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El líder de la oposición conservadora Yoon Suk-yeol fue elegido este miércoles como presidente de Corea del Sur, informó la Comisión Nacional Electoral.
Su rival oficialista, el liberal Lee Jae-myung, reconoció su derrota, según recoge la agencia Yonhap. Tras el escrutinio del 98% de los votos, Yoon, del Partido del Poder Popular (PPP), «obtuvo el 48,59% de los sufragios, frente a 47,79% para Lee», del Partido Democrático (centro-izquierda) del actual presidente Moon Jae-in, precisó Yonhap.
La victoria de Yoon, que será presidente durante los próximos cinco años en sustitución del liberal Moon Jae-in, supone un giro a la derecha y rompe los ciclos de diez años de alternancia entre conservadores y progresistas que se venían sucediendo desde que el país recuperó la democracia en 1987. Está previsto que Yoon tome posesión del cargo el próximo 10 de mayo.
Estos comicios presidenciales, que han contado con una participación estimada del 77,1% (una décima menos que las elecciones de 2017) y se han decidido por solo unos 260.000 votos de diferencia, han sido los más reñidos desde que los surcoreanos pudieron volver a poder votar libremente hace 35 años.
Yoon desarrolló una reconocida carrera como fiscal durante 25 años, período donde sentó en el banquillo a algunas de las figuras más poderosas del país y logró penas de cárcel por corrupción para los expresidentes conservadores Lee Myung-bak y Park Geun-hye, destituida del cargo en 2017.
Tras ser nombrado fiscal general durante el mandato del actual presidente Moon, Yoon denunció al entonces ministro de Justicia, Cho Kuk, y criticó al Ejecutivo, dimitiendo a principios del año pasado y haciendo oficial su candidatura a mediados de 2021.
Yoon ha logrado capitalizar el descontento que deja Moon en buena parte de la población por la crisis inmobiliaria, el aumento de la temporalidad y la desigualdad o el cansancio por las persistentes restricciones anti-COVID, que aún siguen activas (el país viene sumando 300.000 casos al día) y han dañado al pequeño empresario.
Japón, Corea del Sur y los Estados Unidos han reafirmado la cooperación ante los desafíos y amenazas que suponen las pruebas armamentísticas recientes de Corea del Norte, a través de una conversación telefónica entre los representantes de defensa de los tres países.
La conversación entre el ministro de Defensa nipón, Nobuo Kishi, y sus homólogos de Corea del Sur y EE.UU., Suh Wook y Lloyd Austin, se produce tras los seis lanzamientos de misiles realizados por el Norte el pasado enero, incluido un proyectil balístico de alcance intermedio (IRBM).
Los tres países aliados acordaron «cooperar estrechamente frente a las amenazas que suponen los misiles de Corea del Norte y hacia la desnuclearización de la península coreana», según informaron los ministerios de Defensa nipón y surcoreano.
Durante el intercambio telefónico, las tres partes expresaron su preocupación ante los últimos lanzamientos de misiles de Pyongyang porque desestabilizan la seguridad regional y representan una vulneración a las múltiples resoluciones de las Naciones Unidas.
El ministro de Defensa surcoreano afirmó que las pruebas recientes del Norte suponen «una grave y directa amenaza» y un «desafío a las resoluciones de las Naciones Unidas», según recoge las agencia surcoreana Yonhap.
Por su parte, durante las conversaciones, Washington expresó su «férreo» compromiso en la defensa de Japón y Corea del Sur.
Corea del Norte abrió el año anunciando que aumentaría su capacidad defensiva, a lo que siguieron seis pruebas en tan solo un mes con lanzamientos de misiles crucero, de corto alcance, hipersónicos y un último de medio y largo alcance.
A esto se suma la amenaza de Pyongyang sobre la posible reanudación de sus ensayos nucleares y de misiles balísticos intercontinentales, al señalar que estudia retomar todas sus «acciones suspendidas temporalmente» en materia de Defensa.
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