ARGENTINA

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Silvina Batakis, la recién nombrada ministra, se enfrenta a un escenario con una inflación galopante que se aceleró al 60,7% interanual en mayo pasado, y amenaza seguir hasta la cercanía de los tres dígitos, comentan alarmados los expertos privados.
La caída de la economía, con el valor del peso bajando un 18% el lunes, sigue mermando el poder adquisitivo de los argentinos, donde cerca del 40% están bajo el umbral de la pobreza, y el Banco Central se está quedando sin reservas de divisas.
«Tengo un salón de belleza y la verdad es que estoy al borde del abismo igual que Argentina. Como todos los argentinos, la luchamos, la peleamos pero lo que ganamos es la miseria», lamenta Elsa Ojeda, propietaria de un salón de belleza.
De tendencia izquierdista y protegida de la vicepresidenta Cristina Kirchner, Batakis sustituye el moderado Martín Guzmán, que dimitió por sorpresa el sábado en un momento de tensión en la coalición gobernante sobre el abordaje de los problemas económicos que ahogan al país.
Guzmán fue el artífice del acuerdo de refinanciación de la deuda firmado con el Fondo Monetario Internacional duramente criticado por sectores afines a la vicepresidenta Cristina Fernández.
Jorge Fedio, analista bursátil, culpa de la inestabilidad económica a la falta de unidad política: «No vemos la cohesión porque Batakis tiene que responder a una sola política (Cristina) y si se pelean entre ellos nos devoran. Esa es la desgracia y el mercado lo demuestra. Entonces, si no hay poder político detrás del cambio de ministros no le sirve a nadie».
La nueva ministra de economía ha dicho que perseguirá el equilibrio fiscal, como estaba previsto en ese pacto, y ya ha iniciado contactos con el FMI.
Mientras tanto, el gobierno también hace frente al distanciamiento entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que ha sido muy crítica con el presidente por su gestión política, sobre todo en el área económica.
Fernández, un moderado socialdemocrata, fue impuesto por Cristina como candidato del Frente de Todos, una coalición de partidos de izquierda con un sector del peronismo, donde predomina el ala radical que liderada la vicepresidenta.
Mientras tanto, el gobierno también hace frente al distanciamiento entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Las tensiones comenzaron en 2021 cuando Fernández perdió las elecciones legislativas.
La disidencia se convirtió en grieta en marzo cuando el anterior ministro de Economía firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de refinanciar el crédito de 44.000 millones de dólares otorgado en 2018, durante el Gobierno del liberal Mauricio Macri. Por estos motivos Cristina Fernández ha sido crítica con la gestión gubernamental, en especial en el área económica.
Silvina Batakis fue ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, entre 2011 y 2015, bajo el entonces gobernador Daniel Scioli, actual ministro de Producción Nacional. Además, Batakis es considerada cercana a la vicepresidenta y sus aliados. «Cristina tiene una alta valoración de ella (Batakis)», dijo este lunes el propio Scioli.
Batakis será responsable de administrar una economía agobiada por la inflación, que ya corre con una tasa anual superior al 60%.
*Imagen ilustrativa.
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