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Más de 400 mercenarios rusos operan en Kiev bajo las sombras, cumpliendo órdenes de Vladímir Putin de asesinar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a fin de preparar el terreno para tomar el control total del país, publicó este lunes el respetado periódico de Londres «The Times».
El Grupo Wagner, una milicia privada dirigida por un aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, y que opera como una rama independiente del Estado, llevó mercenarios desde África hace cinco semanas en una misión para decapitar al Gobierno de Zelenski a cambio de una cuantiosa bonificación financiera.
Los mercenarios de Wagner se encuentran cumpliendo una misión en Mali asistiendo al gobierno dictatorial que derrocó a las autoridades democráticas tras un golpe de estado a principios de este año. Parte del grupo se traslado a Ucrania, según fuentes responsables.
Francia y sus aliados anunciaron la retirada militar de Mali, tras nueve años de presencia en el país africano.
«Ya no se dan las condiciones políticas, operativas y jurídicas para continuar de forma efectiva su actual compromiso militar en la lucha contra el terrorismo en Malí y, por tanto, decidimos iniciar la retirada coordinada», informó el gobierno francés.
La retirada de Francia de su excolonia llega en un contexto de tensión con la junta militar que tomó el poder en Malí tras dos golpes de Estado, a la que acusan de retrasar la transición y recurrir a los servicios de la compañía de mercenarios rusos Wagner, ligados al gobierno de Vladímir Putin según la prensa occidental.
La información sobre la misión Wagner llegó hasta el Gobierno ucraniano el sábado y, horas más tarde, Kiev declaró un estricto toque de queda de 36 horas para «barrer» la ciudad en busca de saboteadores rusos, añade la información.
Las autoridades ucranianas advirtieron a los civiles, al declarar el toque de queda, que serían vistos como agentes del Kremlin y corrían el riesgo de ser «liquidados» si salían de sus refugios.
Una fuente cercana a las actividades del grupo, indica «The Times», confirmó que en enero habían llegado a Ucrania entre 2.000 y 4.000 mercenarios.
Algunos de ellos fueron enviados a las disputadas regiones orientales de Donetsk y Lugansk, mientras que otros 400 entraron desde Bielorrusia y se dirigieron hacia la capital.
A los mercenarios se les indicó que Putin quiere una breve pausa para demostrar que está negociando con Zelenski, pero les aseguró que no se llegaría a ningún acuerdo y que el esfuerzo sería simplemente un engaño, según una fuente cercana a funcionarios de alto nivel ucranianos.
Zelenski acordó ayer enviar una delegación para reunirse con un equipo ruso en la frontera de Bielorrusia, pero expresó su escepticismo sobre la seriedad de Moscú.
Los mercenarios, agrega el rotativo, están esperando una señal del Kremlin y se les ha prometido fuertes bonificaciones por asesinatos en los próximos días y un salvoconducto para salir de Ucrania antes del final de la semana.
Además de Zelenski, la lista negra contiene otras 23 personas, incluido el primer ministro, todo el gabinete, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, y su hermano Wladimir, ambos populares excampeones de box que se han unido a la lucha contra los invasores.
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