OPINIÓN

*Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.
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Los chips son componentes electrónicos de material semiconductor que incluyen múltiples circuitos integrados, componentes electrónicos interconectados (diodos, transistores, resistencias, capacitores).
Son los «cerebros» de computadoras, celulares, consolas de juegos y muchos dispositivos electrónicos que forman parte de autos, televisores, heladeras, aviones, y toda la electrónica de consumo.
Su superficie, generalmente de silicio, es de apenas unos milímetros cuadrados.
TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) compañía taiwanesa, es la mayor empresa fabricante de chips del mundo. Tiene el 54% del mercado global de semiconductores, con clientes como Apple, Qualcomm, Intel, Nvidia. La siguen la surcoreana Samsung, con un 17%, luego UMC (United Microelectronics Corporation) de Taiwan y GlobalFoundries, estadounidense, ambas con un 7%, luego SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation) china con un 5% (fuente: Visual Capitalist).
Por lo que Taiwán, Corea del Sur y China suman un 87% del mercado global de semiconductores.
La amenaza china sobre Taiwán preocupa a Estados Unidos por la dependencia que este tiene de esos productos taiwaneses, sobre todo en momentos de una crisis mundial de desabastecimiento de esos productos.
El desabastecimiento se produce por la paralización de su producción por la pandemia; por la guerra comercial entre China y Estados Unidos que provocó prohibiciones de compras a ciertos productores; por varios incendios, además, que se dieron en plantas como la de Asahi Kasei, fábrica japonesa; Renesas Electronics, otra fábrica japonesa que produce microcontroladores para automóviles; ASML, empresa de los Países Bajos, que fabrica máquinas para producir circuitos integrados y que sufrió el incendio de su fábrica en Berlín. Todo entre 2020 y hoy.
Pero, especialmente, por una alza importantísima de la demanda.
Actualmente, no se puede predecir hacia dónde va esta situación, algunos analistas afirman que faltan años para estabilizar la oferta con la demanda, otros que la situación ya está remitiendo y algunas fábricas de autos (una de las industrias más afectadas por la escasez), están planificando la producción de más unidades.
El conflicto comercial China – Estados Unidos, está metido profundamente en este problema.
En agosto de este año, Joe Biden firmó la ley de impulso a la industria de chips en Estados Unidos con subsidios por 52.000 millones de dólares para competir con uno de los principales fabricantes mundiales, China.
También en agosto de este año, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el control de exportación multilateral sobre ciertas herramientas de EDA para cualquier país que no sea su aliado comercial. Se necesitará una autorización otorgada especialmente y se descuenta que a China le va a costar conseguirla.
EDA, software para la automatización de diseño electrónico (del inglés Electronic Design Automation), es un elemento imprescindible para el diseño y producción desde circuitos integrados hasta placas de circuitos impresos. Los chips, actualmente, pueden tener hasta miles de millones de transistores, lo que hacer imposible su diseño en forma manual, como se hacía en el siglo pasado.
Cadence (estadounidense), Synopsys (estadounidense) y Mentor Graphics (alemana, país aliado a Estados Unidos), controlan el 70% del mercado mundial de EDA. Por lo que China va a ver sus necesidades poco satisfechas en este rubro.
El desarrollo de esas herramientas requiere muchos años y millones de dólares para lograr efectividad y, sobre todo, un producto absolutamente confiable. En su último plan quinquenal, China introdujo esta tecnología como principal para conseguir avances significativos.
China, a su vez, es el principal productor de silicio en el mundo, con 6 millones de toneladas métricas, seguida muy lejos por Rusia y Brasil. Si bien el silicio no está incluido entre los minerales estratégicos o críticos, es fundamental en la producción de chips.
La compañía ASML de los Países Bajos, produce algo clave, los equipos fotolitográficos que emplean los principales fabricantes de semiconductores y es absoluto monopolio. Produce equipos que están en el orden de los 150.000.000 €.
Craig Barrett, presidente de INTEL, calificó los microprocesadores como los dispositivos más complejos fabricados por el hombre. Un chiste común en la industria, es que es «no es ciencia espacial, es mucho más complejo».
Y son varias las naciones que aportan «un pedacito» para su producción, como hemos visto.
Naciones de distintas alianzas, con competencias comerciales duras que han decidido romper la interdependencia entre ellas.
Lo que no terminan de entender, es que todos tienen que aportar figuritas si quieren llenar el álbum.
*Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.
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