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La Aduana de Argentina incautó 2233 «rigs» de minería de criptomonedas que, según el gobierno, registraron una facturación de aproximadamente $5 millones más que su valor real, según reportó el diario Ámbito Financiero.
De acuerdo a una denuncia presentada por el organismo el jueves, los equipos Whatsminer modelo M30S fueron valorados para fines de importación en $10.000 cada uno, cuando en realidad su valor de mercado ronda los $6.316-$7.700 por máquina.
El caso está siendo investigado por el juez Pablo Yadarola, quien ordenó un relevamiento de los bienes incautados. «Hay que cuidar los dólares para la producción y generación de empleo, no para la especulación financiera», dijo, por su parte, Guillermo Michel, director general de la Aduana.
La incautación se produjo en medio de una escasez de reservas de divisas extranjeras en el balance del Banco Central de Argentina, lo que contribuyó a que el gobierno endureciera aún más los controles de importaciones esta semana.
Aprovechando los subsidios de las tarifas eléctricas residenciales y en busca de dólares estadounidenses, muchos argentinos recurrieron al minado de criptomonedas en sus hogares, según fue publicado previamente por la prensa local.
Los inversores argentinos se preparan para los resultados de una subasta de deuda local que resultará ser un barómetro de la percepción de las finanzas en medio de una reciente liquidación de deuda y una inflación anual superior al 60%.
El Ministerio de Economía apunta a vender alrededor de 250.000 millones de pesos (US$2.000 millones) en instrumentos locales, incluidos pagarés de liquidez, pagarés de descuento, pagarés de descuento vinculados a la inflación y bonos vinculados al dólar en una subasta.
La venta se produce después de una liquidación de valores en pesos en los últimos días en medio del nerviosismo de que la deuda ligada a la inflación de Argentina, que constituye la mayor parte de las obligaciones locales del Gobierno, se convierta en una carga cada vez mayor a medida que se acelera la inflación.
Los inversores han estado exigiendo pagarés a menor plazo, ya que los rendimientos se han disparado por encima del 12% en las operaciones del mercado secundario, proporcionando una tasa total de más del 70% con las tasas de inflación actuales.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo el lunes en una entrevista con una radio local que la deuda en pesos de Argentina es «absolutamente sostenible» y un ancla para toda la economía.
La semana pasada, el Gobierno canjeó más de la mitad de su deuda que vencía el miercoles en un swap, y el 16 de junio elevó las tasas de interés en tres puntos porcentuales para alentar a los inversores a mantener más valores denominados en pesos. Todavía enfrenta pagos de alrededor de 245.000 millones de pesos esta semana, casi un 90% de lo cual estaría en manos de inversores privados, según un informe de la corredora local Portfolio Personal Inversiones.
«El escenario parece complicado», escribieron analistas de PPI encabezados por Joaquín Bagües en el informe del 27 de junio. «El resultado dependerá en gran medida de la demanda que surja del sistema financiero tras los cambios de tasas para alentar a los bancos a tener más bonos soberanos».
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