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Kramatorsk, una ciudad del Dombás aún bajo control de Ucrania, soportó el viernes intensos bombardeos mientras la ciudad de Vinnytsia, en el centro del país, contaba sus muertos tras un mortal ataque un día antes.
El ataque en la céntrica Plaza de la Paz de Kramatorsk dejó un cráter de dos metros y destrozó las ventanas de los edificios cercanos, aunque no causó víctimas porque ocurrió después del toque de queda, según un oficial de defensa aérea que habló en condición de anonimato.
«Yo estaba en mi balcón, vi algo que ardía en medio de la plaza y luego explotó», comentó Genya, una residente de de 72 años.
Previamente se realizaron tres ataques en el sur de Kramatorsk, en dirección al aeropuerto, donde periodistas de la AFP vieron una columna de humo.
Los bombardeos ocurrieron un día después de los ataques con misiles en Vinnytsia, cientos de kilómetros al oeste, que dejaron al menos 23 muertos, entre ellos varios niños.
«La identificación de todos los culpables» de este ataque «ya comenzó», aseguró el viernes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, citando el balance de víctimas.
«La sociedad rusa, con tantos asesinos y verdugos, seguirá destruida durante generaciones, y eso es culpa suya», agregó Zelenski, tras afirmar que casi toda Ucrania estaba bajo alerta aérea la noche del viernes, con ataques en Dnipro (este), Kremenchuk (cerca de Kiev) y la región de Kiev.
La cifra de muertos en el ataque ruso con misiles del pasado jueves contra la ciudad de Vinnytsia aumentó a 24 después de confirmarse la muerte de una mujer hospitalizada tras el bombardeo.
«Desgraciadamente, otra mujer murió hoy en el hospital, con quemaduras en 85 %» de su cuerpo, escribió el jefe de la administración militar regional de Vinnytsia, Serhiy Borzov, en un mensaje que recogen las agencias Ukrinform y Unian.
Entre las 24 víctimas mortales hay cuatro niños. También se registran 68 heridos que se encuentran todavía hospitalizados, entre ellos cuatro menores. Cuatro personas continúan desaparecidas.
El pasado jueves, las tropas rusas lanzaron tres misiles Kalibr desde un submarino en el mar Negro que impactaron en el centro de Vinnytsia.
En su habitual videomensaje nocturno, el presidente ucraniano Volodímir Zelenksi manifestó el mismo día que el ataque demuestra «una vez más que Rusia debería ser reconocida oficialmente como un Estado terrorista».
«Ningún otro estado del mundo se permite destruir ciudades pacíficas y vidas humanas ordinarias día tras día con misiles de crucero y artillería de cohetes», lamentó.
Los invasores rusos han seguido bombardeando localidades de la región ucraniana del Donetsk, donde este sábado los ataques dejaron al menos siete muertos y una veintena de heridos. Los ataques afectan especialmente a localidades pequeñas, como Bakhmut, Berestove y Niu-York, donde «el enemigo trata de agruparse» para mantener la presión, que es repelida por las fuerzas ucranianas, que buscan frenar el avance.
Las autoridades ucranianas publicaron en Facebook que el objetivo de los invasores es llegar a Sloviansk, por lo que han bombardeado Bohorodychne, mientras que con artillería han alcanzado las áreas de Dibrovne, Chepil, Kostiantynivka, Novomykolaivka, Mazanivka, Mykilske y Husarivka, sin discriminar si atacan zonas residenciales u objetivos militares.
El gobernador militar de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, informó por medio de Telegram de las víctimas. «Los rusos mataron a siete civiles en la región de Donetsk: dos en Krasnohorivka, uno en Sloviansk, Avdiivka, Zakitne, Hirnyk y Ostrivske. Otras 14 personas resultaron heridas», escribió. Otra de las zonas castigadas por los bombardeos rusos es la provincia de Járkov, cuya capital es la segunda ciudad del país, en el noreste de Ucrania.
En el sur, en las regiones de Zaporiyia y Jersón, los ucranianos tratan de recuperar posiciones sobre los territorios previamente conquistados por los rusos. En Zaporiyia se encuentra la mayor central nuclear de Europa, controlada en estos momentos por las tropas de Vladímir Putin. Ucrania denunció que los invasores están instalando lanzadores de misiles en la central, con el fin de evitar que las fuerzas defensoras ucranianas puedan destruirlos.
«Los ocupantes rusos instalaron sistemas de lanzamiento de misiles en el territorio de la central nuclear de Zaporiyia», dijo el presidente de Energoatom, Petro Kotin, tras una entrevista televisiva en el canal ucraniano United News. «La situación (en la planta) es extremadamente tensa y la tensión aumenta día a día. Los ocupantes están trayendo su maquinaria, incluidos los sistemas de misiles con los que han atacado el otro lado del río Dnipro y el territorio de Nikopol», 80 km al suroeste de Zaporiyia, agregó.
Poco después, la fuerza aérea ucraniana informó que misiles rusos Kh-101 fueron lanzados desde el mar Caspio a Dnipro, cuatro de los cuales fueron destruidos. Pero varios otros cayeron en un sitio industrial, sin causar víctimas.
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