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La primera ministra sueca, la socialdemócrata Magdalena Andersson, hizo el anuncio formal que no fue sorpresivo para Europa y los expertos internacionales.
«El Gobierno sueco ha decidido que Suecia debe ingresar en la OTAN», dijo Andersson, después de obtener el respaldo de las principales fuerzas políticas suecas.
A pesar de gobernar en minoría parlamentaria, la socialdemócrata Andersson justificó la decisión debido al empeoramiento de la seguridad provocado por la agresiva política de Moscú que llevó a la guerra con Ucrania, rompiendo décadas de no alineamiento.
La decisión no sorprendió, después que Andersson comunicara el domingo el apoyo de su partido, que encabeza un Gobierno en minoría, al ingreso a la organización de defensa, en contra de su línea política desde hace décadas y medio año después de haber aprobado en un congreso general mantener su estatus de aliado pero no miembro de la Alianza.
«Lo mejor para la seguridad de Suecia y de los suecos es entrar en la OTAN y hacerlo junto con Finlandia», dijo la primera ministra.
El embajador de Suecia en Bruselas presentará la solicitud de ingreso ante la sede de la OTAN en la capital belga «dentro de poco», al mismo tiempo que lo haga Finlandia, explicó Andersson.
La primera ministra sueca se remitió a las conclusiones del análisis sobre la nueva situación de seguridad consensuadas por la mayoría de partidos suecos para resaltar que el ingreso en la OTAN tendría un efecto disuasorio en el norte de Europa, mejoraría la seguridad y reduciría los riesgos, además de apuntar a que no hay otra opción «realista».
«Por desgracia no tenemos ningún motivo para creer que Rusia vaya a cambiar en un futuro previsible», dijo.
El asalto de Rusia a Ucrania, que comenzo en 2014 después de episodios semejantes en Georgia y Chechenia, esta inclinando a países tradicionalmente neutrales como son los del norte de Europa, a buscar el paraguas de la OTAN como manera de prevenir una futura invasión.
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