Banco de Inglaterra según la comunicación oficial de la institución.
El BoE no tuvo más remedio que acudir al remedio amargo, que trae consecuencias directas en la vida cotidiana de los consumidores, especialmente de las familias menos acomodadas, para enfrentar un alza de precios que no se conocía desde hace treinta años.
Los precios de la energía, el conflicto latente entre Ucrania y Rusia que involucra a los países europeos y Estados Unidos, están detrás de una inflación que el BoE decide enfrentar con un aumento del 0,5 % en la tasa.
La inflación, que alcanzó un 5,4% al terminar 2021, debería aumentar hasta el 7,25% en abril de 2022 debido principalmente a «la subida de los precios de la energía» y se mantendrá en el 5% a medida que avance el año, estima ahora el banco central.
El gobernador del BoE, Andrew Bailey, demostró su preocupación por los elevados precios del gas.
Reino Unido es un importante importador, a pesar de tener convenios para la exploración en el Mar del Norte con Países Bajos y Noruega.
El Banco de Inglaterra advirtió que la inflación también se explica por un mercado laboral desequilibrado. «Las empresas han tenido que ofrecer salarios más altos para atraer y retener a los empleados» en el contexto de la pandemia, afirma el banco en su informe de política monetaria.
La inflación alcanzó un 5,4% al terminar 2021.
Se espera un aumento hasta el 7,25% en abril de 2022 debido principalmente a «la subida de los precios de la energía» y se mantendrá en el 5% a medida que avance el año, estima ahora el banco central.
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